Aconsejado por una hechicera, la golpeó, la quemó y no la alimentó, para acabarle su mala suerte.
La pequeña huyó tras abrir con una ganzúa las esposas a las que estaba encadenada y se recupera en el hospital de quemaduras en las manos, hematomas en la cara, muñecas hinchadas y costillas rotas, según el diario "New Straits Times". El suceso ocurrió en el estado de Johor, limítrofe con Singapur y donde la Policía arrestó ayer a un tío de la niña. Según las primeras pesquisas, la pequeña había estado a cargo del detenido desde la muerte de su padre, y a diario era torturada para "acabar con su mala suerte". Hace un mes, un tribunal condenó a muerte a un hombre que mató a una niña de tres años en un rito de exorcismo en Malasia, país de mayoría musulmana pero donde todavía se practica la magia negra en las áreas rurales, de arraigada tradición animista. Kuala Lumpur (Efe)
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