Refrescos con etiquetas que incluyen advertencia para la salud en California
Un senador del Estado de California (Estados Unidos) propuso la semana pasada un nuevo proyecto de ley denominado SB 1.000, en el que se contempla la obligación de etiquetar todos los refrescos y bebidas azucaradas de 0'35 litros que superen las 75 calorías, con mensajes de advertencia para la salud. Estos mensajes tendrán una línea parecida a los que aparecen en las cajetillas de tabaco, pero orientados a los problemas asociados al abuso de estas bebidas, "abusar de este producto favorece el sobrepeso y la obesidad", "un refresco azucarado aumenta el riesgo de sufrir diabetes", "los refrescos azucarados incrementan el riesgo de caries", etc.
Según el Senador Bill Monning, ante las evidencias científicas que muestran de forma concluyente los problemas de salud que puede acarrear el abuso de esta bebidas, es necesario tomar las medidas oportunas para proteger a los consumidores, por eso, además de promover los refrescos con etiquetas que incluyen advertencia para la salud, se han dispuesto otros puntos que posiblemente no van a sentar nada bien a la industria de los refrescos de Estados Unidos, de salir adelante podría sentar precedente para que otros Estados del país aplicasen una legislación similar.
En los restaurantes de comida rápida y en las máquinas expendedoras se colocaría en las dispensadoras una leyenda advirtiendo de los riesgos asociados al abuso del consumo de refrescos, en el caso de un negocio o una sala de cines donde el dispensador se encuentra detrás del mostrador, la obligación sería de colocar un cartel con el mencionado mensaje. Hablando de las máquinas vending, hay que recordar que en el año 2012 ya se pusieron en marcha las máquinas expendedoras que informan de las calorías, pero parece que el senador y la Asociación Médica de California, consideran que no es suficiente, además de indicar las calorías, hay que informar sobre los problemas que puede acarrear el abuso de refrescos y bebidas azucaradas.
Por supuesto, a este proyecto de ley se opone el grueso de la industria de las bebidas azucaradas, la American Beverage Association en representación de Pepsi, Coca Cola y Dr. Pepper Snapple Group, se opone argumentando que la legislación no debe señalar a un determinado producto. Sin embargo, según leemos aquí (texto legislativo) no se señala a un producto en concreto, se habla de volumen de calorías y engloba a cualquier bebida que las supere. La industria manifiesta que está de acuerdo en considerar que el sobrepeso y la obesidad son graves problemas, sin embargo, no se puede demonizar a los refrescos y hacerlos únicos responsables de estos problemas, asegura que sólo el 4% de las calorías de la dieta de los estadounidenses procede de la ingesta de bebidas gaseosas. Por otro lado, apuntan a datos facilitados por el gobierno del país en el que se determina que la principal fuente de azúcar en la dieta estadounidense procede de los alimentos. Hablando de los refrescos, nos gustaría recordaros la campaña contra las bebidas azucaradas en Australia, de la que hablábamos en el post ¿A que no te comerías 16 paquetes de azúcar? entonces, ¿por qué te los bebes?
Para mostrar que han tenido siempre buena voluntad, se asegura que los productores de bebidas y refrescos azucarados han incluido de forma voluntaria las calorías que contiene cada producto en la parte frontal de los envases, a fin de ayudar a los consumidores a que tomen sus propias decisiones con conocimiento de causa (esto no es del todo correcto). Senador, asociaciones médicas y especialistas médicos hacen piña y declaran que las enfermedades derivadas del abuso del consumo de este tipo de bebidas acarrean pérdidas millonarias a California, consecuencia de los tratamientos de salud y la pérdida de productividad, por ello, cuando cualquier producto puede ocasionar daños para la salud y la economía, hay que actuar.
En el proyecto de ley SB 1000 se indican las sanciones oportunas a quienes incumplan la legislación, también se contempla la creación de un fondo especifico al que se destinaría el dinero recaudado con las multas para realizar mayores esfuerzos para que se cumplieran las disposiciones establecidas. Es curioso que no se destine a mejorar la salud y al tratamiento de las enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.
Según nos informan aquí, si el proyecto de ley sale adelante, entraría en vigor a partir del 1 de julio del año 2015. Ya veremos si se aprueba o acaba como una propuesta anterior de este senador en la que pretendía aplicar un impuesto que gravara a los refrescos con un centavo por cada onza de bebida. Con esta medida se pretendían recaudar 1.700 millones de dólares que serían destinados a programas contra la obesidad, esta propuesta fue archivada.
Foto | Simon Shek
stagduran
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