Histórica ofensiva de Francisco contra la pedofilia en la Iglesia
Vaticano. Corresponsal - 06/12/13
Francisco creó ayer una comisión mundial de expertos para luchar contra los curas pederastas y ayudar a las víctimas, que tiene también como objetivo crear una red mundial para detectar, denunciar y combatir estos graves delitos que han desprestigiado seriamente a la Iglesia, acusada de promover una estrategia de proteger a los sacerdotes implicados, evitar que vayan a la justicia penal y tapar los casos para eludir los escándalos.
El anuncio lo hizo el arzobispo de Boston, cardenal Sean O'Malley, en la conferencia de prensa que puso fin a la segunda serie de sesiones del Consejo de ocho cardenales, el C8, que asesora al Papa. El grupo, integrado por influyentes purpurados de todo el mundo, recomendó al Papa argentino crear la comisión.
Francisco está decidido a afrontar rotundamente la plaga de la pederastía clerical y de religiosos y laicos vinculados a la Iglesia en todo el mundo. El 11 de julio anunció un "motu proprio" (iniciativa personal), documento que definió con claridad los delitos de pedofilia contra los niños, muchas veces en las estructuras de educación y culto de la Iglesia. Incluyó también la pornografía infantil y los abusos a menores adolescentes.
La comisión trabajará con los obispos y las conferencias episcopales, aclaró el cardenal O'Mailley, un franciscano capuchino enviado justamente a Boston para hacer una limpieza a fondo en la arquidiócesis más manchada por estos delitos, que obligó al Vaticano a trasladar aquí en 2002, durante el pontificado de Juan Pablo II, al cardenal Bernard Law, acusado de proteger a varios pederastas y que corría peligro de hasta terminar entre rejas. En EE.UU., por las indemnizaciones a raíz de los curas pederastas, una buena cantidad de diócesis debieron presentarse en bancarrota.
En un "documento apropiado" el Papa definirá las competencias y contenidos de la acción de esta comisión, junto con los nombres de los expertos elegidos. Francisco quiere una respuesta pastoral enérgica contra la plaga de los pederastas en la Iglesia, que incluye una nueva formación específica de los futuros sacerdotes y de los que ya forman parte del ministerio ordenado.
Pero el cardenal O'Mailley dijo que desconocía si la nueva comisión asumirá también la tarea de pedir cuentas a los obispos acusados de haber protegido más a los pederastas que a sus víctimas y de limitarse en muchos casos solo a trasladarlos, sin hacer las denuncias a la justicia para evitar líos. Esta política duró décadas y culminó en el estallido de escándalos gravísimos, sobre todo en EE.UU., Irlanda, México y otros países.
La responsabilidad de los obispos que no veían oficialmente lo que pasaba "es con franqueza algo que la Iglesia debe abordar", dijo ayer el cardenal O'Mailley en la conferencia de prensa. "Pero no estoy seguro si lo hará la comisión, la Congregación para los Obispos u otra institución de la Iglesia".
Las polémicas se vieron estimuladas porque el Vaticano no respondió al cuestionario que le envió en julio el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, sobre los abusos cometidos contra infantes por curas católicos.
El Vaticano se limitó a responder al organismo de la ONU que la Santa Sede no tiene jurisdicción legal por los abusos que cometieron sacerdotes en otros países. "No hay dudas que la competencia legal es de los obispos y las conferencias episcopales", justificó O'Mailley.
Un representante del Vaticano acudirá el 16 de enero a Ginebra para dialogar con la Comisión del Niño de la ONU en la sede europea del organismo mundial. Por primera vez una entidad internacional cuestiona a la Santa Sede por las décadas de abusos a menores por parte de miembros del clero.
El caso más grave tuvo por escenario a EE.UU. y por protagonista al cardenal alemán Joseph Ratzinger, futuro Benedicto XVIl. Ratzinger fue guardián de la ortodoxia por 24 años en el pontificado de Juan Pablo II.
Algunos jueces lo consideraron como responsable de las cumbres eclesiásticas que no actuaron a fondo contra los pederastas. Muchos creen que por eso el hoy papa emérito Benedicto XVI vive refugiado en el Vaticano, donde está defendido por la soberanía territorial del Estado de la Iglesia.
Contra el Vaticano se ha pronunciado la más importante asociación de víctimas de abusos en EE.UU., la SNAP, que ayer consideró "insuficiente" la creación de la comisión pontificia. "Es como ofrecer una curita a un enfermo terminal de cáncer". Pero otros grupos católicos, como el influyente y difundido semanario "Familia Cristiana", creen que Francisco "está por dar un vuelco" para terminar con el grave fenómeno que ha causado tanto daño a la Iglesia.
stagduran
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