18 El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos 19 y proclamar un año de gracia del Señor.
20 Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. 21 Comenzó, pues, a decirles : «Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy.» 22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca.
Y decían: «¿Acaso no es éste el hijo de José?» 23 Él les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu patria.» 24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.» 25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país; 26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. 27 Y muchos
leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»
28 Al oír estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira 29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle. 30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó."
"Esta Escritura que acabáis de escuchar se ha cumplido hoy" y todos los que estaban en la sinagoga de Nazaret se quedaron admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca.
Poco duró esa admiración, en seguida empezaron a decir: pero bueno ¿acaso no es éste el hijo de José y María? ¿Acaso no conocemos a sus hermanos? ¿No es éste el hijo del carpintero? Si se ha criado entre nosotros a quien pretende engañar. Como lo conocían, no reconocieron en él al Cristo. A tal extremo llegó la situación que querían despeñarlo, pero como no era llegado su momento, se abrió paso entre la gente y se marchó.
Hace algunos años hice un viaje a Aachen (Alemania) a la antigua capital del Sacro Imperio Germánico, la antigua Aquisgran. Recuerdo que aunque para mi era complicado ausentarse de mi trabajo, todo se configuró de tal manera que me pude ir con facilidad, era com si algo o alguien me arrastrara a realizarlo. Acompañaba a una persona muy querida a un congreso en esa ciudad, mi estado de ánimo era de expectación.
Coincidía también que treinta o cuarenta días antes había encontrado el Evangelio de Juan en el suelo de la calle donde vivía, para mi fue un hallazgo que le di mucha importancia, la importancia de un regalo que Dios me hacía y por supuesto me acompañó en el viaje. Por otro lado cada vez que abría la Biblia al azar se repetía la lectura de este Evangelio y en mi mente resonaban las palabras de Jesús "la Escritura que acabáis de escuchar se ha cumplido hoy". El día anterior a mi partida se presenta en casa una amiga de Albacete que sin avisar venía a pasar unos días con nosotros, le expliqué la situación, le dejé las llaves de la casa y le pedí que se quedara en ella, como si fuera su casa, hasta la vuelta.
Un jueves por la tarde nos fuimos, pernoctamos en la ciudad de Aachen y al día siguiente mientras que la persona a la que acompañaba iniciaba su jornada de trabajo, yo me fui a visitar la ciudad con el evangelio de Juan en el bolsillo de mi chaqueta. Entré en la Catedral de Aachen y allí en ese ambiente de paz y silencio me puse a leer y meditar el evangelio que llevaba, oí misa y al cabo de unas tres horas de estar en la catedral salí al exterior, paseé por las calles del casco antiguo y como el tiempo estaba cumplido me encaminé al hotel para irnos todos juntos a comer.
Al llegar al hotel oigo a uno de los acompañantes de congresistas que le decía a otra persona si se había dado cuenta de como estaba la ciudad llena de caballos, sentí como sí la pregunta me la estuvieran haciendo a mi y reconocía, en mi interior, que aunque había estado paseando por ella, no había visto nada. Decidí que una vez comiera me iría en busca de tanto caballo.
Efectivamente, pude comprobar luego de la comida, que la ciudad estaba tomada por numerosos caballos, estos eran de cartón piedra, de diferentes colores y cada uno de ellos representaba las distintas actividades que profesionalmente el hombre realiza en su vida cotidiana; así los había que representaban la informática, otros la pintura, otros la minería, otros la investigación, otros la medicina, etc. Miraba a todos ellos con atención expectante y llegué al último, como si de un fotograma se tratase, en la parte más alta de la fachada de una torre, dos caballos en dirección ascendente escoltaban a un unicornio dorado que iba entre ellos también en la misma dirección. Me quedé asombrado y guardaba cada detalle en mi memoria pensando que cuando llegara a casa tenía que desentrañar este misterio que sin duda algo quería decirme.
El viaje de vuelta lo hicimos desde Colonia a Barcelona en vuelo directo pero desde Barcelona a Alicante por los problemas en el avión que nos tenía que traer, nos pusieron un autobús que nos dejó en Alicante; a decir de los viajeros, fue un viaje horroroso máxime cuando nos tuvieron en el aeropuerto de Barcelona bastante tiempo en espera. En mi caso concreto como iba dándole vueltas a los caballos y al unicornio se me hizo corto.
En casa ya junto con nuestra amiga empezamos a desentrañar el misterio de los caballos, lo que nos quería decir era lo siguiente:
Después de estudiar la simbología del caballo vimos que el mismo representa la muerte, muerte que abre paso a un nuevo nacimiento, además, el caballo nos habla de manera colectiva, por lo tanto no se trataba de un mensaje exclusivamente para mi sino que se refiere a la comunidad.
Por otro lado el unicornio representa la pureza, la castidad, la alegría, en definitiva y durante mucho tiempo ha simbolizado a Cristo, por lo tanto ya podemos afirmar que:
Para subir, llegar, ascender al Cristo es necesario que muramos a las cosas del mundo.
Mensaje que todo cristiano conoce por lo tanto yo me quedé queriendo conocer más.
Como nuestra amiga tenía que coger el autobús para volverse a Albacete y la hora de salida del mismo era sobre las 21:00 horas, decidimos acompañarla con tiempo suficiente y tomarnos una tapa en algún restaurante de la zona. Así hicimos, vimos alguno de los más cercanos pero no nos gustaron y un poco más retirado vimos uno cuyo nombre se podía leer, se llamaba EL CABALLO. A ninguno nos albergó duda alguna al leer su nombre por lo tanto hacia el nos dirigimos, como sería nuestra sorpresa que cuando llegamos y a la puerta del mismo había un tiovivo de caballito y en el punto más alto un unicornio blanco.
¿Qué hicimos? Sin pensarlo, nos subimos a él y nos paseamos queriendo significar que nos hacíamos como niños para llegar al Cristo.
Ya con posterioridad volví a abrir la Biblia y me volvió a salir el mismo pasaje del evangelio y conforme leía "esta escritura que acabáis de escuchar, se ha cumplido hoy" recordé todo lo acontecido tanto en Aachen como en el tiovivo y deduje que a todo cristiano se le cumple lo mismo que a Jesucristo la profecía de Isaías. Por tanto gracias al bautismo, al vino bueno (el Espíritu Santo) y a la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, somos profetas y hasta el Cristo mismo.
¿Quien nos impide por lo tanto consolidarnos en esta posición crística? Sin duda alguien que tiene mucho interés en que esto no suceda, el diablo y nos mete el mismo pensamiento que a los compatriotas de Jesucristo, los nazarenos, actuando sobre nosotros mismos con pensamientos de este tipo ¿es que se te ha ido la cabeza? Pero bueno, ¿que te crees tu?, etc.
Nuestra obligación como cristianos y sabido quienes somos realmente, espiritualmente hablando y ante situaciones de este tipo, lo primero rechazar al diablo y en segundo lugar pedir al Padre que se cumpla su voluntad, que coincide con la profecía de Isaías, en nosotros.
stagduran
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