El origen de la Santería, Macumba y Vudú se registra a partir de 1520, con la llegada al continente americano de los africanos yorubas, quienes temerosos de ser castigados por herejes empalmaron sus deidades u orishas con los santos cristianos de sus amos, los conquistadores europeos. También se considera que el trasfondo del sincretismo que ocurre entre la religión Yoruba y el Cristianismo fue debido a la creencia de la negritud de que sus amos poseían un poder vital superior al de ellos. De lo contrario, los blancos serían los esclavos y no ellos, los negros. Además del sincretismo que se origina en los tiempos de la esclavitud existen coincidencias devocionales entre yorubas y católicos.
Según explica Rosa María Campos en su artículo sobre estos cultos en la serie “Al encuentro de lo sagrado”, que publica periódicamente el Diario de Xalapa, la religión Yoruba: Santería en Cuba, Miami y Nueva York; Macumba en Brasil; Vudú en Santo Domingo y Haití, como la religión Católica es monoteísta. Reconoce a un solo Dios, Primero y Único, Esencia, Sustancia y Vida. Pero a diferencia de un católico, para un devoto yoruba es imposible comunicarse con Dios sin el auxilio de sus santos o deidades mediadores: los Orishas.
Yoruba se ha extendido en América, también en Europa. ¿Se deberá al derrumbe de algunas religiones tradicionales? o bien porque este culto no ofrece recompensas en el más allá, sino en el ahora y el aquí, lo que ha convertido a la Santería, Macumba y Vudú en la religión de los desdichados del mundo, quienes en su desamparo y desesperación se abrazan a esta creencia para mitigar su abrumadora carga de miseria, no obstante que tengan que invertir buenas cantidades de dinero en ritos y ofrendas para congraciarse con los Orishas, sus mediadores con lo Divino, para tenerlos contentos, obtener salud, amor, dinero y además poder, para que a su vez el devoto pueda aplicarlo en curaciones y encantamientos.
Resulta interesante conocer la concepción Yoruba de la Divinidad y enterarse de cómo se origina el sincretismo entre los Orishas y los Santos católicos. “Obatalá, por ejemplo, se empalma con la Virgen de las Mercedes. Obatalá es la deidad de la paz y la armonía. Recibió sus dones de Olofi, el Dios Creador, cuando se cansó de reinar sobre la tierra. Este Orisha es protector de ciudades y templos. Se viste de blanco y se le reconoce como un caballero con una lanza en las manos. Cura todos los males mentales, pero para ello, el sacerdote Babalo o Barilocha tiene que verter agua de coco sobre la cabeza del doliente.
Changó o Santa Bárbara, es el santo del fuego y el rayo. Otorga poder sobre los enemigos y también es símbolo del placer sensual. Se le invoca para que apacigüe una fuerte tempestad. Para ello se queman palmas bendecidas por la Iglesia Católica, precisamente el Domingo de Ramos. Su color es el rojo. Elegguá se le representa como Santo Niño de Atocha o San Antonio de Padua. Este Orisha abre todas las puertas a las oportunidades y aparta al creyente todos los obstáculos. Para obtener su gracia hay que colocarle puros o cigarros encendidos. Este Orisha es adicto al tabaco. Esta deidad se viste de morado.
Oshún es Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Patrona Cuba, del oro, el amor y los matrimonios. Es la deidad de las aguas fluviales y la Venus del continente africano. Es una mujer bella, coqueta que siempre lleva un espejo en la mano. Su color: el amarillo. Oggún, San Pedro, el Orisha de la guerra proporciona trabajo a los desempleados. Él junto con Changó, son los santos yorubas muy populares en Cuba. A Oggún se le ponen ofrendas para proteger los empleos, y en las tiendas para que lleguen clientes. Se le invoca para las curaciones difíciles especialmente en tumores y afecciones de la piel.
Orúnla o San Francisco de Asís, abre las puertas del pasado y del futuro. Es el dueño de la Tabla de Ifá, por medio de la cual se puede adivinar el futuro. Se cuenta que Changó tenía en su poder la Tabla de Ifá pero que se la cedió a Orúnla a cambio de que le concediera habilidades para la danza. Orúnla nada tiene que ver con hechizos ni curaciones, solo tiene poder para la adivinación. Yemayá o Virgen de Regla, Patrona Del Mar, reina de la fertilidad y la maternidad. La deidad más amada de los yorubas. Su color es el azul.
La Trinidad Yoruba Olofi- Olordumare-Olorun
Como a los practicantes y devotos de la religión Yoruba les resulta difícil entender toda la grandeza de un Dios Único, lo dividen en tres: Olofi, quién que trata directamente con los Orishas y los hombres. Olordumare quién representa la ley universal y Olorun, la fuerza vital, la energía universal. Olodumare creó al primer hombre y se equivocó, pues al crearlo a su imagen y semejanza: bello, inteligente, poderoso e inmortal, este hombre se volvió arrogante, engreído y traicionó a su propio creador.
Entonces Olodumere decepcionado trato de destruir a Omo Oba, (así se llama el primer hombre yoruba), pero como es inmortal logró esconderse en las entrañas de la tierra, de donde sale para incitarnos a infringir todas las leyes y cambio su nombre por Olosiy. Pasó mucho tiempo y Olodumare creó a otro hombre: Obatalá, para que él gobernara a la tierra, pero ya no le otorgó la inmortalidad y además le puso a Olofi, para que lo vigilara. Olofí es uno de los tres espíritus que complementan la trinidad de Olodumare.
Ya instalado en la tierra, la primera tarea de Olofi, para asegurar la paz, fue poner en manos de Obatalá once mandamientos, casi idénticos a los de la religión Católica y Obatalá obediente siguió las instrucciones de Olofi. Y para siempre se vistió de blanco. Obatalá se identifica como un hombre a caballo, sosteniendo una lanza en la mano. Su esposa Oddudúa, es una negra que se representa sentada amamantado a un niño. De la unión de Obatalá y Oddudúa nació Yemaya, de quien, a su vez, nacen catorce dioses, entre ellos Changó y Oshun, la venus del panteón yoruba. Después los yorubas agregaron a su lista más dioses como Babalú Ayeé, patrón de los enfermos y el Elegguá.
Las Siete Potencias
Obatlá, Elegguá, Changó, Oggún, Orúnla, Yemaya y Oshún son conocidos como las Siete Potencias, que corresponden a los siguientes santos católicos: Obatalá (padre de los orishas yorubas es Nuestra Señora de la Merced), Eleggua (San Antonio de Padua o santo Niño de Atoche), Changó (Nuestra Señora del Monte Carmelo o Santa Bárbara), Oggúm (San Pedro), Orúnla (dueño de la Tabla Ifá, sistema de adivinación de la Santería en el que se emplean caracoles marinos), San Francisco de Asís), Yemaya (Nuestra Señora de Regla, la deidad de las profundidades oceánicas, la que posee todos los atributos míticos de la luna), Oshun (Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. Mamá Cachita, Yeyé -Cari y Yeyémaru).
Según los yorubas, unidas estas deidades tienen una fuerza avasalladora. Fuerza que trabajara en beneficio del creyente para que resuelva cualquier problema, por difícil que se le presente. También obteniendo la gracia de estos siete Orishas unidos en su trabajo, el devoto encontrara paz, armonía, amor y oro. Se le abrirán todas las puertas que él toque y se apartaran de él todos los obstáculos en su camino.
Pero para lograr la gracia de estos Orishas hay que instalarles un altar que deberá ser fiesta de colores y de olores, utilizando para ello siete velas de diferentes colores. Bellos platitos con comida y dulces; vasos con agua de coco y ron. También puros, cigarros, vasijas llenas de mil, piedras, caracoles, girasoles naturales, para situar en medio de todo esto siete estatuillas que representen a las Siete Potencias y así obtener de ellos permanentemente “ire” ( buena suerte) y “ache” gracia y poder. Las peticiones tendrán que hacerse en Yoruba, para que las entiendan.
Fuente: RIES (Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas)
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