Google pone 'al volante' a un invidente
Steven Hall viaja a bordo del coche con piloto automático de Google. / Google
En la cartera de proyectos que Google maneja, probablemente, uno de los que más interés suscite es el de un piloto automático para vehículos bautizado como 'Self-Driving Car'. Cuando han pasado más de dos años desde que los de Mountain View anunciasen que trabajaban en la idea, la compañía ha sentado 'al volante' de un coche equipado con este a un invidente para probar el funcionamiento de este prototipo y ha colgado en YouTube un vídeo para dar muestra del resultado final.
El voluntario para subir a bordo del Toyota Pirus con autoconducción ha sido Steve Mahan, un hombre estadounidense que tiene una discapacidad visual de un 95%. "Estoy muy por encima de lo que se considera estar legalmente ciego", comenta en las imágenes mientras enumera un sinfín de actividades que quedan fuera de su alcance. El clip muestra como el coche sigue perfectamente las señales de tráfico y gira solo. "Sin manos ni pies", bromea el invidente mientras alza las manos. El pasajero no hace absolutamente nada durante el trayecto. Bueno si, devora un taco que acaba de encargar. Y no lo ha hecho antes de iniciar el trayecto, sino que ha aprovechado una parada en un restaurante de comida rápida para recoger el pedido. La otra parada, delante de una lavandería para recoger la colada. Cuando llega a su casa, Mahan abre la puerta, despliegua el bastón y sigue su camino. "Me daría la independencia y la felixibilidad para poder donde cuando quiera", afirma respecto al prototipo de Google. Esto es posible gracias a un sistema compuesto por radares, que trabajan para identificar la posición de objetos cercanos; un láser, que radiografía el entorno; así como varios sensores que facilitan la ubicación del vehículo. Gracias a una cámara integrada, se detectan imágenes como semáforos u otro tipo de señalizaciones.
Google explica en su plataforma de video que la prueba realizada con Mahan era una ruta "cuidadosamente programada" y que de momento, es un "experimento técnico". No obstante, los responsables del proyecto afirman que se trata de una mirada prometedora sobre el nivel de automatismo que un día se puede llegar a alcanzar. "Siempre que se cumpla con los estándares de seguridad", concluyen.
¿Reducción de accidentes?
En el cuartel del gigante californiano afirman con contundencia que todos esta futura raza de automóviles podrían ayudar a reducir la siniestralidad en la carretera, así como ayudar al ahorro de energía al facilitar una conducción eficiente. Son ideas que Eric Smidht, presidente de Google, ya subrayó en el pasado Salón de la Telefonía Móvil de Barcelona cuando preconizó una sociedad dividida en castas tecnológicas con robots que faciliten el día a día de muchas personas. "Están más cerca de lo que creemos", sentenció el directivo al hablar de una realidad, que con pruebas como estas, parece estar algo más cerca.
Fue en 2010 cuando la compañía responsable del buscador más conocido de la red comenzó a hablar de coches con piloto automático. En aquel momento, probó en California un primer prototipo. La prueba resultó un éxito. El vehículo consiguió rodar más de 225.000 kilómetros sin conductor, aunque estuvo sometido a un estricto control por parte de los desarrollador de Google. Ese mismo año, hizo otra prueba con una remesa de siete utilitarios más (un Audi TT y seis Toyota Pirus), que equipo con varios sensores con conexión a Internet y acceso a Google Maps y a sus servidores. Se consiguió que los vehículos avanzasen cientos de kilómetros sin que ninguna persona interviniese. Esta 'flota' también recorrió decenas de miles de kilómetros con acciones básicas de los responsables del test, que ocurrían de forma muy ocasional, como frenar en caso de toparse con una situación diferente.
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