WEST PALM BEACH, Florida – Un sacerdote exorcista de West Palm Beach ha confesado en declaraciones en la internet que ha estado lidiando con sus propios demonios que involucran su voto de castidad.
El Padre Thomas Euteneuer se fue abruptamente de su ministerio en agosto pasado, y confesó que cometió “violaciones de castidad” cuando tuvo actos sexuales con una mujer que estaba bajo su cuidado espiritual, de acuerdo a declaraciones hechas por él en la página LifeSitenews.com, un sitio dedicado al movimiento pro-vida.
Desde la década pasada, Euteneuer ha sido un fuerte partidario del movimiento pro-vida, y fue el líder de la organización Human Life International, que se opone al aborto. En el año 2007, se hizo famoso cuando le dijo al comentarista de la televisión angloparlante Sean Hannity que le negaría la comunión basado en sus creencias sobre la contracepción.
El Obispo Gerald Barbarito emitió un comunicado a los curas de la diócesis de Palm Beach, explicando por qué se fue el Padre Euteneuer de su ministerio como exorcista.
Parte del comunicado dice: “El Padre Euteneuer se ha estado sometiendo a una intensa evaluación y consejería para lidiar con cuestiones de la violación de normas heterosexuales entre adultos durante una ocasión (que tuvo) que llevar a cabo su ministerio”.
Euteneuer esclareció que su pecado no tuvo que ver con su trabajo con Human Life International, pero sí renunció su cargo debido al escándalo.
En su confesión publicada por la página LifeSiteNews.com, el Padre Euteneuer afirmó: “La gran mayoría de mis decisiones y conducta, personales y en el ministerio, fueron moralmente consistentes con mis valores del cuidado pastoral de las personas. Pero de todos modos, fueron todas motivadas exclusivamente por mi deseo de darle asistencia divina a la gente afligida espiritualmente. Pero debo reconocer que una situación particularmente compleja me ensombreció mi raciocinio y me condujo a decisiones imprudentes con consecuencias perjudiciales, la peor que fue violar las normas de castidad con una mujer adulta que estaba bajo mi cuidado espiritual”.
Al menos un grupo que ayuda a víctimas del abuso sexual por parte de los curas temen que puedan haber más casos que involucran al padre, aunque no es claro si hubo necesariamente una ‘víctima’ en este caso.
El Obispo Barbarito ha dicho que Euteneuer ha aceptado responsabilidad por lo que ha hecho y ha mostrado arrepentimiento. Pero no ha dicho si Euteneuer eventualmente regresará a su trabajo obrando contra los espíritus malignos.
Este escándalo salió a la luz a sólo días de la publicación del libro ‘Dilemas’ del padre Alberto Cutié (ver post anterior), libro en el que detalla sus desavenencias con la Iglesia Católica y donde revela el encubrimiento de la existencia de sexo y relaciones amorosas entre el clero con hombres y mujeres.
Las disculpas públicas de Euteneuer
El sacerdote estadounidense y conocido líder pro-vida, Thomas Euteneuer, reveló en una sentida declaración pública que en su labor de exorcista traspasó “los límites de la castidad” con una mujer a la que daba asistencia, pidió disculpas públicas por esta ofensa al celibato y solicitó oraciones por su ministerio.
En la declaración firmada el 31 de enero y enviada a LifeSiteNews.com, el Padre Euteneuer, que lideró la organización Human Life International (HLI) desde el año 2000 hasta agosto de 2010, afirma con gran tristeza, que se apartó por haber cometido una falta personal dentro “del ministerio de exorcismo que desempeñé independientemente de mis responsabilidades en HLI”.
Aclaró que esta “violación a la castidad” ocurrió “debido a la debilidad humana pero no involucró el acto sexual”. ”Debo admitir que una situación particularmente compleja nubló mi juicio y me llevó a imprudentes decisiones con consecuencias dañinas, la peor de las cuales fue violar los límites de la castidad con una mujer adulta que estaba bajo mi cuidado espiritual”, afirmó el sacerdote de 48 años de edad.
“Asumo toda la responsabilidad por mi pobre juicio, mi debilidad y mi conducta pecaminosa que de esto resultó. No ofrezco excusa alguna por mis fallas morales o profesionales, ni echo la culpa a alguien más. Afirmo sin reserva que lamento mucho mis acciones. Me he disculpado personalmente, en todos los lugares posibles, con los que he dañado. Estoy entristecido más allá de las palabras por mi caída, no solo por el daño hecho a mi sacerdocio y mi familia, sino por el daño hecho a todos los afectados, a la fe de quienes depositaron tanta confianza en mí y en nuestra Iglesia, y al movimiento pro-vida lleno de gente heroica y fiel”, escribió.
El sacerdote aseguró que ya pidió “perdón a Dios y tengo confianza en su abundante misericordia. Doy gracias por poder pedirles lo mismo a todos ustedes”. Aclaró que en su salida de HLI los funcionarios eclesiásticos no tuvieron participación alguna y deploró que algunos hayan “sido injustamente criticados por aquellos que escriben y hablan con ignorancia de los hechos”, en alusión a ciertos sitios web que han difundido comentarios y reportes que distan de la realidad.
Estas personas “han hecho esfuerzos intolerables por contactar a mi familia, difamar a colaboradores inocentes y hasta persuadir a algunos para declararse víctimas”.
El Padre Euteneuer rechaza los mensajes que circulan por Internet en su contra y precisa que su caída “se limitó a una sola persona, una mujer adulta”; deplora la acusación de que tenga como “blancos” a mujeres vulnerables que buscan su ayuda espiritual; aclara que su ministerio de exorcismo/oración siempre fue conducido con la ayuda de terceras personas salvo en raros casos de extrema necesidad; y sostiene que nunca solicitó dinero por su servicio ni usó los fondos de HLI para cumplir con este ministerio.
“Rezo para que mis dos décadas de fiel ministerio sacerdotal y mis esfuerzos por la defensa de la vida sean visto a las luz de los buenos frutos que produjeron y no sean denigrados por mis momentos de debilidad en un ministerio más desafiante”, agregó.
También declaró que “nunca he contemplado la más ligera idea de dejar el santo sacerdocio o la Iglesia Católica en razón de mis fallas. Actualmente, estoy bajo la obediencia de mi Obispo quien me ha permitido hacer esta declaración y en cuyas manos dejo todas las preguntas sobre la continuidad de mi ministerio sacerdotal”.
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