Las amenazas contra la campesina cristiana son constantes e incluso se teme que sea envenenada. No confian en los guardias que la custodian.
VENENO, GUARDIAS INFILTRADOS...
JAVIER LOZANO
Pese a las presiones internacionales y los rumores sobre el indulto de Asia Bibi, el drama de esta cristiana condenada a la horca por "blasfemar" contra Mahoma está lejos de acabarse.
Esta campesina está en el ojo del huracán de los islamistas de Pakistán. Sin ir más lejos, un imán llegó a ofrecer 4.400 euros a quien matara a Asia. Es tal el clima de odio y fundamentalismo que se está viviendo que el gobernador de Punjab fue asesinado por su propio guardaespaldas por abogar por la libertad de esta cristiana.
Mientras los tribunales paquistaníes siguen deliberando si la condenan a la horca o la liberan, algunos de los extremistas islámicos no quieren esperar tanto y están dispuestos a matarla ya en la cárcel. Según informa la agencia vaticana Fides, Asia Bibi ha sido trasladada a una celda de aislamiento ante las dificultades que existen para mantener su seguridad.
Lleva ya más de año y medio en prisión por el mero hecho de hablar de Mahoma, pero su vida sigue corriendo un grave peligro. Tras visitarla, su marido ha relatado como el drama de esta familia sigue aumentando puesto que puede ser asesinada en cualquier momento, incluso por el personal destinado a protegerla.
En estos momentos, Asia se encuentra en una celda individual y está custodiada por dos guardias de seguridad y por otras dos cámaras de seguridad que la controlan las 24 horas. Es tal la tensión con la que vive que hasta la comida debe ser controlada. Para evitar que sea envenenada a la mujer se le dan alimentos crudos y se le permite cocinarlos ella misma.
Su esposo, Ashiq Masih ha relatado que Asia "sigue estando triste y preocupada por sus hijos. Le dije que debe confiar en Dios y que estamos haciendo todo lo posible para conseguir su liberación". Pero la Masihi Foundation, encargada de la asistencia a su familia, está poco esperanzada y cree que la vida de esta cristiana sólo podrá estar a salvo fuera del país.
Los tentáculos de los islamistas
La fortaleza e influencia del islamismo provocan que Asia Bibi no pueda estar segura ni con sus custodios. De hecho, esta fundación está analizando con las autoridades gubernamentales de Pakistán la posibilidad de crear una escolta privada para la campesina cristiana para evitar que sea atacada por radicales musulmanes si es trasladada al Juzgado o a otra cárcel.
El representante de esta fundación apoyó la creación de esta escolta ante la nula confianza en los agentes musulmanes que ofrece el Estado. Sobre todo tras el asesinato del gobernador a manos de su guardaespaldas.
Durante estos meses, la inteligencia paquistaní ha detectado numerosas amenazas hacia Asia Bibi y la Masihi Foundation advierte que "los terroristas pueden estar en cualquier lugar, e incluso infiltrarse entre los guardias que deberían protegerla".
Además, destaca un dato desconocido para la mayor parte de la opinión pública hasta que saltó el caso Asia Bibi. Y es que son decenas los cristianos que han sido asesinados cuando tenían procesos abiertos por la ley antiblasfemia. En total 34 personas han sido asesinadas por extremistas musulmanas, según recoge Aci Prensa.
Diputados italianos exigen su liberación
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue intentando presionar a Pakistán para que la libere. Aunque en España la clase política ha optado por el silencio ante la persecución de las minorías cristianas en países islámicos y concretamente en el proceso a Asia Bibi, no en todos los países es igual.
Este miércoles se manifestaron frente al Parlamento de Roma decenas de personas, entre las que se encontraban diputados italianos de todas las corrientes. AFP recoge que entre ellos estaba el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi. "Queremos hacer llegar nuestra voz de solidaridad", dijo el controvertido parlamentario. Durante el acto se reclamó la libertad de esta madre de familia y se exigió la abolición de la ley antiblasfemia.
Acusada de blasfemia
Los hechos ocurrieron en junio de 2009 cuando Bibi, trabajadora agrícola, fue mandada a buscar agua mientras trabajaba en un campo. El resto de mujeres, seguidoras del islam, se opusieron a que ella fuera porque, al no ser musulmana, contaminaría el recipiente y lo haría impuro. Por ello, le exigieron que abandonara el cristianismo y que se hiciera musulmana, a lo que ella se opuso.
En su justificación, la fiel cristiana dijo a sus compañeras que "Jesús murió en la cruz por los pecados de la humanidad" y preguntó a las mujeres musulmanas qué había hecho Mahoma por ellas. En cuanto oyeron estas palabras acudieron al imán local, esposo de una de ellas, que a su vez presentó una denuncia ante la Policía por el delito de blasfemia. Y es que el artículo 295 del Código Penal de Pakistán pena con la muerte blasfemar contra el profeta del islam.
El juez, Naveed Iqbal, la condenó a muerte tras haber sido previamente detenida. El magistrado descartó totalmente que hubiese sido falsamente acusada o que existieran "circunstancias atenuantes". Ahora la sentencia a morir en la horca tiene que ser ratificada por el Tribunal Superior de Lahore.
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