Stas Radziwill
El expresidente Jordi Pujol interpuso esta semana una querella afirmando que las cuentas en Suiza y Liechtenstein que destapó el diario El Mundo no eran suyas. Pero no dijo nunca que no fuesen de sus hijos. Estos por su parte no han negado nunca tener cuentas en estos países. Hacer esto oficialmente es tan sencillo para los hermanos Pujol Ferrusola como acudir al notario y declarar no tener nada en ningún paraíso fiscal. Cuesta treinta euros y se tarda treinta minutos ¿Por qué no lo han hecho? ¿Qué nos ocultan el secretario General de Convergencia y sus hermanos? ¿Dónde se esconden desde el jueves pasado?Artur Mas dice que cuestionar el origen de los cientos de millones que esta familia atesora solo en América es atacar a Cataluña. La música nos suena: hace exactamente lo mismo que hacían Kirchner, Ben Ali y Mubarak cuando se les preguntaba por su patrimonio. Incluso si las cuentas en Suiza y Liechtenstein no hubiesen existido nunca, los hermanos Pujol Ferrusola han de explicar a la ciudadanía el origen de su colosal fortuna. Los hijos del expresident tienen participaciones millonarias en docenas y docenas de empresas ¿compradas con qué dinero? Jordi hijo es propietario declarado de un hotel de cinco estrellas en México, de terrenos en ese país mas grandes que la provincia de Gerona -dicho por él mismo-, de una participación mayoritaria en el puerto de Rosario, de un palacete en Barcelona y de una colección de coches de varios cientos de miles de euros cada uno, entre otros muchos activos. Todo esto admitido por él y recogido por los registros mercantil y de la propiedad. ¿De dónde han salido los millones de euros necesarios para adquirir todo esto? ¿Se obtuvo este dinero mediante operaciones en condiciones ventajosas desde la proximidad al poder?
Mientras no aclaren hasta la ultimo céntimo de su inmensa fortuna conocida -no hablo ya de la oculta ni de la existencia de cuentas secretas- la familia Pujol estará bajo sospecha. Oriol Pujol y sus hermanos tienen el deber moral de aclarar a los 630.000 parados y a los mas de 325.000 niños que viven en la pobreza en Cataluña, según fuentes de la propia Generalidad, el origen de sus cientos de millones de euros. Así, además, evitarían que a su madre Marta Ferrusola se le conozca de manera creciente en Cataluña como la "Imelda Marcos catalana" y a su padre, el expresident, como el "Mobutu de Barcelona". Adivinar el origen de la inmensa fortuna de los Pujol –a quienes algunos llaman ya los Gadafi ibericos- es la verdadera "voluntat de un poble" de la que tanto habla Artur Mas.
El expresident cometió un gran acierto al encargar a su hijo Jordi el manejo de la lluvia de millones que ha empapado a esta familia desde la llegada de CiU al poder y un gran error al designar a Oriol su heredero político. El secretario general de Convergencia es tan torpe como vanidoso y sus meteduras de pata, constantes. No olvidemos que fue la imprudencia de Oriol en el caso de las ITV amañadas la que destapó el último escándalo de esta familia de políticos velozmente enriquecida. Jordi Pujol Ferrusola, dotado de gran inteligencia para la intermediación -según dicen los contratistas de la Generalidad que le trataban con asiduidad -es un calco físico y espiritual de Juan Antonio Roca, cerebro de la operación Malaya, con el que comparte gustos de billonario y una mente cristalina obsesionada por no dejar huellas. Hay quien dice que cuando Jordi hijo anualmente se desliza entre la jet-set internacional por las carísimas pistas de esquí de Aspen y Vail en Colorado -donde acude desde hace dos décadas con toda su prole tras pagar una media de 10.000 euros por persona y semana- no deja trazo en la nieve.
El pasado jueves, víspera del escándalo de las cuentas secretas, Cataluña se acostó europea y se despertó africana. La familia Pujol y CiU han logrado que Cataluña pase de ser una de las regiones españolas con mayor influencia europea a ser un enclave del África mas corrupta en Europa occidental. Como le pasa a Buenos Aires, que esconde bajo una cortina de urbanismo parisino un avispero de corrupción masiva, CiU y la banda de los Pujol han convertido a Barcelona en una Luanda mediterránea con fachadas de Gaudí. Capital europea de los maletines con efectivo -como atestigua el encarcelamiento por cobro ilegal de comisiones de los líderes de CiU Alavedra, Prenafreta y Millet entre otros exreos que gozan del afecto y protección siciliana de la famila Pujol- la Barcelona de hoy se parece en su ética mas a Lagos o a Malabo que al Silicon Valley.
El matrimonio Pujol-Ferrusola y su prole, entre las docenas de millones de euros acumulados por ellos en treinta años de poder de CiU y lo que pensaban acumular participando de todo activo que circulase en el Estado independiente de Artur Mas -como hasta ahora, pero catalizado al no haber Inspección de Hacienda del Estado- vislumbraban con razón un exuberante futuro de oro y diamantes para sí y las próximas diez generaciones de sus descendientes. Todo iba sobre ruedas hasta que un día la modernidad -es decir, internet- les estalló en las manos. Sobran indicios para pensar que CiU y la banda de los Pujol tenían un plan para convertir a Cataluña en una nueva Angola, donde ellos cumplirían el papel de la rica familia presidencial dos Santos. Por suerte para Catalunia, Jordi Pujol, Marta Ferrusola y sus codiciosos hijos, siempre tan puntuales, esta vez llegan con una generación de retraso.
stagduran
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