Como una “figura enigmática” y un “falso profeta” calificó el Papa Benedicto XVI al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, en el libro La luz del mundo. El libro relata las conversaciones del pontífice con el periodista alemán Peter Seewald mismo qué salió a la venta en Europa el 23 de noviembre. En ocasión del reconocimiento que el Papa hizo de Maciel como “figura falsa” y “falso profeta”, nos lleva a recordar la autocomplacencia y tolerancia de la jerarquía católica en varios delitos sexuales cometidos por sacerdotes contra menores de edad.
En Los Ángeles, el Cardenal Roger Mahony se vio forzado a decir: “Pido perdón nuevamente a todos los que han sido ofendidos, que han sido abusados por sacerdotes, diáconos, hombres o mujeres religiosos, o por laicos”. Se trata de 508 víctimas de abuso sexual por parte de religiosos que le costaron un arreglo legal a esa arquidiócesis por 660 millones de dólares. Por su parte, el caso que inició en Boston en 2002, donde se tuvo que indemnizar con 84 millones de dólares a 552 víctimas de abusos sexuales en su mayoría menores de edad, en donde se vio involucrado el Cardenal Bernard Law, la Iglesia católica ha pagado un total de 2,100 millones de dólares en Estados Unidos por diferentes episodios de pedofilia que se repiten.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, declaró en Radio Vaticano que: “La iglesia está triste por los sufrimientos causados a las victimas y sus familiares, por las heridas causadas por el grave e imperdonable comportamiento de numerosos miembros y decidió comprometerse a fondo para evitar que hechos tan nefastos se repitan”.
La lista sigue. Convington, en Kentucky, en 2006 pagó 360 demandas. Orange, California, pagó 100 millones de dólares por 90 casos. Portland, con 175 víctimas pagó 52 millones de dólares de indemnización. Spokane, Washington, pagó 48 millones por 150 demandas. Los recurrentes casos de abuso sexual siguen floreciendo por todo el territorio estadunidense gracias a un sistema de justicia que permite que estos terribles abusos sean detectados y castigados, y las víctimas atendidas en sus reclamos.
Público-Milenio relató ayer que el ex sacerdote Alberto Athié señaló que Benedicto XVI “tendrá que responder cuáles eran los intereses que estaban en juego por los que no inició un proceso contra Marcial Maciel, mientras fue responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe bajo el pontificado de Juan Pablo II”. Alberto Athié, recordó que “cuando aún era sacerdote de la Arquidiócesis de México, le hizo llegar al entonces cardenal Joseph Ratzinger una carta en donde denunciaba los abusos sexuales del fundador de los Legionarios de Cristo que fue entregada por el obispo Carlos Talavera y claramente le dijo: “Lo lamento, monseñor, el caso del padre Maciel no se puede abrir porque es una persona muy querida por el Papa y ha hecho mucho bien a la Iglesia”. El caso es que la publicación del libro La luz del mundo nos lleva a recordar el reiterado abuso sexual a menores por parte de presbíteros, asunto que la jerarquía católica debe considerar como algo que ya no es un problema aislado.
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