Aún así, el Pontífice admitió que los hechos no lo tomaron por sorpresa
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI dijo que los abusos sexuales de parte del clero representaron para él un "shock enorme" y subrayó que había que agradecer a los medios de prensa por haberlos revelado, aunque se "complacieran en desprestigiar a la Iglesia".
Las afirmaciones del pontífice -que ayer nombró 24 nuevos cardenales- están contenidas en el libro del periodista y escritor alemán Peter Seewald, en el cual el Papa justifica por primera vez la posibilidad del uso del preservativo.
Interrogado sobre el escándalo de pedofilia en el clero, el pontífice admitió que los hechos no lo habían tomado "totalmente por sorpresa", ya que, como responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se había ocupado de esos casos. "Aun así, las dimensiones fueron para mí un shock enorme", agregó.
"Ver el sacerdocio repentinamente ensuciado de este modo, y con él la misma Iglesia Católica, fue muy difícil de soportar", dijo el Papa, aunque añadió que "fue importante en ese momento no dejar de tener presente que en la Iglesia existe el bien y no sólo estas cosas terribles".
En cuanto a la cobertura dada por la prensa a los abusos sexuales, Benedicto XVI sostuvo que "es evidente que la acción de los medios no estaba guiada solamente por la pura búsqueda de la verdad, sino que existía también una complacencia de poner a la Iglesia en la picota y, de ser posible, desprestigiarla".
Aunque puntualizó que "era necesario que una cosa quedara en claro: mientras se trate de llevar a la luz la verdad, debemos agradecerlo", porque además "los medios no podrían haber publicado esas noticias si en la Iglesia misma no se hubiera encontrado el mal".
"Sólo porque el mal estaba dentro de la Iglesia los demás pudieron lanzarlo en su contra", dijo Benedicto XVI.
Preguntado por la presencia de la mujer en la Iglesia, Joseph Ratzinger afirmó que la Iglesia "no tiene facultad alguna" para poder ordenar mujeres sacerdotes. Subrayó que "no se trata de no querer, sino de no poder" y afirmó que Cristo ha dado una forma a la Iglesia con los doce apóstoles, sus sucesores, los obispos y los sacerdotes, todos hombres.
"No hemos sido nosotros los que hemos creado esta forma de Iglesia, seguirla es un acto de obediencia, tal vez una de las obediencias más pesadas. No podemos hacer lo que queramos, tenemos que atenernos a la voluntad del Señor", señaló, para añadir que las funciones de la mujer en la Iglesia son "muy grandes y significativas" y que por ello no se puede hablar de "discriminación".
En otro pasaje del libro, Benedicto XVI fue interrogado sobre la prohibición, en Francia, del burka , el velo islámico integral: "No veo motivos para una prohibición general", dijo el Papa, pero añadió: "Se dice que algunas mujeres no llevan el burka de forma voluntaria y eso es propiamente dicho un ataque contra la mujer. Por supuesto que no se puede estar de acuerdo con ello".
"Pero si quieren llevarlo voluntariamente, no sé por qué se les debe prohibir", apuntó.
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