Más de 500 detenidos en la ola de saqueos a supermercados en Argentina
La ola de saqueos que sacudió a Argentina durante las últimas 48 horas ha derivado en la detención de más de medio millar de ciudadanos. Están acusados de robos, daños, y desmanes en hipermercados, supermercados y hasta tiendas de alimentos.
Sólo en las localidades bonaerenses San Fernando, Quilmes, Beccar, Avellaneda, Munro, Tigre, Malvinas Argentinas, del cinturón urbano de la capital, donde se concentran los pobladores más pobres, ha habido 471 arrestados, algunos con antecedentes penales.
Los saqueos estallaron el jueves en los barrios periféricos de San Carlos de Bariloche, una de las principales ciudades turísticas de la Patagonia argentina con más de 100.000 habitantes, en medio de un paisaje de ensueño con lagos, praderas y montañas nevadas.
Y el efecto dominó en seguida se propagó hacia otras ciudades capitales de provincias, tales como Corrientes, Resistencia, Posadas, Viedma. También llegaron a ciudades importantes: Rosario, Gobernador Gálvez, Campana, Zárate. En Rosario, una de las ciudades con más pobres del país, Silvia Bernachea, de 30 años, murió desangrada a causa de una herida cortante en la arteria femoral, que sufrió tras romper el escaparte de vidrio de un supermercado Y un joven identificado como Luciano Carillo, o Carrizo, recibió un impacto de bala en el tórax durante un saqueo y falleció horas más tarde en el hospital público Roque Sáenz Peña. También hay un policía en grave estado por hundimiento de cráneo.
Las fuerzas policiales han resultado desbordadas por la turba, que atacaba arrojando piedras, palos, y se protegía usando placas de maderas como escudos. Efectivos de Gendarmería debieron reforzar a la policía en la represión y lanzaron gases y balas de goma.
Incluso en la autopista Panamericana, al norte de la capital argentina, los revoltosos fracasaron en el asalto a un hipermercado de la marca francesa Carrefour. Pero aprovecharon el atasco para atacar camiones de transportes de alimentos y hasta protagonizaron pillajes a los automovilistas.
Acusaciones del Gobierno
El jefe de gabinete de ministros, Juan Manuel Abal Medina, atribuyó esta cadena de desmanes al líder de la CGT Hugo Moyano y la dirigencia de los sindicatos gastronómicos y estatales, todos peronistas igual que la presidenta Cristina Fernández, pero enfrentados a su Gobierno.
"Quieren frenar la paz social", disparó la máxima autoridad después de la jefa de Estado, sin mostrar evidencias ni pruebas. Para la Casa Rosada, la violencia social es alentada por sus opositores dentro del peronismo con fines de desestabilización política.
Sin embargo, Moyano y el capo sindical, Luis Barrionuevo, usaron esa acusación para atribuir la revuelta a la Casa Rosada. "Esto lo orquestó el Gobierno para victimizarse", sostuvieron, aunque tampoco adjuntaron nada que documente esa afirmación.
Comerciantes armados
El alcalde de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, peronista no kirchnerista, responsabilizó "al gobierno nacional". "Hemos detectado autos con gente armada que no es de nuestro distrito, provocando y agitando para que se produzcan destrozos", aseguró.
"No tengo dudas de que todo esto que ocurrió en Malvinas Argentinas y en otros distritos tiene que ver con no pensar igual que el gobierno nacional, es el costo que pagamos los que no nos alineamos atrás del pensamiento único", añadió. La sospecha de que una 'mano negra' ha actuado detrás de los saqueos existe en la historia reciente. En 1989 y 2001, los presidentes no peronistas Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa sufrieron olas de saqueos, alentadas desde el peronismo que entonces se encontraba en la oposición.
Por eso ahora, los 'kirchneristas' y peronistas ortodoxos, en definitiva, dos facciones de la misma fuerza política, desconfían entre sí y se echan culpas unos a otros. Sea como sea, al mediodía de este sábado (media tarde en España) la violencia social había amainado, aunque muchos pequeños comerciantes se armaban para defender sus tiendas a balazos.