"Me costaba recordar mi pasado de AMS, pero hoy, desde esa experiencia de vida infernal, me animo a contar lo mas resumido posible lo tormentoso que fue caer en la homosexualidad".
Así, sin ambages (y con la negrita igualmente resaltada en el original), comienzan los 'siniestros' testimonios de gays recibidos, afirma el obispado de Alcalá, por monseñor Juan Antonio Reig Pla. AMS, por cierto, es sinónimo de Atracción por el Mismo Sexo. Una peligrosa enfermedad con cura, sostiene el jerarca eclesiástico.
Lo siguiente son fragmentos directamente extraídos de la web del obispado, donde se han colgado los testimonios para que otros gays sepan que hay luz al final de ese ominoso y apocalíptico 'túnel' que pinta monseñor Reig. La imagen se incluye en la web, con la leyenda "hemos salido del infierno" debajo.
Testimonio 1. Mujer, 22 años.
- "Me sentía vacía y sola, lo que me llevó a entrar a un chat de solo mujeres, era un sodoma y gomorra. En ese chat conozco a L, que ya tenia una relación con otra chica, pero a mí no me importó ser plato de segunda mesa".
- "L se convirtió en la piedra angular de mi vida: no comía, no dormía, no vivía sin ella. La dependencia crecía más, fui dejando mis estudios, sentía que la necesitaba para estar bien. Cuanto más la tenía, más sola y vacía me sentía".
- "No sé que hubiera sido de mí si no hubiese encontrado esta página. NACIÓ LA ESPERANZA DE UN NUEVO AMANECER, DE UNA NUEVA VIDA. DE CAMBIAR ESA TRISTEZA EN ALEGRÍA Y ESE LLANTO EN GOZO, DE LEVANTAR LA CARA, DE ENJUGARME LAS LAGRIMAS y DECIDIR POR EL CAMBIO QUE SI ES POSIBLE" [con mayúsculas en el original].
- "Antes de despedirme, quiero felicitarle por la noble labor que ha emprendido a favor de los que hemos sufrido AMS, y de los que aún no saben cómo salir de esas tinieblas".
Testimonio 2. Varón, 18 años.
- "Señor obispo, enhorabuena por su valentía a la hora de pronunciar estas palabras ante de toda España. La Atracción hacia al Mismo Sexo para mí ha sido un infierno, la tendencia homosexual no consiste sólo en esa atracción, sino que detrás de ella se esconden heridas. Yo sufrí el rechazo de mis compañeros cuando era pequeño: no tenía amigos, en el colegio se metían conmigo...".
- "Eso hizo que desarrollara sentimientos de inferioridad, soledad, autocompasión. Desarrollé una fuerte adicción a la masturbación y a la pornografía, con las que me evadía de la realidad. Tenía la autoestima por los suelos y me despreciaba a mí mismo. Eso es un infierno".
- "Desde que empecé a trabajar por salir de esa atracción hacia el mismo sexo, mi vida ha dado un cambio espectacular. También tuve que enfrentar mis miedos y relacionarme con gente, y ahora estoy haciendo amigos. He aprendido a mirar a otros chicos objetivamente, sin idealizar, con lo que la atracción hacia esos chicos ha desaparecido".
- "Estoy aprendiendo a dar y recibir amor. ¿Cómo es posible que la sociedad censure esto? Fruto de la manipulación del lobby gay, que está condenando a muchos jóvenes a llevar un estilo de vida gay, en el que encontrarán soledad y frustración. Por no hablar de la fuerte actividad sexual que implica, y que, aparte de suponer la transformación de personas en objetos de diversión, supone también un gran riesgo para la salud".
- "Que se conozca la mentira gay, que se sepa que es posible el cambio, que se sepa que hay esperanza para todas aquellas personas que no quieren esa vida de sufrimiento, ese infierno".
Testimonio 3. Varón, 29 años.
- "Gracias por la valentía. Estoy seguro de que para muchos que viven en silencio el sufrimiento de su AMS las palabras de su homilía han sido una semilla que les alentará a buscar una respuesta".
- "Llevo tres años en terapia y nunca he sido una persona religiosa, pero no he llegado a vivir una vida gay porque en el fondo de mi corazón existía la duda: ¿por qué la Iglesia, una institución con más de 2.000 años de historia, no apoya la homosexualidad? Sería mentira negar que gracias a los valores de la Iglesia me he librado de caer en el infierno de una vida gay".
- "Fui un niño muy solitario, vergonzoso, insultado por los compañeros. No puedo decir que estoy curado, pero sí que estoy mucho mejor. Y lo que sí puedo asegurar es que yo vivía en un infierno de mi propia soledad y desprecio y ahora vivo con una sonrisa".
- La Iglesia no puede aceptar la homosexualidad, no porque le falte caridad hacia esas personas, sino porque sabe que esas tendencias hacia el mismo sexo es obra del mismísimo diablo, no necesitas mas que leer la Santa Biblia para darte cuenta de ello. Dicho esto, la iglesia clerical, debería hacer una introspección sobre si misma y aplicar esa terapia a los clérigos homosexuales que son muchos. ¿Porqué entonces quiere arreglar lo de afuera y no tocar lo de dentro? Supongo que se trata de una estrategia de imagen para aparentar y el no meterse con lo propio para, según creo yo, no dar oficialidad a lo que todo el mundo sabe. La condena de la hipocresía que hace Jesucristo en sus Evangelios, estos pedazos de clérigos, piensan que no va con ellos. Claro que muchos de ellos no creen en el Evangelio ni en la existencia del demonio. Por esta razón y por muchas otras el cristiano pone su confianza solo en Jesucristo.
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