Durante el primer semestre del 2010 se denunciaron 1.261 casos
La mayoría de los agresores son familiares y amigos de las víctimas
Un total de siete menores, la mayoría mujeres, son víctimas de abusos sexuales cada día en nuestro país, según los registros más recientes de la Sección de Estadística del Poder Judicial.
Durante el primer semestre del presente año, el Ministerio Público recibió un total de 1.261 denuncias en todo el país.Muchos de los casos son cometidos por familiares y personas allegadas a las víctimas, según confirmaron la Fiscal Adjunta de Delitos Sexuales, Eugenia Salazar Elizondo y el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Rojas Vargas. Se trata en su mayoría adolescentes que dijeron haber sido toqueteadas y hasta sometidas a otros abusos sexuales.En ese mismo período (entre enero y junio), la Fiscalía conoció solamente de 117 adultos víctimas de abusos sexuales en todo el territorio nacional. Durante el 2009, las autoridades registraron 2.380 denuncias de menores sometidos a abusos; es decir, 6.5 casos por día. Ese año, 361 adultos, casi todas mujeres, también acudieron a la Policía por este tipo de delito.
El panorama de los delitos sexuales en Costa Rica es aún más grave, según la fiscal Salazar, porque hasta junio (además de los abusos sexuales) se reportaron un total de 792 violaciones. Aunque no contaba con la segmentación de casos, dijo creer que la mayoría de las víctimas son menores, y sus agresores, conocidos, “gente de su entera confianza”. “A diferencia de otros, este tipo de delito sigue aumentando. Lo terrible y doloroso es el grave daño, para toda la vida, que sufren las personas agredidas”, manifestó. Recordó que muchos de los autores de esos ultrajes son “el papá, el padrastro, un tío, un primo, el abuelo o un amigo de la familia”. “Aparecen curas, maestros, profesores, policías, entrenadores: de todo; no hay un tipo para identificar al agresor sexual, añadió. Muchos casos nunca son denunciados.
La Policía Judicial calcula que el 30% quedan “ocultos en el ámbito familiar”. El director del OIJ coincidió con la fiscal en que los ataques mediante asalto, “en un callejón mal iluminado”, son los menos. “Tenemos claro que se da en un ambiente de confianza. Los padres deben ser vigilantes y denunciar ante cualquier sospecha”, agregó. Rojas rechazó cualquier beneficio carcelario para este tipo de sentenciado. “Son delitos graves y deben purgar toda la pena”, aseveró. Al respecto, Salazar aseguró que el Ministerio Público no avala la conciliación en casos de abusos sexuales y “siempre se piensa en lo mejor para la víctima”. Hasta la semana anterior, 1.731 reos descontaban penas por abusos sexuales, casi el 20% de la población penal, según Justicia. Los presidiarios reciben “abordaje terapéutico”, y la reincidencia es muy baja”, según Ana Monge Campos, jefa de Trabajo Social de Adaptación Social. Entre los reos beneficiados con esa terapia está el cura Enrique Delgado, a quien liberaron el 7 de octubre pasado.
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