BARCELONA- La ofensiva de ERC y de ICV ante la próxima visita del Papa a Barcelona no se detiene. Al contrario. Ayer fue el secretario de Inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós (ERC), el que arremetió contra Benedicto XVI. «Entre el imán de Lleida y el Papa me lo pone difícil para escoger; estamos viendo dos versiones bastante retrógradas y conservadoras de sus propias religiones», dijo en una entrevista a la emisora Rac1. «Quizás ganaría el imán de Lleida (en cuanto a retrógado)», concluyó. Hay que recordar que el imán de Lleida ha sido acusado por las autoridades municipales de Lleida de inculcar «tintes fundamentalistas» entre sus seguidores y de provocar problemas de convivencia con la comunidad musulmana.
Las palabras de Amorós fueron replicadas por la consejera de Trabajo, Mar Serna, que ayer ejerció de portavoz del Gobierno catalán tras la reunión semanal del Ejecutivo. Serna, que confesó no haber escuchado las declaraciones del secretario de Inmigración, subrayó que «no se puede comparar un imán con un Papa». «Es cierto que son dirigentes espirituales de dos religiones, pero el Papa tiene un añadido, que es el jefe de un Estado, el Vaticano. Por tanto, no se puede comparar». Así, se desmarcó de la beligerancia de sus socios de gobierno.
Quien también terció en la polémica para reprender a Amorós fue el propio alcalde de Lleida, Àngel Ros (PSC), acostumbrado a lidiar con el imán Abdelwahab Houzi. Según Ros, las declaraciones del secretario de Inmigración son «irresponsables, inoportunas y desafortunadas» y tienen «una clara intención de herir la sensibilidad de los ciudadanos». «Declaraciones de estas características tienden a dificultar los procesos de integración y a herir a todos aquellos ciudadanos que tenemos creencias y convicciones religiosas», afirmó el alcalde de Lleida, católico practicante.
Ros, además, quiso destacar que para él la visita del Santo Padre es un es «un momento de dicha» y representa «un aprecio especial hacia algo tan emblemático como es la Sagrada Familia, Barcelona y Cataluña».
Por su parte, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, tachó las palabras de Amorós de «ofensa insultante» y reclamó al presidente de la Generalitat, José Montilla, su «cese fulminante». Camacho remarcó que si Montilla no lo cesa, «hará suyas» las palabras del secretario de Inmigración. Añadió, finalmente, que el tripartito «no podía acabar peor».
El plante a Benedicto XVI
No obstante, es del todo improbable que el presidente de la Generalitat opte por cesar a Amorós por su salida de tono. Montilla, de hecho, apenas ha dado instrucciones a sus consejeros en relación a la visita del Papa, según fuentes del Govern. Lo único que sí ha dejado claro es que los consejeros pueden ausentarse libremente de los actos oficiales que se celebrarán durante la visita de Benedicto XVI porque la Generalitat está suficientemente bien representada con el presidente y el vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira, máximo responsable de Asuntos Religiosos del Govern.
Los consejeros de ERC –a excepción de Carod– y de ICV planean plantar al Papa en la misa que Benedicto XVI oficiará en la Sagrada Familia, a la que todo el Govern está invitado.
En cambio, el titular de Economía, Antoni Castells; y el titular de Educación, Ernest Maragall, piensan acudir. Queda por ver qué harán la consejera de Justicia, Montserrat Tura, y la de Trabajo, Mar Serna, que no han tomado una decisión. «Dependerá de la agenda, no lo he decidido», explicó Serna.
1 comentario:
Vamos a ver Oriolcete resulta que estás conviviendo de continuo con el imán de Lérida y no te quejas y aprovechas la cercanía de la visita del Papa para injuriarle a costa del susodicho imán? Te equivocas de plano porque el imán al que haces referencia es como tu, un potencial terrorista. Por lo tanto se parece mucho mas a ti.
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