La policía acusa a la dirección de un centro de encubrir abusos
La denuncia contra el profesor fue presentada el pasado jueves por un grupo de padres de 10 alumnas de entre 12 y 17 años que fueron acompañados por una abogada. En la misma se relataba que Andrés Díez había cometido, supuestamente, ocho delitos de abusos sexuales (en su mayoría tocamientos), una violación y un delito de exhibicionismo. El docente fue detenido la mañana del martes mientras estaba dando clase en el colegio, situado en Fuencarral-El Pardo, un distrito de clase media acomodada. En él estudian 1.700 alumnos desde los tres años al bachillerato.
Los supuestos abusos sexuales se producían cuando el profesor se quedaba solo con algunas alumnas en las tutorías. El maestro, que imparte clases de Música, de Ética y de Filosofía, se aprovechaba, según las denunciantes, en esos momentos para someterlas a tocamientos. Al principio se pensó que los abusos sexuales se cometían solo durante las clases extraescolares que Díez daba en la escuela privada Melodía Siglo XXI, anexa al Valdeluz, pero las pesquisas policiales rechazaron este extremo.
La policía citó el miércoles al director del centro, Eustaquio Iglesias, y ayer al jefe de estudios, Juan José de Cossío, como testigos para que explicaran si tenían noticia de las denuncias. Según fuentes policiales, De Cossío explicó que él sí sabía lo que había estado ocurriendo y que se lo comentó a su director. Pero en este tiempo nadie tomó ninguna medida. "Me arrepiento. No tendríamos que haberlo hecho", confesó el jefe de estudios. Esa declaración fue la que motivó sendas detenciones, según fuentes de la investigación.
Tras esa declaración que acabó con el arresto de De Cossío, la policía detuvo a Eustaquio Iglesias en el propio centro educativo. Les acusan de un delito de encubrimiento, al no haber denunciado los hechos de los que el jefe de estudios admite haber tenido conocimiento, al menos, desde 2006. En concreto, les aplican el artículo 450 del Código Penal. Este recoge que la persona que no impidiera la comisión de un delito que afecte a la vida, la integridad o la salud, la libertad o libertad sexual será castigado con pena de prisión de seis meses a dos años, si el delito fuera contra la vida, o con la multa de seis a 24 meses en los demás delitos.
El director del Valdeluz había cerrado filas horas antes de la detención de Díez. "Ni el centro ni la comunidad educativa han tenido sospecha alguna de este profesor, cuya trayectoria tanto personal, profesional y familiar ha sido intachable en más de 20 años", afirmaba un primer comunicado de la dirección del centro. Un segundo comunicado, emitido horas más tarde, excluye esa frase y afirma que la Provincia Agustiniana Matritense "lamenta profundamente la posible comisión de un delito relacionado con menores por uno de los profesores del centro. De confirmarse espera que el delito no quede impune". También reitera este comunicado "la disposición a colaborar con la justicia, y nuestro apoyo incondicional a los alumnos y sus familias".
Iglesias relató que en los más de 20 años de docencia de este profesor no habían recibido ninguna queja ni por parte de los padres ni de los estudiantes. Este calificó de "momento doloroso" el arresto del profesor, que se produjo la mañana del martes mientras estaba dando clase. "Tenemos el máximo interés en que todo esto se esclarezca lo antes posible. La policía no me ha dicho quién ha denunciado", relataba el director.
Según algunas fuentes del centro, parte del claustro sabía que había habido quejas de algunas alumnas que acudieron directamente al responsable del colegio. Los dos directivos quedaron en libertad con cargos por la tarde, pendientes de ser llamados por el juzgado que instruye el caso.
El centro abrió un expediente al profesor de música y le suspendió de empleo y sueldo hasta que se aclare lo ocurrido. Está previsto que Díez pase hoy disposición judicial.
Una alumna ya denunció en 2007
La policía asegura que una alumna ya acudió en 2007 a la Consejería de Servicios Sociales por sufrir abusos por parte del profesor de música del colegio madrileño Valdeluz. La chica recurrió al Instituto del Menor y la Familia, donde fue evaluada por un grupo de psicólogos. Según fuentes policiales, no le dieron la menor importancia y dijeron a los padres que no se preocuparan, pese a que ya debía de haberse denunciado el caso. Una portavoz del Gobierno regional afirmó ayer que el servicio de investigación de abusos sexuales infantiles suele orientar a los padres de cuáles son los pasos judiciales a seguir en este tipo de casos.La detención del profesor de música, del jefe de estudios y del director del colegio Valdeluz se convirtió ayer en el tema de conversación del centro. Los alumnos se quedaron sorprendidos de que fuera Andrés Díez el supuesto autor de abusos sexuales desde hacía ocho años. "En ese profesor es increíble. Si lo dijeran de otros de los que hemos tenido algunas sospechas, no diría que no, pero Andrés no daba esa impresión", comentaba un alumno a las puertas del centro. "Es muy buen profesor y nunca se enfadaba por nada. Nos ponía películas para hacernos más amenas las clases de música", añadía otro estudiante.
De hecho, algunas estudiantes lo llegaron a poner como un profesor "modelo" que ayudaba a todo el mundo. "Muchas veces me he quedado sola con él y nunca ha intentado propasarse ni nada. Al revés, todos nos hemos quedado noqueados por la noticia porque es del que menos se pensaría", destacaba la alumna.
El detenido está casado con otra profesora del centro. Ambos regentan la escuela de música anexa al colegio Melodía Siglo XXI (500 alumnos y 40 profesores). Por el alquiler de los locales Valdeluz cobra 2.400 euros al mes. Un portavoz de la academia aseguró en conversación telefónica con este periódico que no habían recibido ninguna queja del profesor y que la actividad del centro seguía de forma normal. Díez daba Historia de la Música y se encargaba de coordinar la orquesta y el coro, además de las actividades del centro.
Lo que desconocían los alumnos del centro Valdeluz era la trayectoria del profesor detenido. Tan solo sabía que estaba casado con una profesora del centro, que tiene unos 15 años más que él. El matrimonio convive con una hija que la esposa tuvo en una relación anterior. El implicado antes había sido religioso.
"Durante la detención se mostró muy frío y calculador. Estuvo serio y tranquilo como si supiera lo que se le venía encima", destacaron fuentes policiales. Se negó a declarar ante los investigadores. En la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid destacaron que no habían recibido ninguna denuncia ni ninguna queja de manera previa de que hubiera algún tipo de irregularidad en el centro. "Ahora mismo estamos a lo que decidan la policía y los jueces para ver si tomamos alguna medida", destacaron.
stagduran
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