El cobro de comisiones abusivas o el mal trato recibido son razones suficientes para cambiar de entidad financiera
Menos comisiones, condiciones más ventajosas en la hipoteca e, incluso, recibir un mejor trato son razones más que convincentes para cambiarse de entidad, aunque abandonar un banco por otro es una decisión difícil. Varios estudios señalan que menos de un 7% de los usuarios está dispuesto a cambiarse de entidad financiera. La "batalla" que se vive entre los bancos por captar nuevos clientes juega a favor del usuario. Sin embargo, dar este paso exige estudiar las ofertas y aspectos como el número de cajeros que tiene la entidad en la zona donde se reside o las comisiones de mantenimiento.
Es una de las principales razones por las que un usuario decide cambiar de banco, aunque conviene prestar atención. Es posible que algunas entidades cobren un interés inferior al que se paga en ese momento, pero el tipo de interés es sólo uno de los aspectos que se deben considerar en una hipoteca. Lo más probable es que ésta abarque unos gastos de subrogación de alrededor del 1% del capital que reste por amortizar y que habrá que abonar a la entidad que se abandona. A ello hay que sumar los gastos de notaría y de gestoría. La entidad receptora animará a dar el paso e indicará cómo se debe hacer, pero conviene pedir una información completa y detallada sobre los costes totales de esta operación.
Por MIGUEL MORENO
Razones para cambiar de entidad
- Imagen: Camilo Rueda López -
Las razones que un usuario puede esgrimir para cambiar su cuenta a otra entidad bancaria son numerosas, pero entre todas ellas destacan varias relacionadas con los productos más convencionales. Las condiciones de la hipoteca, el cobro de comisiones, posibles descuentos en el cobro de los recibos y el trato recibido son las de mayor peso.
Otra entidad mejora las condiciones de la hipoteca
Algunas páginas web disponen de calculadoras y simuladoras para comprobar cuánto habría que pagar con las nuevas condiciones. Es el caso de ING Direct, Bancopopular-e y Bancaja, entre otras. Bancopopular-e promete una ayuda de hasta 800 euros con los gastos de subrogación de la hipoteca, mientras que la calculadora de ING permite comparar unas hipotecas con otras.
Cambiar la hipoteca a otro banco interesa más cuanto menos tiempo se haya amortizado el crédito. Si se mejoran las condiciones, se reducirán los intereses anuales y se pagará menos. También hay que contar con otra eventualidad: el hecho de que la casa haya podido subir de valor desde que se suscribió la primera hipoteca. Es probable que cuando se compró la casa hubiera que pedir un préstamo hipotecario por una cantidad superior al 80% del valor de la misma. Pero si éste ha subido y, además, se ha amortizado una parte del préstamo, la cantidad que se debe pedir esta segunda vez será inferior al 80% de la nueva tasación y las condiciones serán más ventajosas.
Cobro de comisiones
Hay que aclarar los servicios que cobra la entidad por tener contratadas cuentas y tarjetas de crédito y débito. Además de preguntar en el banco cuáles son esas comisiones, se deben comprobar todos los recibos para saber a cuánto ascienden. Una buena idea es llamar de vez en cuando a la entidad, o acercarse a la oficina, para pedir la devolución de una comisión que se ha cobrado y asegurarse de que no la vuelvan a cobrar. De este modo, se comprobará hasta qué punto se puede negociar con el banco la rebaja del pago de comisiones, una cantidad que puede llegar a sorprender al usuario, en especial, si tiene la nómina domiciliada.
Si un cliente está insatisfecho por las comisiones que le cobra su banco y decide cambiar de entidad por esta razón, debe asegurarse de las comisiones que le cobrarán en la nueva. Para ello, no sólo debe leer la letra del contrato, sino preguntar de manera abierta en la entidad y, si es posible, solicitar que le anoten las comisiones y su razón para, en su casa, poder hacer con tranquilidad los cálculos.
Descuentos en los recibos
Algunas entidades abonan en la cuenta de sus clientes un porcentaje de sus recibos o de la cantidad que se gasta con la tarjeta de crédito o débito. No obstante, en ocasiones, este tipo de ofertas dura sólo unos meses, no durante toda la vida de la cuenta.
Descontento con el trato del personal
Una de las principales razones para cambiar de banco es el pésimo trato que puede recibir el usuario. Ante esta situación, un cliente puede enviar una carta al superior inmediato de la persona con quien ha tenido el problema y explicar las razones del enfado. Es posible dirigirse al director de una sucursal si no se está contento con el trato recibido por alguno de los empleados o al jefe de zona si se está descontento con la manera de proceder del propio director. Esas cartas deben escribirse en un tono educado para explicar con claridad el motivo del desencuentro. Aunque pueda parecer lo contrario, este tipo de misivas llegan a su destinatario y pueden provocar que se tomen medidas al respecto, siempre que su contenido sea razonable.
Los motivos que frenan el traslado
Anular la cuenta de un banco y abrir otra en otra entidad no es una decisión fácil, pero en ella influyen más factores como la pereza y la falta de conocimiento financiero, que los problemas reales que pueda suponer el cambio.
En la decisión de no cambiar de banco pesan, sobre todo, la pereza y la falta de conocimiento financiero
Dejar un banco por otro se puede hacer cuesta arriba por razones, incluso, sentimentales. Es habitual trabajar durante toda la vida con el mismo banco, sin un motivo claro sobre esa vinculación. La fidelidad a la primera entidad bancaria es moneda de uso común. Tanto, que la Comisión Europea mostró hace tiempo su preocupación por el hecho de que menos de un 7% de usuarios cambie al año de cuenta corriente.
Si a pesar de todo se decide cambiar, el cliente debe tener en cuenta que la nueva entidad a la que se dirija tiene la obligación de ayudar a realizar todos los trámites, explicar cómo hacerlo y cómo se debe comunicar a la antigua entidad.
PASOS PARA CLAUSURAR UNA CUENTA
En primer lugar, hay que analizar los cargos e ingresos que se tienen en la cuenta bancaria. Esos cargos periódicos deben pasarse a la nueva cuenta corriente, de la misma forma que los ingresos, en especial la nómina. Con toda probabilidad, no son tantos los conceptos que se tienen domiciliados. Basta con comunicar a las compañías de gas, luz, agua y a la empresa donde se trabaja, que se tiene una nueva cuenta corriente donde se quieren domiciliar todos los recibos. En su mayoría, estas gestiones se pueden realizar por teléfono.
No conviene clausurar de inmediato la cuenta antigua, sinomantenerla abierta un tiempo para cerciorarse de que no llega ningún cargo.
Es probable que el banco cobre una pequeña comisión porcancelación de la cuenta, pero si no se cierra, ésta generará gastos y, cuando no quede saldo, supondrá una deuda. El antiguo titular es responsable de cubrir esos gastos y esa deuda. Si no lo hace, el banco puede pedirle que los cubra y entonces le resultará mucho más caro. Aunque dejar una cuenta a cero es gratuito y clausurarla cuesta dinero, merece la pena cerrarla. Además, es posible manifestar el desacuerdo con ese cobro, comunicarlo a la entidad y, en su caso, informar a una asociación de consumidores.
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