La Iglesia de EE UU protegió sus fondos de las demandas por abusos sexuales
El cardenal de Nueva York y actual presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Timothy Dolan, pidió permiso al Vaticano en 2007 para transferir 57 millones de dólares de un fondo para cuidado de cementerios a uno fiduciario con el fin de proteger los bienes de la Iglesia Católica de la avalancha de demandas por abusos sexuales. El dinero que se deposita en un fondo de este tipo es independiente del patrimonio de quien lo contrata, en este caso la Iglesia Católica, por lo que es inembargable. Estos movimientos económicos aparecen recogidos en 6.000 documentos que salieron a la luz el lunes tras un pacto en el juicio que enfrenta a la archidiócesis de Milwaukee y a 575 víctimas de abusos.
A medida que las víctimas de abusos sexuales presentaban sus denuncias, Dolan supervisaba un plan para poder pagar a los abusadores para que abandonaran la Iglesia. El cardenal, y arzobispo de Milwaukee entre los años 2002 y 2009, negó rotundamente estas acusaciones. "Estos son ataques viejos y desacreditados", argumentó Dolan en un comunicado tras la publicación de los archivos.
Entre los archivos hay una carta que Dolan envió al Vaticano en la que se explica esta transferencia de fondos en 2007: "Con este movimiento preveo una mejor protección de los fondos ante cualquier reclamo legal o de responsabilidad", recoge. El Vaticano aprobó la solicitud en cinco semanas, según muestran los archivos. El Derecho Canónico exige a los obispos solicitar la autorización del Vaticano para cualquier venta de propiedades o transferencia de activos en cantidades significativas.
Las víctimas y sus abogados acusaron a Dolan, hoy la mayor autoridad católica del país, de quiebra fraudulenta.
Las víctimas y sus abogados acusaron a Dolan, hoy la mayor autoridad católica del país, de quiebra fraudulenta. "Estos documentos muestran que si se desea transferir dinero para protegerlo de los supervivientes (de los abusos) pueden hacerlo a la velocidad del rayo", dijo Jeff Anderson, abogado de parte de las víctimas en un comunicado.
Los archivos incluyen documentos personales de más de 42 sacerdotes abusadores que abarcan más de 80 años de historia de la archidiócesis de Milwaukee. Los nombres de las víctimas se han protegido.
Dolan es uno de los cardenales más queridos en EE UU. En muchas ocasiones ha expresado su indignación personal hacia el daño causado a los niños y se ha comprometido a curar a la Iglesia de abusadores. Los archivos también revelan que persuadió a sacerdotes acusados de abuso para que abandonaran voluntariamente la Iglesia a cambio de sustanciosos beneficios, y cómo frenó los procedimientos canónicos impulsados desde Roma para echar a los que no cooperaban. En una ocasión, el Vaticano tardó cinco años en expulsar a un sacerdote abusador, según informa The New York Times.
"A medida que las víctimas se están organizando y se hacen públicos más casos, la posibilidad de un escándalo es cada vez más real", escribió Dolan en 2003 en otra carta dirigida al entonces cardenal Joseph Ratzinger, jefe de la oficina vaticana encargada de manejar los casos de abusos hasta convertirse en el papa Benedicto XVI en 2005.
La archidiócesis de Milwaukee se declaró en bancarrota en el año 2011. Según informaron, esto se debió a los crecientes gastos ocasionados por las continuas demandas de abusos sexuales cometidos por los sacerdotes. En el momento de la quiebra, la Iglesia Católica de EE UU había alcanzado acuerdos con cerca de 200 víctimas. El año pasado dijo que había gastado más de 30 millones de dólares en juicios e indemnizaciones. Fue la octava archidiócesis en entrar en bancarrota en EE UU.
stagduran
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