Periodismo
[La columna] era de los últimos años de gobierno de Felipe González, que fueron para mí espeluznantes. Todo mi entorno estaba a favor, era super-super-super-superfanático de Felipe González y yo estaba por otro lado, en contra del GAL y en contra... Yo había votado, por supuesto, en el 82 a los socialistas. Incluso participé en un acto de campaña con Felipe González.Sobre el terrorismo de estado dice:
Lo del GAL era increíble. Pero lo cierto es que con los socialistas se torturó en edificios públicos, admitido por mandos, esto no estoy inventándomelo. Los jueces los han juzgado y los jueces los han sentenciado. O sea, que altos cargos socialistas torturaron, y robaron, y asesinaron.Añade:
Y no solamente se intentó tapar durante todos estos años, es más, si lo decías, si intentabas que se persiguiera, te consideraban... Toda la gente alrededor te miraba fatal y te trataba fatal y había unas discusiones increíbles. Y entonces decían, lo mismo de siempre en este país... Si disientes dicen que eres fascista. Entonces, rompes con la gente...Tiene, eso sí, elogios para el diario de PRISA:
Tengo que decir a favor de mi periódico, de El País, del que soy colaboradora (me salí en el 95, pero bueno), que en aquella época me dejaron, nadie me dijo nada con respecto a escribir, sistemática y constantemente, durante un montón de meses o quizás un año, artículos en contra de la línea editorial. Insisto: nunca nadie me dijo nada, nadie me cortó. Nadie. Nada. Eso hay que reconocérselo y chapó.A continuación, vuelve a hablar del ambiente en ese diario:
Ahora bien, fue muy difícil. Fue muy difícil porque todo el entorno del periódico estaba indignado conmigo. No te digo los mandos, te digo los compañeros. Un sectarismo brutal, un sectarismo brutal... Y luego es maravilloso, pasa el tiempo, y resulta que todos se caen del caballo. No sé cuántos años después, los que te han puesto a parir parece que han opinado siempre lo mismo que tú [risas]. Es fantástico cuando te has pasado unos años llorando, porque yo lloraba... La presión del ambiente, la presión social puede ser tremenda.Montero también habla de la situación actual del periodismo en España:
Ha pasado algo muy malo, todavía 'in crescendo', en el periodismo español desde hace varios años y que lo estamos pagando: los medios de comunicación, las estructuras, se han vinculado demasiado a los grupos políticos. Ha habido un amancebamiento, digamos, perverso. Primero, han fomentado el sectarismo y, segundo, como diría Marsé, se han encerrado con un solo juguete, agrandando problemas pequeños que no eran los problemas de la realidad de los españoles, haciendo un guirigay de una mota de polvo, convirtiéndola en una bola de nieve. Han perdido el criterio general al estar tan metidos en la cosa política. Ese ha sido un problema del periodismo de los últimos 15 o 20 años.No sólo habla de los medios como empresas, también de los propios periodistas:
Sí, obviamente se han prestado [los periodistas al juego] y les han comido el coco. Es muy difícil. Si las empresas empiezan, si se adscriben, si hay esa sensación... Sí, se han prestado, las redacciones se han terminado convirtiendo en fortines apaches... Esa pérdida del sentido de lo real... Ponerte paranoico, meterte en ese rollo político-paranoico y no ver lo que la gente necesita en la calle... Estar en esa historia de poder, del pequeño poder... Es algo completamente viciado.
stagduran
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