Un esqueleto con traje de buzo
Podría ser el inicio de una novela de misterio: la tripulación del velero Yaiza descubre flotando en el mar un cadáver equipado con traje de neopreno y aletas, y con una misteriosa mochila que contenía un pasaporte, un fajo de dinero y un teléfono móvil. Todo un misterio que la Guardia Civil intenta desentrañar.
Los tripulantes del velero avisaron a la Guardia Civil, a la que indicaron la situación exacta del cadáver (latitud 38º 27 35 norte; longitud 00 40 06 este), en el canal de Ibiza, a unas 40 millas de Calpe (Alicante).
Una embarcación del instituto armado navegó hasta el punto indicado y se hizo cargo de la víctima. Esta iba equipada con un traje de neopreno, de color negro y gris, de la marca Tecnomar, unas aletas y una mochila Koep Moving. Ni rastro de botellas de oxígeno. El buceador estaba esqueletizado. No conservaba ni un gramo de tejido blando, posiblemente por efecto de la acción del agua y de los ataques de la fauna marina. Los restos mortales fueron trasladados a Calpe y posteriormente al Instituto de Medicina Legal de Alicante, cuyos forenses realizaron ayer la autopsia. Aunque se desconoce su resultado, es probable que los médicos no hayan podido determinar las causas del fallecimiento, según fuentes de la investigación.
La Comandancia de la Guardia Civil de Alicante se ha hecho cargo de las indagaciones para aclarar quién es la víctima y las circunstancias en que encontró la muerte. Al registrar la mochila, los agentes descubrieron un hatillo con 540 euros, un teléfono móvil y un pasaporte marroquí expedido a nombre de Abdelaziz Elfayafi, nacido el 8 de enero de 1989 en Imzouren, una ciudad de 100.000 vecinos, en la región del Rif, en el norte de Marruecos, próxima a Alhucemas.
En el interior de la mochila había también ropas perfectamente embaladas para lograr su impermeabilización. Eso induce a pensar que el buceador se había preparado a conciencia para que estas prendas no estuvieran mojadas cuando llegara el momento de ponérselas.
Fuentes de la Guardia Civil barajan la hipótesis de que la víctima sea un inmigrante que intentó cruzar por el mar desde Marruecos a territorio español y acabó siendo arrastrado por las corrientes. De ser así, este hombre sufrió el percance hace tiempo, ya que su cuerpo posiblemente se hundió en el fondo del mar y fue devorado por la fauna marina. Posteriormente, el esqueleto acabó saliendo a flote.
Miles de rifeños de Imzouren han emigrado a lo largo de los últimos años, preferentemente a Francia y Holanda, en busca de un trabajo y una vida mejor. ¿Decidió el buceador misterioso seguir el mismo camino que otros convecinos? Si fue así, ¿optó por hacerlo por un método tan arriesgado como cruzar a nado el estrecho de Gibraltar para intentar llegar a la Europa de promisión? Hay indicios de que pudo ser así, ya que hay fuertes corrientes del Estrecho que empujan hacia el canal de Ibiza, precisamente el punto donde fue localizado el cadáver.
En internet figura el nombre y la biografía de un joven llamado Abdelaziz Elfayafi, nacido el mismo día, el mismo mes y el mismo año que el titular del pasaporte que llevaba consigo el esqueleto del buceador. Lo que no significa necesariamente que sea esta la identidad del difunto.
Elfayafi, según consta en varias webs, hizo bachillerato y más tarde se graduó en contabilidad y en gestión informática en 2011. Durante sus estudios, trabajó en la empresa Bipan, especializada en la fabricación de pastas, bizcochos y gofres, y más tarde en Biscmao, otra firma de pastelería y bollería de Tánger.
"Durante mi formación académica y profesional, me ocupé de otras tareas y responsabilidades, aparte de la contabilidad y la gestión. Con mi formación actual y gracias a mis habilidades sociales, también estuve a cargo de las relaciones con instituciones financieras", escribía en su perfil de Linkedin. Ahí mismo asegura que habla y escribe correctamente árabe, francés, inglés y holandés. Y en otra página personal revela que sus aficiones son viajar, la música, los deportes y la natación.
Abdelaziz Elfayafi sembró su currículo en diversas webs, con la esperanza de que hubiera alguien que leyese sus méritos y le ofreciera trabajo. Su rastro en Internet data de hace un mes, cuando retocó una de estas páginas personales. ¿Qué ocurrió después? Es este joven el que, tal vez desesperado de no hallar empleo, decidió embutirse en un traje de neopreno e intentar llegar a nado a Europa?
La Guardia Civil no ha encontrado rastro de este muchacho marroquí en sus bases de datos, es decir, jamás había sido fichado ni detenido. Dado que no existe otra forma de cotejar si el misterioso esqueleto pertenece a este chico, los investigadores tendrán que solicitar la colaboración de las autoridades marroquíes para contactar con su familia. Y aclarar el misterio.
stagduran
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