Comienza en EE UU el primer juicio contra un cura por encubrir abusos
Monseñor William Lynn, sacerdote de la archidiócesis de Filadelfia, la sexta más grande de Estados Unidos, se ha convertido en el primer alto cargo de la Iglesia Católica en ser juzgado en este país por encubrir a curas acusados de abusos. En el juicio que ha comenzado este lunes, Lynn se enfrenta a 28 años de prisión por haber mantenido en sus puestos al reverendo James Brennan y al cura Edward Avery –actualmente apartado del sacerdocio-, y no haber investigado las denuncias de abusos a menores que pendían sobre ellos.
Los tres debían sentarse ayer en el banquillo, pero Avery, que como el resto de los acusados se declaró inocente, cambió su versión el pasado jueves y admitió haber agredido sexualmente en 1999 a un chico de 10 años. Pasará dos años y medio en prisión.
Las acusaciones contra Lynn y Avery se suman a una larga lista de denuncias de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica de EE UU, unos escándalos que han dañado su prestigio y han dejado su economía bajo mínimos, obligándola a vaciar sus arcas litigando en los tribunales y en indemnizaciones a las víctimas.
Los hechos por los que se acusa a Lynn y a Brennan se remontan a 1992, cuando el primero, como secretario de la archidiócesis (puesto que ocupó hasta 2004), estaba al cargo de asignar el destino de los sacerdotes pertenecientes a esta. Ese año un feligrés acusó a Avery de haberlo acosado entre 1970 y 1980.
Lynn envió a Avery a un colegio parroquial, desoyendo las advertencias de su terapeuta que recomendó que se le mantuviera alejado de los niños
El entonces sacerdote fue internado en un centro especializado en rehabilitación de curas acusados de abusos sexuales. Cuando se recuperó, Lynn envió a Avery a un colegio parroquial, desoyendo las advertencias de su terapeuta que recomendó que se le mantuviera alejado de los niños. En 1999 fue acusado de nuevo de "abusar brutalmente" de un menor de 10 años. Tres años antes, el reverendo Brennan fue denunciado por violar a un joven de 14.
Lynn, que por su puesto estaba obligado a abrir sendas investigaciones sobre ambas denuncias, mantuvo a Avery en el mismo colegio y únicamente ordenó el traslado de Brennan a otro Estado.
En 2005, la fiscalía de Filadelfia llevó a los tribunales a Lynn y a otros altos cargos de la archidiócesis, así como a su cardenal, Anthony Bevilacqua –fallecido el año pasado, pero cuyas declaraciones podrán ser usadas en este juicio-. Fueron acusados de silenciar durante décadas otras denuncias de pedofilia que implicaban, al menos, a 37 miembros de la Iglesia Católica de ese Estado. El jurado entonces entendió que los delitos habían prescrito. Sin embargo, dos nuevas querellas, permitieron que el caso se reabriera en 2011.
La defensa de Lynn y Brennan tratará de desprestigiar a los demandantes apelando a que ambos han presentado sus acusaciones movidos por sus necesidades económicas, dados sus antecedentes penales y su largo historial de adicción a las drogas.
Enviado desde mi iPad
No hay comentarios:
Publicar un comentario