Hace unas semanas Maikel nos hablaba del extrañísimo caso de Jean Baptista Do Santos, un hombre que se hizo famoso por toda Europa gracias a su "portentoso físico". Aquel artículo me trajo a la memoria otro increíble nombre cuyas habilidades le dieron dar la vuelta al mundo: se llamaba Martin Laurello y era capaz de girar su cuello hasta límites asombrosos.
Por Javier Peláez.
Nos vamos a situar en la década de 1920 para recordar la crónica que un médico estadounidense, el Profesor Nasher, escribía en la edición dominical del "New York American":
"Es una notable hazaña acrobática o contorsionista. Notable por su novedad como por el persistente entrenamiento necesario para lograrla. En cualquier hombre ordinario, esta hazaña acabaría en la estrangulación o luxación de las vértebras del cuello, con el consiguiente daño a la médula espinal, y probablemente produciría parálisis del cuerpo o incluso la muerte instantánea... LAURELLO es un enigma científico"
Es posible que muchos de vosotros al ver las espectaculares imágenes que aún se conservan de Martin Laurello creáis que se trata de photoshop o de algún truco parecido. Sin embargo nos encontramos ante un caso bastante documentado en la prensa de aquellos años y al que incluso la propia Revista Life le dedicó un extenso reportaje fotográfico en la época.
Este portento se llamaba en realidad Martin Emmerling y nació en Nurenberg (Alemania) en 1885. Más tarde adoptaría el nombre artístico de Martin Laurello y con él se paseó por la mayoría de los circos y espectáculos más importantes de Norteamérica, girando su cabeza ante el asombro de todos los que pudieron asistir a sus shows.
¿Cómo logró esta extraordinaria habilidad?
Al parecer, el bueno de Martin lo consiguió a base de tesón, paciencia y mucha práctica. Día tras día, semana tras semana y año tras año giraba y volvía a girar su cuello consiguiendo finalmente llegar a tocar su espalda con su propia barbilla.
Y no sólo eso... El intensivo entrenamiento que Laurello siguió le hizo capaz de andar hacia delante mientras miraba hacia atrás, así como girar su cintura o su pie derecho otros 180 grados.
Gracias a sus actuaciones, Laurello se hizo muy popular y entonces, como no podía ser de otra forma, comenzó a llegar el Marketing. Primero postales y posters sobre su increíble flexibilidad, y más tarde varios libros.
Todo un precedente de la niña del exorcista que me descubrió Guillermo hace un tiempo y que hoy he querido compartir con los lectores de Cuaderno de Ciencias y del que aún se conserva un asombroso video de unos pocos segundos con Laurello en plena acción... Asombroso :)
1 comentario:
Conocí hace muchos años a un maño que bailaba jotas y que los pies los giraba 180º
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