La Biblia nos da algunos ejemplos de personas poseídas o influenciadas por demonios. A partir de estos ejemplos podemos encontrar algunos de los síntomas de la influencia demoníaca y formarnos una idea de cómo un demonio puede poseer. Éstos son algunos de los pasajes bíblicos:
32 Salían ellos todavía, cuando le presentaron un mudo endemoniado. 33 Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada, decía: «Jamás se vio cosa igual en Israel.» 34 Pero los fariseos decían: «Por el Príncipe de los demonios expulsa a los demonios.»
22 Entonces le fue presentado un endemoniado ciego y mudo. Y le curó, de suerte que el mudo hablaba y veía.
8 Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento.
1 Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. 2 Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo 3 que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, 4 pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. 5 Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras. 6 Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él 7 y gritó con fuerte voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.» 8 Es que él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este hombre.» 9 Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Le contesta: «Mi nombre es Legión, porque somos muchos.» 10 Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región. 11 Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte; 12 y le suplicaron: «Envíanos a los puercos para que entremos en ellos.» 13 Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara -unos dos mil- se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar. 14 Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido. 15 Llegan junto a Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor. 16 Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos.17 Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término. 18 Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con él. 19 Pero no se lo concedió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, con los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti.» 20 Él se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados.
26 Esta mujer era griega, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. 27 Él le decía: «Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.» 28 Pero ella le respondió: «Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños.» 29 Él, entonces, le dijo: «Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija.» 30 Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido.
33 Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo y se puso a gritar a grandes voces: 34 «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.» 35 Jesús entonces le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.» Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin hacerle ningún daño. 36 Quedaron todos pasmados y se decían unos a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen.»
3 Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era del número de los Doce
16 Sucedió que al ir nosotros al lugar de oración, nos salió al encuentro una esclava poseída de un espíritu adivino, que pronunciando oráculos producía mucho dinero a sus amos. 17 Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que os anuncian un camino de salvación.» 18 Venía haciendo esto durante muchos días. Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella.» Y en el mismo instante salió.
En algunos de estos pasajes, la posesión demoníaca provoca enfermedades físicas, tales como incapacidad para hablar, síntomas de epilepsia, ceguera, etc En otros casos, induce a la persona a hacer el mal, Judas es el ejemplo principal. En Hechos 16:16-18, el espíritu al parecer, da a una esclava cierta capacidad de conocer las cosas ocultas.El endemoniado de los gadarenos, que estaba poseído por una multitud de demonios (Legión), tenía una fuerza sobrehumana y vive desnudo entre las tumbas. El rey Saúl, después de rebelarse contra el Señor, estaba preocupado por un espíritu maligno (1 Samuel 16:14-16, 18:10-11; 19:9-10)
14 El espíritu de Yahvé se había apartado de Saúl y un espíritu malo que venía de Yahvé le infundía espanto. 15 Dijéronle, pues, los servidores de Saúl: «Mira, un espíritu malo de Dios te infunde espanto; 16 permítenos, señor, que tus siervos que están en tu presencia te busquen un hombre que sepa tocar la cítara, y cuando te asalte el espíritu malo de Dios tocará y te hará bien.» (1Samuel 16:14-16)
10 Al día siguiente se apoderó de Saúl un espíritu malo de Dios y deliraba en medio de la casa; David tocaba como otras veces. Tenía Saúl la lanza en la mano. 11 Blandió Saúl la lanza y dijo: «Voy a clavar a David en la pared.» Pero David le esquivó dos veces. (1 Samuel 18:10-11)
9 Se apoderó de Saúl un espíritu malo de Yahvé; estaba sentado en medio de la casa con su lanza en su mano y David tocaba. 10 Intentó Saúl clavar con su lanza a David en la pared; esquivó David a Saúl y la lanza se clavó en la pared; huyó David y se puso a salvo aquella misma noche. (1 Samuel 19:9-10)
... con un efecto aparente de estado de ánimo depresivo y un creciente deseo de matar David cuando tocaba el arpa.
Por lo tanto, existe una amplia variedad de posibles síntomas de posesión demoníaca, como un impedimento físico que no puede atribuirse a un problema fisiológico real, un cambio de personalidad tales como la depresión o la agresividad, la fuerza sobrenatural, la falta de modestia, conducta antisocial, y tal vez la capacidad para compartir hechos o acontecimientos que uno no tiene manera natural de saber. Es importante señalar que casi todos, si no todas, de estas características puede tener otras explicaciones, por lo que es importante no etiquetar a cada persona deprimida o individuo epiléptico como poseídos por demonios. Por otro lado, las culturas occidentales, probablemente no se toman suficientemente en serio que una persona pueda ser poseída por un espíritu inmundo.
Además de estas alteraciones físicas o emocionales, también se puede observar otros síntomas de tipo espiritual que pueden ser causados por influencias demoníacas. Entre estos se pueden incluir una negativa a perdonar ...
(2 Corintios 2:10-11)
10 A quien vosotros perdonéis, también yo le perdono. Pues lo que yo perdoné -si algo he perdonado- fue por vosotros en presencia de Cristo, 11 para no ser engañados por Satanás, pues no ignoramos sus propósitos.
... y la creencia y propagación de la falsa doctrina, especialmente en relación con Jesucristo y su obra redentora
(2 Corintios 11:3-4)
3 Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan vuestras mentes apartándose de la sinceridad con Cristo. 4 Pues, cualquiera que se presente predicando otro Jesús del que os prediqué, y os proponga recibir un espíritu diferente del que recibisteis, y un evangelio diferente del que habéis abrazado ¡lo toleráis tan tranquilos!
(2 Corintios 11:13-15)
13 Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. 14 Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. 15 Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras.
(1 Timoteo 4 :3-7)
3 Al partir yo para Macedonia te rogué que permanecieras en Éfeso para que mandaras a algunos que no enseñasen doctrinas extrañas, 4 ni dedicasen su atención a fábulas y genealogías interminables, que se prestan más para promover disputas que para realizar el plan de Dios, fundado en la fe. 5 El fin de este mandato es la caridad que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera. 6 Algunos, desviados de esta línea de conducta, han venido a caer en una vana palabrería; 7 pretenden ser maestros de la Ley sin entender lo que dicen ni lo que tan rotundamente afirman.
(1 Juan 4:1-3).
1 Queridos, no os fiéis de cualquier espíritu, antes bien, examinad si los espíritus son de Dios, pues muchos falsos profetas han venido al mundo. 2 En esto reconoceréis al espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo, venido en carne mortal, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; ese tal es del Anticristo, de quien habéis oído que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo.
En cuanto a la participación de los demonios en las vidas de los cristianos, el apóstol Pedro es una ilustración del hecho de que un creyente puede estar influenciado por el diablo
(Mateo 16:23).
23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!
Algunos se refieren a los cristianos que se encuentran bajo una influencia demoníaca fuerte como ser "satanizado", pero nunca hay un ejemplo en la Escritura de un creyente nacido en Cristo ser poseído por un demonio. La mayoría de los teólogos creen que un cristiano que conoce a Cristo en la intimidad no puede ser poseído, porque él tiene el Espíritu Santo morando dentro de si, ..
(2 Corintios 1:22)
22 y el que nos marcó con su sello y nos dio en arras el Espíritu en nuestros corazones.
(2 Corintios 5:05)
5 Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en arras el Espíritu.
(1 Corintios 6:19)
19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?
... y el Espíritu de Dios no comparte residencia con demonios.
No se nos dice exactamente cómo uno se abre a la posesión. Si 'el caso de Judas es representativo, abrió su corazón a la maldad-en su caso por su avaricia (Juan 12:6).
6 Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella.
Por lo tanto, es posible que si uno permite que su corazón sea gobernado por algún pecado habitual, sobre todo si se hace reiterativo y sin poner remedio, se convierte en una invitación a un demonio a entrar. De las experiencias de misioneros, la posesión demoníaca también parece estar relacionado con el culto de los ídolos paganos y la práctica del ocultismo. La Escritura en repetidas ocasiones se refiere a la idolatría como la adoración de demonios reales (Levítico 17:07):
7 En adelante no seguirán sacrificando sus sacrificios a los sátiros tras los cuales se prostituían. Decreto perpetuo será éste para ellos, generación tras generación.
(Deuteronomio 32:17)
17 Sacrifican a demonios, no a Dios, a dioses que desconocían, a nuevos, recién llegados, que no veneraron vuestros padres.
(Salmo 106:37)
37 sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a demonios.
(1 Corintios 10:20)
20 Pero si lo que inmolan los gentiles, ¡lo inmolan a los demonios y no a Dios! Y yo no quiero que entréis en comunión con los demonios.
... por lo que no es nada sorprendente que la participación con la idolatría lleven a la posesión demoníaca y un pecado reiterativo convierte a la persona en idólatras puesto que detrás de ese pecado siempre hay un demonio y que mejor adoración que la obediencia permanente al mismo.
Se puede concluir diciendo que muchas personas dan cabida en sus vidas al propio demonio a través de la acogida de pecados capitales o mediante la participación a algún tipo de culto, satanismo, etc. (a sabiendas o sin saberlo). Las adicciones a drogas, alcohol, que pueden alterar su estado de conciencia, el resentimiento, la amargura, la culpabilidad, etc.
Hay una consideración adicional. Satanás y sus huestes del mal no puede hacer nada que el Señor no permita que ellos hagan (Job 2:1-7)
1 Un día en que los hijos de Dios fueron a presentarse ante Yahvé, apareció también entre ellos el Satán. 2 Dijo Yahvé al Satán: «¿De dónde vienes?».Respondió: «De dar vueltas por la tierra y pasearme por ella». 3 Yahvé replicó al Satán: «¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra: es un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. A pesar de todo, persevera en su integridad; y eso que me has incitado para que lo destruya sin motivo». 4 Contestó el Satán a Yahvé: «Piel tras piel. El hombre da por su vida todo lo que tiene. 5 Pero trata de ponerle la mano encima, dáñalo en los huesos y en la carne; te apuesto a que te maldice a la cara». 6 Respondió Yahvé al Satán: «Lo dejo en tus manos, pero respeta su vida». 7 El Satán salió de la presencia de Yahvé.
Así las cosas, Satanás, pensando que es el cumplimiento de sus propios fines, es en realidad el cumplimiento de los propósitos de Dios, como en el caso de traición de Judas. Algunas personas desarrollan una insana fascinación por el ocultismo y la actividad demoníaca y que es propiciada por el mismo demonio. Esto, además de imprudente es correr un gran riesgo cuando lo que Dios nos pide que hagamos es precisamente defendernos de ellos mediante el combate espiritual "(Efesios 6:10-18):
10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza poderosa. 11 Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en el aire.13 Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día funesto, y manteneros firmes después de haber vencido todo.
14 Poneos en pie, ceñida vuestra cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza, 15 calzados los pies con el celo por el Evangelio de la paz, 16 embrazando siempre el escudo de la fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del maligno. 17 Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos,
Si nuestra fe está puesta en Cristo no tenemos nada que temer de los espíritus malignos, mas aun el temor en todo caso será de ellos puesto que ya Cristo los derrotó y deshizo todas sus obras.