DEMONIOS CON SOTANA
El informe elaborado por el Comité de Derechos del Niño de la ONU, bajo el título "Pederastia Clerical de Mexicanos en México y otros países 1944-2013", es tan demoledor que obliga a la reflexión sobre la doble o triple moral con la que se conducen algunos sacerdotes que en complicidad con el gobierno han dejado en la impunidad abominables casos de abuso sexual contra niños.
El citado informe fue concluido en este mes y empezó a circular este fin de semana en donde se hace una recopilación de testimonios de personas abusadas sexualmente en su infancia y adolescencia por parte del fundador de Los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, y los sacerdotes Nicolás Aguilar y Carlos López.
En el caso del sacerdote Nicolás Aguilar se estima que abusó de entre 90 y 120 niños y niñas en comunidades de Tehuacán y Los Ángeles California e increíblemente sigue siendo encubierto por la Iglesia Católica representada en nuestro país por Norberto Rivera, en Tehuacán por Rodrigo Aguilar y en Puebla por Víctor Sánchez.
En el informe se reproducen algunos testimonios de víctimas de abuso por parte de verdaderos demonios que usan la sotana para cometer los crímenes y se refugian detrás de una cruz para librar la acción de la justicia terrenal.
"El proceso de los niños de la Sierra Negra", así se titula uno de los apartados del informe sobre los crímenes cometidos por Nicolás Aguilar contra más de 60 niños de las colonias Viveros, Aeropuerto, La Huizachera, Aviación y Emiliano Zapata, y en donde se hace el siguiente relato:
"Testimonios:
La declaración de Felipe Valladares Rivera, una de las víctimas de tan sólo 14 años en ese entonces, es conmovedora. El menor cuenta que el 27 de noviembre de 1997 el padre Nicolás lo subió a su coche y allí comenzaron los abusos sexuales: en el camino, como íbamos en el coche únicamente él y yo, empezó a acariciar mi pierna izquierda, le dije "ora qué, padre", me arrimé hacia la puerta... él me dijo que le gustaban mucho los niños, después llegamos a la capilla de la colonia Viveros".
Según la declaración de Efrén Alva Cortez, una víctima de 11 años, el 27 de noviembre de 1997, coinciden los hechos con la versión de sus amigos: "Escuché a Felipe que iba al baño y cuando regresó se acostó en medio, así que quedé en la orilla del lado del padre. De repente empezó a acariciar y a tentar en mis brazos, después en mi estómago, luego metió su mano en mi pene adentro de mi trusa y me empezó a acariciar, me agarró la mano, la metió en su trusa, la saqué y de nuevo la volvió a agarrar y a meter en su trusa".
Pese a que se abrió la averiguación previa 34/97/DRZS-26/1998 por los abusos sexuales cometidos por Nicolás Aguilar contra niños en Puebla sólo se inició el proceso penal 6/1998 y se condenó al sacerdote a un año de prisión por "ataques al pudor" pero jamás fue detenido y, por el contrario, en el 2001 consiguió un amparo federal y el proceso jamás fue reabierto.
De ese grado es la impunidad de algunos demonios con sotana protegidos por las autoridades eclesiásticas y civiles de Puebla.