Las terapias que movilizan la energía.
No seáis confiados en extremo, serlo solo con aquellas personas que conozcáis bien. Lo digo por todas aquellas terapias en las que se mueve la energía; por ejemplo: el Reiki, las ruedas de energía, las invocaciones a seres de Luz, guías espirituales, imposiciones de manos, reuniones de tipo espiritualistas. Mención aparte para el espiritismo y la ouija.
Cuando os den un mantra para repetir en las meditaciones, buscar siempre y repetir el nombre de Jesucristo, El Señor; si lo hacéis así, nada se os pegará, Él es nuestra mejor defensa de los peligros espirituales y corta el paso a los ángeles caídos. Si no conocéis bien a la persona que os hace alguna de estas terapias, pudiera darse el caso que la persona en cuestión sea un mago satánico o diabólico y ¿qué creéis que os transmitirá? está muy claro, a Satanás o a Lucifer.
Veo con frecuencia que personas que hacen este tipo de terapias tienen problemas con el diablo. ¿Merece la pena arriesgarse?.
Yo me abstendría de todas estas prácticas, sobre todo por tu seguridad y es que te pueden arruinar la vida y sinceramente, no merece la pena. Además ya estáis viendo la escasez de exorcistas, pues si a los que hay, quitáis a los inexpertos, los que no creen en la existencia del demonio, a los que están nombrados para hacer el paripé y a los colaboradores de psiquiatras con consulta privada, a los actores que se adornan en vídeos, a los que cobran indirectamente y comen de la mano del demonio y a los monseñores que cobran; si quitáis a todos estos, quedan muy pocos y pensad que los que ya son experimentados, no se porqué motivos, su obispo se encarga, con el tiempo, de quitarlos.
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