SUCESO | En Nochevieja
La llegada del nuevo año suele traer consigo un balance de hechos insólitos, casi todos ellos producto de los excesos alcohólicos que se cometen en las celebraciones de Nochevieja.
Sin embargo, alguno de ellos no tienen demasiada gracia salvo, imaginamos, para los que los cometen. Este es el caso que recoge hoy el la edición online del diario tinerfeño La Opinión, que se hace eco del robo de cinco cadáveres del cementerio de Arico por parte de unos desconocidos que profanaron varias tumbas.
El suceso fue descubierto ayer por una mujer cuando se disponía a depositar flores a un ser querido, según confirmaron al periódico isleño fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil.
La Benemérita desplazó una dotación del puesto de Granadilla de Abona que corroboró los hechos. Ante ello, se decidió que el Equipo de Policía Judicial del mismo puesto se dirigiese al lugar y efectuase la inspección ocular así como el reportaje fotográfico.
Vandalismo o acto satánico
Dada la fecha en la que fue profanado el camposanto, primero de año, las fuentes consultadas señalaron que se barajan dos hipótesis. La primera que se trata de una cuestión relacionada con la santería o incluso con ritos satánicos practicados por una secta. En cuanto a la segunda hipótesis podría tratarse de un simple acto vandálico.
Los autores profanaron diversas tumbas de donde extrajeron restos óseos que quedaron al aire libre. La profanación causó gran consternación y malestar entre el vecindario que han visto como la osamenta de sus seres queridos no pueden descansar en paz. El cementerio de Arico, sito en las afueras del pueblo ha sufrido otros dos actos de la misma índole en el último año. Por su ubicación resulta un camposanto fácil de destrozar, ya que no hay viviendas en los alrededores.
Por el momento, las autoridades siguen investigando el caso, aunque no se ha practicado ninguna detención.
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