Las conexiones españolas del Vatileaks
La cosa está que arde en la Iglesia española con el caso de los papeles secretos del Vaticano que están saliendo a la luz, lo que se conoce como el Vatileaks. Hay muchos protagonistas españoles, el Opus Dei anda revuelto con el asunto, los obispos españoles también… Hay un contable español que se encuentra con resistencias a modernizar las cuentas, un mafioso enterrado en una basílica del Opus, dos 'banqueros' papales relacionados con el Banco Santander, uno de ellos también del Opus. En fin, para varias novelas.
Los puestos más delicados relacionados con el escándalo y, sobre todo, con la parte que se refiere al dinero del Vaticano están trufados de españoles. Uno de los más llamativos e importantes, pero sin embargo más desconocido, es el español Lucio Ángel Vallejo Balda, el contable del Papa. Como ha publicado esta revista, fue llamado por Benedicto XVI a Roma para modernizar las cuentas vaticanas cuando estas estaban a punto de llegar a ebullición, como se ha demostrado ahora con el Vatileaks. Y según cuentan altos dirigentes de la Iglesia cercanos a Vallejo Balda, tuvo sus primeros roces precisamente porque quiso introducir usos modernos en las contrataciones, como que se realizaran por concursos públicos abiertos. Y mira tú por donde que uno de los cargos destituidos en Roma en las fechas del Vatileaks ha sido el responsable de licitaciones y abastecimientos. Precisamente la fórmula de los concursos públicos se puso en práctica en España por primera vez con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid a la que vino el Papa el pasado verano. ¿Por qué? Por una modernización de las formas y para mejorar la imagen de las contrataciones de la Iglesia. Ojo, no sólo de la española, sino alrededor del Papa. No olviden que en nuestro famoso caso Gürtel se descubrieron chanchullos en la anterior visita de Benedicto XVI, en aquella ocasión a Valencia.
Así que el Papa, que buscaba alguien para la misión de modernización en las cuentas vaticanas, pide en España algún nombre. Quiere expresamente a un español. Le pide consejo a su amigo el cardenal Rouco Varela, que además luce ante él el éxito de la organización de la Jornada Mundial de la Juventud. En la elección del nombre es crucial la intervención del vicesecretario de asuntos económicos de la Conferencia Episcopal Española Fernando Giménez-Barriocanal, también presidente de la COPE, que señala a Vallejo Balda a pesar de que hace años, como gestor de los dineros de su obispado, vio comprometidos esos fondos porque los había invertido en Gescartera, otro de los escándalos patrios. Otra clave en el nombramiento es el capellán honorífico del Papa, el español Francisco Froján, que lo conoce desde los tiempos de sus estudios de teología en Roma.
Un detalle sobre que no hay que saltarse es que en la Conferencia Espiscopal hace un par de meses daban por inminente que el Papa hiciera obispo a su contable español. Hace un par de meses. Justo antes del Vatileaks, que tiene los asuntos económicos como el centro del huracán.
Volvamos a Rouco, y no olvidemos que el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal es, entre otros cargos en Roma, uno de los miembros del consejo de cardenales para el estudio de los problemas económicos y organizativos del Vaticano. Ojo al dato.
Ahora vayamos al Opus, una de las grandes organizaciones de la Iglesia y nacida en España. Empiezo por la parte más pintoresca. Es la parte de la historia en la que se cruzan Vatileaks, Opus y un mafioso. En manos de Dan Brown la historia daría para nuevas partes de su best-seller El Código da Vinci. En el Opus se quejan de la mala suerte que han tenido. En el caso Vatileaks ha vuelto a resucitar el caso de la desaparición de la niña Emanuela Orlandi, hija de un trabajador del Vaticano, en 1983. Un caso que se relacionó con el escándalo de la Banca Vaticana (el Instituto para las Obras de la Religión) la muerte del banquero Roberto Calvi, ahorcado en un puente de Londres, la logia masónica P-2… Paro, paro que nos perdemos. Ahora se ha pedido que se exhume en cadaver del mafioso Enrico De Pedis para aclarar la desaparición de la niña. Y el mafioso está enterrado en la basílica de San Apolinar, que ahora (no en el momento del entierro del mafioso) está regida por el Opus. Vaya marrón.
Pero la bomba para el Opus ha sido la destitución de Ettore Guido Tedeschi, que había sido nombrado en 2009 presidente de la banca vaticana. La destitución ha sido realizada con unos modales nunca vistos en el Vaticano, con un comunicado público en el que lo ponen a caldo. El ha dicho que no responde, que calla lo que sabe para no perjudicar al Papa… Y en la destitución todos apuntan al secretario de Estado del vaticano Tarcisio Bertone y sus presuntos manejos contra el Papa. Tampoco le pierdan de vista para esta historia. Bertone ha llenado el Vaticano de salesianos y otros, como por ejemplo los del Opus, pierden influencia.
Tedeschi era el hombre de Emilio Botín en Italia, ya que presidía su filial en este país. En el consejo del banco vaticano también está Manuel Soto Serrano, ni más ni menos que vicepresidente cuarto del Banco Santander. Ambos estaban especializados en temas relacionados con la ética empresarial y por este prestigio fueron llamados a los puestos de responsabilidad vaticana.
Más españoles. En este caso el que no está. Algunos echan de menos al anterior portavoz vaticano, Navarro-Valls, que trataba personalmente mucho con el Papa, a diferencia del actual portavoz que, dicen, apenas habla con él. No mantiene bien informado al Pontífice ni hace bien de portavoz de la Santa Sede, dicen algunos.
Otro de los asuntos que han salido a la luz con el Vatileaks ha sido una carta en la que se descubre que estuvo a punto de aprobarse la liturgia del Camino Neocatecumenal (el movimiento dirigido por el español Kiko Argüello) sin que el responsable directo en el vaticano fuera informado. Por encima de él se encuentra el cardenal español Antonio Cañizares es el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino. Cañizares, por otra parte, la otra facción poderosa dentro de la Conferencia Episcopal Española tras la de los seguidores de Rouco, no enfrentados entre ellos hasta ahora.
En definitiva, mucho protagonismo español, un Papa que dice que vino a limpiar la Iglesia y que parece que para ello mira a veces hacia España… y a veces no. No me atrevería a decir si para bien o para mal.
Detrás de todo, la sucesión del Papa. ¿Recuerdan que he citado a Rouco y Cañizares? ¿Qué papel van a jugar en este juego?