Durante décadas, los turistas han visitado en Barcelona las torres serpenteantes de la icónica basílica de la Sagrada Familia, pero 128 años después de que comenzara su construcción los fieles católicos pudieron orar allí por primera vez este domingo.
El Papa Benedicto XVI ofició una misa para bendecir la iglesia diseñada por el legendario arquitecto Antoni Gaudí, cuyas obras maestras se esparcen por toda la Ciudad Condal.
El Papa consagró la Sagrada Familia durante su visita a España, después de reunirse con los peregrinos que recorren el camino de Santiago, patrón de España, el sábado en Santiago de Compostela.
Aunque no está previsto que los trabajos en la compleja y pintoresca Sagrada Familia terminen hasta dentro de unos años, se hizo mucho para dar la bienvenida al Pontífice, como la instalación de vidrieras en el último momento.
Jordi Bonet Armengol, arquitecto jefe de la catedral y séptimo sucesor de Gaudí, esperaba que la visita del Papa aportara el impulso que se necesita para terminar los trabajos.
Bajo las instrucciones de Gaudí, que murió en 1926, la construcción se financia solamente con donaciones privadas y las ofrendas que dejan los visitantes.
Espiritualidad y estímulo
“La catedral es un lugar para todos porque ha sido construida por todos”, sostuvo Bonet.
“El Papa nos lleva un mensaje de espiritualidad y nos da un estímulo para acabar con la obra de la catedral (…) Muestra que a través del arte podemos conseguir la espiritualidad que la gente necesita tanto”.
Falta mucho para que la iglesia esté terminada, como levantar la torre central de 170 metros. Pero Bonet ha prometido que no se tardaría otro siglo, siempre y cuando los visitantes sigan siendo generosos.
En el pasado, el flujo de turistas era más bajo y a veces la iglesia ha tenido problemas para pagar a sus trabajadores, según Bonet.
Ahora, se siente maravillado de que la Sagrada Familia reciba hasta 10.000 visitantes por día para ver un edificio que ni siquiera está terminado.
Cuando esté acabado, el elaborado diseño de Gaudí contará con 18 torres dedicadas a los 12 apóstoles, cuatro evangelistas, Jesús y la Virgen María.
Las intrincadas esculturas que detallan la vida de Cristo hicieron que el trabajo fuera mucho más intenso de lo que inicialmente se pensaba, especialmente cuando empezaron a crecer hacia el cielo. Actualmente están siendo en parte ejecutadas por el escultor japonés Etsuro Sotoo, que ha trabajado en la catedral durante muchos años.
Según Bonet, cuando a Gaudí se le preguntó si la Sagrada Familia era la última de las grandes iglesias en ser construidas, dijo: “No, es la primera de una segunda serie de grandes catedrales”.
“El templo es único en el mundo. Es la obra de un genio, que también fue un cristiano ejemplar”, dijo el cardenal y arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach.
La construcción de un túnel de alta velocidad por debajo de la iglesia ha provocado temores a que pueda dañar la arquitectura, pero hasta ahora no ha causado daños.
Después de la consagración, la iglesia empezará a celebrar misa con capacidad para unos 9.000 fieles, nueve veces más que en la catedral de Barcelona.
Fuente: Reuters
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