Las víctimas de a
buso en la Iglesia Católica tienen derecho a recibir una indemnización. La Iglesia no puede limitarse a constatar que los hechos han prescripto.
Ésa es la conclusión de Wim Deetman tras meses de investigación sobre el abuso sexual por parte de religiosos. Hoy, la comisión de investigación publicó un informe preliminar de sus resultados.
La Iglesia no debe involucrarse en el tratamiento de las denuncias ni en la evaluación de los pedidos de indemnización, es una de las recomendaciones de la comisión. Se debe organizar ayuda a las víctimas a la mayor brevedad.
La Iglesia no debe involucrarse en el tratamiento de las denuncias ni en la evaluación de los pedidos de indemnización, es una de las recomendaciones de la comisión. Se debe organizar ayuda a las víctimas a la mayor brevedad.
Ayuda inmediata
En total se han recibido 1975 denuncias de abuso sexual en la Iglesia Católica de Holanda. Más de 1300 personas se dirigieron directamente a la comisión de investigación, 600 denuncias fueron transmitidas por la instancia eclesiástica Hulp & Recht (Asistencia y Justicia). Deetman considera que se debe comenzar a la brevedad con la prestación de asistencia.
“Las víctimas se presentan y relatan su historia. Es una buena cosa, de otro modo no podemos avanzar. También quieren saber qué les reportará la gran investigación. Pero también hay necesidades individuales de ayuda y supervisión. Y en algunos casos se presentaron pedidos de indemnización. Hemos informado que debemos dar prioridades, actuar de manera radical y minuciosa, hacer recomendaciones. De otro modo, la investigación no será creíble”, declara el presidente de la comisión, Wim Deetman.
La comisión de investigación se manifestó muy crítica sobre la actual instancia de asistencia eclesiástica y exige una drástica reorganización. La dirección de esta organización ha presentado una propuesta de dimisión.
Sin injerencia
Se debe evitar toda sospecha de injerencia de las autoridades eclesiásticas en los procedimientos, opina Deetman. Para garantizarlo, se debe crear una instancia independiente de asistencia a las víctimas, que reciban las quejas, inicien procedimientos de indemnización, abran el camino para medidas disciplinarias contra religiosos y organicen la asistencia profesional. La necesidad de ayuda entre los demandantes es muy evidente, señala Deetman:
“Algunos no desean recibir indemnización de dinero, otros sí. Algunos precisan ayuda de grupo. La experiencia enseña que es muy útil conversar con otras víctimas, eso ayuda a soportar el dolor de la experiencia. Se debe crear, a la mayor brevedad, un centro de atención de calidad.”
Deetman también hizo recomendaciones sobre las indemnizaciones: ‘Se debe establecer procedimientos claros, y no prolongarlos demasiado en el tiempo, también en nuevos casos. No espero que ocurran, pero hay que considerar la posibilidad para el futuro.”
Desconfianza
Esta semana, diversos grupos de víctimas solicitaron una investigación parlamentaria sobre los abusos. No confían en la Iglesia y tampoco en la comisión que trabaja por encargo de ella.
“‘No tenemos consultas, no preguntamos lo que la Iglesia quiere. Cuando preguntamos algo es porque precisamos información”, subraya Deetman. “Pero comprendo a las víctimas, porque algunas han experimentado a veces 39,40 o 50 años de decepciones continuas y fracasos. Y de pronto se crea una Comisión Deetman y de pronto deben confiar que todo saldrá bien. No me parece realista.”
Deetman está “muy satisfecho” por la cooperación que recibe la comisión de parte de los obispos, las órdenes y las congregaciones. Pero pide una cosa más de la Iglesia: compasión con las víctimas, aunque esto esté fuera del ámbito de la investigación. “Han sucedido cosas irreversibles. Aunque se pidan disculpas, hay que tener cuidado que no quede sólo en palabras, porque el dolor de los involucrados permanece. Y para ello hay que hacer un esfuerzo.”
En noviembre 2011, Deetman espera tener completado su informe final. La comisión no tiene en cuenta los casos de abuso fuera de Holanda, incluso cuando hayan sido cometidos por religiosos holandeses. Según Deetman, eso no recae bajo el mandato de la comisión.
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