El colectivo Rana se manifestó ayer en Palma para celebrar el Día Internacional del Niño
LORENZO MARINA. PALMA. La frialdad de los número estremece. Uno de cada cuatro niños ha sufrido abusos sexuales. Solo una de cada 10 víctimas tuvo el arrojo suficiente para denunciar el abuso cuando había ocurrido.
La asociación Rana (Red de ayuda a niños abusados) escenificó ayer por las calles de Palma cuál es el comportamiento habitual ante los abusos a menores. La movilización sirvió para conmemorar el Día Internacional del Niño.
Un niño con una mordaza trataba de hacerse oír ante un adulto, que se había puesto una careta y hacía caso omiso a su súplicas. Los adultos lucían camisetas en las que se podía leer "contra el abuso sexual, actúa". Los menores, por su parte, vestían camisetas blancas con la leyenda "frágil".
Al son de los tambores, a partir de las 11 de la mañana, unas 50 personas hicieron los ensayos en la Rambla. Una vez que tenían la lección bien aprendida, la comitiva enfiló la calle Oms, hasta alcanzar la calle Sant Miquel. Desde allí atravesaron la Plaza Mayor y bajaron hasta el Borne. Por último, a mediodía, la manifestación desembocó en el Parc de la Mar.
La portavoz de Rana, Gemma Izquierdo, arremetió ayer contra la actual situación que se vive en el país respecto al abuso de menores. "Tenemos el récord de pornografía infantil. Además, España está a la cabeza en otro aspecto. Enviamos 30.000 turistas sexuales cada año. Asimismo, la protesta sirvió ayer para anunciar la creación de un foro en la página web de Rana, www.asociacionrana.org, en la que se podrán expresar libremente las víctimas de abusos a manos de sacerdotes. Enrique Pérez, el impulsor del proyecto, sufrió esta lacra en su infancia. "Al haber un sacerdote, la asimetría entre un adulto y el menor aumenta", denunció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario