Las cámaras del sexo de Gadafi
Ahora, una investigación del canal británico BBC4 denuncia que "cientos, posiblemente miles de adolescentes fueron golpeadas, violadas y forzadas a convertirse en esclavas sexuales" durante los 42 años que duró el régimen de Gadafi.
Muchas, asegura el documental que se proyectará el 3 de febrero, eran vírgenes cuando fueron secuestradas de sus escuelas y universidades y mantenidas presas durante años en un escondite diseñado especialmente para ser frecuentado por los predadores sexuales del régimen en la Universidad de Trípoli o en los varios palacios del clan de los Gadafi. Según publica el digital Mail Online, que se hace eco del documental de BBC4, en estas habitaciones las chicas eran forzadas a ver pornografía para 'educarlas'.
En una de las fotografías que se muestra en el reportaje, se ve una cama doble envuelta en una luz anaranjada. La habitación está decorada al estilo de los años 70, como las mansiones que EL MUNDO.es pudo visitar cuando quedó liberada Bab Al Aziziya, el bastión del líder libio en Trípoli. Otra de las imágenes mostradas es de una clínica ginecológica con 'suite' adyacente. Al parecer, era allí donde las víctimas sexuales eran primero chequeadas para ver si estaban libres de enfermedades de transmisión sexual. Y donde se practicaban abortos cuando era necesario.
'Como objetos usados'
El diario británico relata el 'modus operandi' del dictador para elegir a sus víctimas. Las invitaba a conferencias y elegía a placer. Luego, sus guardaespaldas se encargaban de secuestrarlas. "Algunas tenían sólo 14 años", relata al periódico 'online' un profesor de la capital. "Simplemente cogían a la chica que querían. No tenían conciencia ni moral", añade.Quizá este comportamiento explique cómo en la sede de la Inteligencia libia, un edificio estalinista en pleno centro de Trípoli, esta periodista pudo ver que el despacho de su responsable, Abdalá al Senusi, contaba con un dormitorio y un imponente baño.
"Hay un patrón que siempre se seguía. Las chicas eran violadas por primera vez por el dictador y luego las pasaba, como objetos usados, a uno de sus hijos o a responsables de alto rango para que abusaran más de ella", señala la psicóloga de Bengasi Seham Sergewa, que ha entrevistado a decenas de víctimas para el Tribunal Penal Internacional.
stagduran
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