Sus seguidores devoran sus libros. Sus detractores dicen que es un 'fraude'. Mientras, él se forra dando charlas.
A Claudio María Domínguez no le pasa lo que a otros gurús, que al menor tropiezo sus seguidores le dan la espalda. Pese al escándalo que provocó días atrás, su última charla sobre espiritualidad atrajo a centenares de personas sedientas de espiritualidad y de puntos de referencia en el mundo confuso en que vivimos. Domínguez subió al escenario con su sonrisa beatífica y de inmediato la sala se llenó de "energías positivas". Lo cuenta Ramy Wurgaft, corresponsal en Buenos Aires del diario español El Mundo.
Para entonces él ya había superado el mal rato que pasó en la última edición de la Feria del Libro de Buenos Aires, cuando los activistas de un grupo antisectas lo increparon por ser amigo del Maestro Amor, como es conocido Ricardo Javier Ocampo. Hace unos años, Domínguez vivió en la comunidad de Catamarca, donde se sospecha que Ocampo abusaba sexualmente de menores.
La insistencia de sus detractores en la feria, hizo que el conferenciante perdiera su serenidad nirvánica. "Quien soy yo para ver la paja (masturbación) ajena y la viga en el culo del otro", explotó el supremo sacerdote de la autoayuda, para el asombro y el malestar de sus seguidores. Pero a la semana siguiente, ese público que incluye a profesionales, empresarios, amas de casa y estudiantes, ya había olvidado el incidente y consumía con fervor los productos 'new age' que Domínguez prodiga a manos llenas.
Desde que se hizo famoso, el gurú de 51 años ha publicado 17 libros que en opinión de la revista Noticias le dejaron una ganancia de 550.000 pesos (cerca de 128.000 dólares). Domínguez se dio a conocer como autor en 1995, tras la publicación de un libro titulado Filipinos, en el que narra sus encuentros con Alex Orbito, 'cirujano psíquico' de esa nacionalidad que asegura extraer tumores con el solo poder de su mente y de sus manos. En los últimos años, Orbito ha sido objeto de incontables denuncias de fraude.
En cambio su pupilo argentino, sabe mantenerse dentro de los márgenes de la legalidad. La entrada a las 15 conferencias que ofrece por mes –una suerte de stand up en la que entremezcla citas de Einstein con profecías mayas y enseñanzas de los monjes tibetanos– cuesta entre 90 y 120 pesos, lo que le genera un ingreso de de alrededor de 750.000 pesos (más de 174.000 dólares). Claudio María Domínguez conduce el programa 'Hacete Cargo' en el canal C5N y otro con el mismo título en Radio 10, la emisora de mayor sintonía en Argentina.
Amigos y detractores
El producto más polémico de este practicante y promotor de la terapia clónica (lavados intestinales para combatir el estrés) son los cuadernillos que vende como pan caliente en la antesala de sus charlas o en locales comerciales. Uno de los que se venden en Un Mundo Mejor, una tienda dedicada a la espiritualidad y a la vida natural, explica cómo curar el cáncer con semillas de damasco.
Otro, titulado 'Escorpión Azul', promueve un método contra la misma enfermedad que ha sido denunciado ante la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnologías (ANMAT) como vehículo de publicidad engañosa, lo mismo que los tratamientos del Centro de Terapia Organizativa Biomolecular (TOB) que Domínguez recomienda en esos cuadernillos que muchos leen para hacer más llevaderos los viajes en el transporte público.
"El mundo necesita mensajes positivos que no se encuentran en las iglesias ni en la ciencia", sintetiza con precisión, una pasajera del metro que viajaba a su trabajo en la capital. Gustavo Contarelli, quien fue miembro del extinto Centro Argentino para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia (CAIRP) detectó "rasgos psicopáticos manifiestos" en la atrayente personalidad de Domínguez. Otros de sus detractores lo califican de aprendiz de brujo o charlatán y lo acusan de promover la irracionalidad en una sociedad donde el raciocinio no es un bien que abunda.
Claudio María Domínguez, a quien un ex ayudante define como "máquina facturadora de dólares" no se hace mala sangre con esos cargos. Tiene 250.000 amigos en Facebook y es bastante común toparse en la calle con alguien que viste las prodigiosas camisetas 'OM', una prenda "sublimada". Si llevas dos, obtienes un 20% de descuento.
Aestrinidad.
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