Introducir los insectos en la alimentación animal
Sobre los insectos como fuente de alimentación hemos hablado en varias ocasiones, la FAO y algunos investigadores los recomiendan como fuente esencial para luchar contra el hambre en el mundo, se han realizado estudios que determinan que el contenido proteínico es similar al de los alimentos cárnicos e incluso se están desarrollando estudios para demostrar lo deliciosos que son. Pues bien, hoy conocemos un enfoque diferente, se está trabajando para introducir los insectos en la alimentación animal con el fin de poder mejorar la sostenibilidad de los alimentos cárnicos. De ello se encarga el proyecto PROteINSECT, un trabajo de investigación financiado por la Unión Europea en el que participan universidades, centros de investigación, agricultores y ganaderos, y diferentes organismos de alimentación y medio ambiente de la UE.
Se pretende obtener proteínas de insectos y que éstas sean introducidas en la alimentación animal a través de la elaboración de nuevos piensos, de momento se está trabajando en la producción de larvas de moscas. PROteINSECT llevará a cabo una amplia evaluación de la calidad y la seguridad de los alimentos obtenidos de los insectos, como componentes de los piensos animales (sea en crudo o procesados), así como su idoneidad para ser incluidos en la alimentación animal. Como sabemos, uno de los escollos a los que se enfrenta la producción de insectos, sea para alimentación humana o animal, es la actual legislación comunitaria que no permite su uso como alimento, sin embargo, esto podría cambiar a raíz de los resultados que se obtengan en el proyecto, resultados que podrían propiciar cambios en la legislación actual.
El proyecto pretende demostrar que se puede alimentar con proteínas derivadas de los insectos a aquellos animales que abastecen de alimentos a los seres humanos, una ventaja es que actualmente los insectos ya forman parte de la dieta natural de las aves de corral y de otros animales, por otro lado se apunta que los insectos forman parte de la dieta de miles de especies silvestres y animales monogástricos de todo el mundo. O sea, parece más factible introducirlos en la dieta animal que en la dieta humana, y en ello se centrará durante los próximos tres años PROteINSECT. Como sabemos, el ganado se alimenta de proteínas vegetales, grandes extensiones de terreno se cultivan para alimentar a los animales, para los expertos el uso de proteína de insectos en la alimentación animal es una alternativa sostenible que permitiría disponer de más terreno para la producción de alimentos vegetales para el ser humano.
El proyecto está coordinado por la Agencia de Investigación en Alimentación y Medio Ambiente del Reino Unido y como hemos indicado, en él trabajan expertos de todo el mundo. Con los resultados que se obtengan se pretende impulsar un cambio legislativo para que los insectos no sólo sean aceptados en la alimentación de peces y de otros animales marinos, tal y como actualmente se contempla en la legislación. PROteINSECT establecerá una base con las suficientes evidencias que respalden que los insectos son una fuente sostenible y segura, así como más económica para poder producir alimentos de calidad destinados a los seres humanos, por otro lado, también se establecerá una base científica sobre el potencial y los beneficios en el medio ambiente que puede ofrecer este cambio en el modelo alimentario de los animales.
Los investigadores explican que la proteína de insectos es una opción viable para satisfacer la creciente demanda mundial de alimentos ricos en proteínas, los insectos utilizan menos recursos, menos tierra que la que se dedica a la producción animal o vegetal, producen menos residuos, pueden alimentarse de residuos y producen menos emisiones, además los residuos que generasen podrían ser reciclados y utilizados como fertilizantes.
Es mucho más complicado que los seres humanos (al menos por el momento) acepten los insectos como fuente de alimento, por lo que una alternativa lógica es destinarlos a la alimentación animal. Es muy probable que la normativa europea se modifique para el año 2015 y los insectos sean incluidos en la dieta de animales de corral y cerdos, al menos así lo creen los responsables del proyecto PROteINSECT.
A través de este proyecto también se alentará a las partes implicadas, productores, ganaderos, agricultores, sector industrial, gobiernos, etc. Se trabajará en el desarrollo de un código de buenas prácticas para la industria de la alimentación, también se ofrecerán soluciones para optimizar sistemas de crianza y establecer instalaciones de producción. Resumiendo, parece que esta apuesta tiene muchas más posibilidades que la de cambiar la regulación para la introducción de los insectos en la alimentación humana, los investigadores explican que en el caso de los animales, es poco probable que se requiera una evaluación de seguridad previa a la comercialización, la razón es que en otros países que no son de la UE se ha demostrado que se trata de algo seguro, se puede alimentar a los animales con insectos.
Si la Unión Europea está financiando el proyecto PROteINSECT, es probable que al final se introduzca la proteína de insectos en la alimentación de los animales a través de nuevos piensos, pero, ¿hasta qué punto influirá esta nueva alimentación en el sabor de los alimentos para consumo humano?
Podéis conocer todos los detalles del proyecto a través de la página oficial de PROteINSECT.
Foto | Jlastras
stagduran
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