BY NICOLE WINFIELD / AP
CIUDAD DEL VATICANO
La sede católica se lanzó nuevamente al ruedo el miércoles en materia de pederastia clerical, al afirmar que una carta a los obispos irlandeses sobre la denuncia de abusos de menores a la policía había sido ``profundamente malinterpretada''.
El vocero del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, dijo que con esa carta de 1997 se intentaba garantizar que los obispos aplicaran de manera estricta el derecho eclesiástico para que los curas pederastas no pudieran evadir el castigo mediante tecnicismos legales.
De ninguna manera ordenaba a los obispos desobedecer la ley que exige reportar los abusos a las autoridades civiles, añadió el abogado del Vaticano en Estados Unidos, Jeffrey Lena.
En esa época no existían tales leyes en Irlanda. En verdad, los obispos irlandeses se adelantaron a los legisladores al cooperar con la policía cuando se produjo la primera ola de juicios entablados por las víctimas de curas abusivos.
Lombardi y Lena emitieron declaraciones después que The Associated Press informó que la carta del nuncio apostólico dijo a los obispos que su política de ``denuncia obligatoria'' de los abusos ``da lugar a graves reservas de naturaleza, tanto moral como canónica''.
La política resuelta por los obispos en 1996 aclara, con decenas de citas, que se debe aplicar el derecho canónico, lo cual suscita preguntas acerca de qué era lo que tanto preocupaba a la Santa Sede, más allá de la obligación de informar a la policía.
Por eso, la carta ha socavado el argumento reiterado por el Vaticano, sobre todo en su defensa en los juicios en Estados Unidos, de que Roma jamás insinuó que los obispos locales no cooperasen con la policía.
La carta cita a la Sagrada Congregación para el Clero, que había estudiado el documento irlandés.
En esa época el presidente de la congregación era el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, un defensor habitual de la política eclesiástica de no denunciar los abusos a la policía. En lo más álgido del escándalo por abusos de menores el año pasado, monseñor Castrillón dijo a una radio colombiana que nadie debía verse obligado a transmitir las denuncias.
``La legislación en los países que tienen un desarrollo jurídico noble nunca obliga a declarar contra el hijo, contra el padre, contra personas allegadas'', dijo Castrillón a radio RCN. ``¿Por qué le van a pedir eso a la Iglesia? Esa es la injusticia''.
En su comunicado, Lombardi observó que la carta del nuncio apostólico, arzobispo Luciano Storero, es anterior a la instrucción del Vaticano a los obispos del mundo, en el 2001, de elevar todos los casos de abuso a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Santa Sede insiste en que esa instrucción del 2001 significó un viraje.
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