El príncipe Felipe sustituye a su padre inaugurando una refinería de Repsol
El príncipe Felipe sigue esta semana haciéndose cargo de la agenda oficial de su padre, convaleciente de la operación de cadera del pasado fin de semana. El heredero será el centro de todas las miradas al concentrar las dos noticias de la semana en un mismo acto. Además de la expectación de ser la cara visible de la Monarquía mientras el Rey se recupera de su accidentado viaje a Botsuana, don Felipe tendrá que inaugurar la ampliación de la refinería Repsol en Cartagena (Murcia), petrolera cuya filial en YPF será expropiada por Argentina.
Las nuevas instalaciones, con más de 3.000 millones de presupuesto, han supuesto la mayor inversión industrial de España. Al acto también acudirá el presidente de Repsol, Antonio Brufau, dos días después de conocer la decisión del Gobierno de Kirchner.
La ampliación de la refinería ha llevado, entre otros aspectos, a que se duplique la capacidad de destilación de crudo en Cartagena, hasta los 11 millones de toneladas al año y ha elevado a 4,5 millones de toneladas la producción de gasoil y queroseno. Con ello, se pueden reducir en alrededor de un 30 % las importaciones de gasoil, lo que contribuirá a aliviar el déficit comercial.
El proyecto, que ha llegado a emplear a unas 20.000 personas durante los más de tres años de construcción, supondrá además 790 puestos de trabajo directos y 800 de empresas contratistas. En España, las cinco refinerías de Repsol aglutinan alrededor del 60 % de la capacidad total de refino.
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