“¿Puedes escucharme?” Al oír esta pregunta, Fae Jackson, de 10 años, bajó aterrorizado las escaleras de su casa en busca de su madre, a quién le aseguró que había visto al silueta tenue de una persona en su habitación que le había susurrado al oído. Fue la primera de las apariciones. Fae Jackson y su hermano Ashley afirman que pueden ver a los muertos.
Así empezó todo. Estos dos chicos de Waltham Cross, Inglaterra, han visto ya a decenas de muertos. Su familia piensa que tiene poderes psíquicos. Lo cierto es que Ashley empezó también a tener visiones sin saber que a Fae le ocurría lo mismo.
Lynn, la madre, cree que sus hijos tienen poderes sobrenaturales, al más puro estilo de la película ‘El sexto sentido’ y sus hijos pueden ver a los muertos vagando por el mundo de los vivos, según publica el diario The Sun.
Lynn entiende cree que lo que le pasa a sus hijos es una maldición. “Es como si alguien acosara a mis hijos y yo no puedo hacer nada por ayudarlos”, explica la madre que afirma que habría sido más fácil si hubiesen estado enfermos porque habría un tratamiento para ellos. Fae está acostumbrada y le gusta tener esta habilidad, pero Ashley lo odia.
Según una reciente encuesta, uno de cada cinco británicos ha admitido haber visto o sentido a un fantasma y la mitad de los encuestados cree en la capacidad psíquica de la gente para sentirlos.
Fae le confesó a su madre un día al regreso de la escuela que su compañero era morado y su profesor rojo. Lynn le contestó que las personas no eran de esos colores y la niña le dijo me “refiero al color de su alrededor”. La niña veía el aura de las personas.
Desde los diez años, Fae ve fantasmas a diario. Ha sentido como el fantasma de una anciana le empujaba en la ducha, como la zarandeaba otro espíritu y como algunos juegan con su pelo.
Fae asegura que cuando ve a un fantasma no ve una imagen nítida, es como tener una visión. “Muchas veces siento alguna cosa o energía y viene a mi cabeza imágenes y de repente sé sus nombres o como murieron”. Todo sucede muy rápido, explica.
Aunque la familia había ciudad mucho de que Ashley no supiera que le estaba pasando a su hermana mayor, hace un año descubrieron que a él le ocurría lo mismo. No quería estar solo en el jardín ni ir solo al aseo. “¿Cómo se le dice a un niño de siete años que algunas personas pueden ver a los muertos?”, dice la madre.
Después de todo, el poder de ver espíritus parece ser hereditario. Ya que los abuelos de los niños, tanto paternos como maternos, creyeron verlos.
Fuente: The Sun
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