Un espíritu que se aparece por las noches tiene aterrorizados a los trabajadores del hospital St Barnabas, en Libode, Sudáfrica. Tanto, que los responsables del hospital han abierto una investigación oficial ante la magnitud que está tomando el asunto, preocupados porque empieza a haber empleados que se niegan a trabajar en el turno de noche. Máquinas que se conectan y desconectan solas, visiones de una misteriosa enfermera que desaparece y llamadas a las puertas de algunas habitaciones de los internos de medicina forman parte del misterioso cóctel.
“Un paciente que tuvo una operación durante la noche afirmó que una enfermera le quitó los vendajes sin que el hombre pudiera ver nunca su cara”, afirma el portavoz del hospital, Siwze Kupelo, en la agencia de noticias Sapa. No es el único caso. En la unidad de cuidados intensivos las enfermeras aseguran que las máquinas se conectan y desconectan solas. “Entramos a apagarlas y vuelven a funcionar sin que nadie esté en la sala”, dicen las trabajadoras.
La primera denuncia la pusieron hace tres semanas los estudiantes de medicina que trabajan en el hospital, denunciando al gerente que “por las noches alguien toca en nuestras puertas y salimos y no hay nadie en el pasillo”. Entonces, nadie tomó en serio a los jóvenes.
El último en testificar que hay un espíritu maligno en el edificio ha sido un trabajador que afirma que “me encontré por la noche a una enfermera uniformada, con un bolso de mano en la puerta del hospital. Le pregunté que a dónde iba y me contestó que a trabajar y su imagen desapareció”.
Desde el centro sanitario han decidido tomarse en serio el caso y están investigando los sucesos. “Podría ser un grave problema para el hospital, ya que los trabajadores pueden negarse a trabajar en el turno de noche”, dice su portavoz. “Además, estamos preocupados por las operaciones que se producen de madrugada ya que algunas máquinas se desconectan en medio de la intervención”, reconoce Kupelo.
En Sudáfrica hay una fuerte creencia con todo lo que está relacionado con los espíritus. La creencia en el contacto con los ancestros forma parte de la cultura de muchísimas personas y el respeto a su figura, nunca hay que ofenderlos, es determinante a la hora de tomar muchas decisiones, especialmente en ámbitos rurales. El propio centro reconoce que podría afectar seriamente al funcionamiento del hospital.
Fuente: elmundo.es
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