Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín
Me dirijo a tí, amigo gay, que, públicamente, te profesas católico, desde mi condición de sacerdote, para tratar de aclararte algunas cosas que dices no tener muy claras. Quiero, en primer lugar, manifestarte mi profundo respeto y comprensión a tu persona y hacia tu condición de homosexual; pero pidiéndote también a tí, idéntico respeto y consideración hacia la Verdad, que ambos, como cristianos y católicos, debemos profesar. Si estas líneas las leyeran algunos gays, que, ni son, ni se sienten católicos, les tengo que decir que, en absoluto, escribo para ellos.
Para poder entendernos, lo primero que procede ,es explicar los términos y conceptos del discurso, pues hablando distinto lenguaje, la comunicación se haría totalmente imposible, cosa harto frecuente.
-Si dices ser católico, es, porque ante todo, te sientes y eres cristiano. Esto quiere decir- como tú bien sabes- que aceptas plenamente a Jesucristo como Dios hecho hombre, como tu Salvador, como "El Camino ,la Verdad y la Vida", como el único que "tiene palabras de vida eterna".
-Pues bien, sabrás que los católicos aceptamos, sin discusión, todo lo que Jesús ha establecido para el bien de los hombres. Para ser católico no basta aceptar a Cristo, sino también su obra, que es la Iglesia católica. Es incoherente decir CRISTO SÌ; IGLESIA NO.
Ahora bien ,sobre Pedro, el pobre pescador de Galilea, ha querido Jesús fundar su Iglesia:"Tú eres Pedro, y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y el poder del infierno no la derrotará .Te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo"(Mt 16,18). Toda la autoridad de Dios, pues, la tiene el sucesor de Pedro, que es el Papa. Sin aceptar esto, nadie se puede considerar católico. Recordarás, también, las palabras de Cristo a Pedro, después de resucitar:"Apacienta mis ovejas..."(Jo 21,15-17) y aquellas otras :"Yo he rezado por tì, Pedro, para que tu fe no desfallezca. Y tú ,cuando hayas vuelto, confirma en la fe a tus hermanos" (Lc.22,32).
-Resumiendo: Todo católico de verdad, tenemos como norma, que orienta nuestra vida, no sólo la Biblia , sino el Magisterio del Papa y la Tradición de la Iglesia. Toda persona que obedece a lo que Dios ha revelado
en la Biblia y hace caso a la autoridad de la IGLESIA CATÒLICA ,SABE QUE ESTÀ AGRADANDO A DIOS Y AL REVÉS, EL QUE PRESCINDE DE LA BIBLIA-creyendo que es una antigualla, superada por el paso del tiempo etc o de la autoridad y magisterio de la Iglesia católica.-ESTA DESAGRADANDO A DIOS.
-Entre los católicos existen muchas situaciones y circunstancias muy duras y difíciles, que van en contra de los gustos personales, tanto de las personas casadas, como de las célibes o como de las separadas.
A muchos gustaría tener una religión a la carta y cada uno definir lo que es bueno o malo, sin intervención ni
mediación de nadie más. ESTO NO ES POSIBLE ENTRE LOS CATÒLICOS.
-En tu caso concreto de homosexual, dentro de la Iglesia católica, tienes y tendrás siempre, la máxima comprensión para tu situación y tendencia personal. LO QUE JAMÀS PRETENDAS DE LA IGLESIA ES QUE JUSTIFIQUE EL EJERCICIO Y PRÀCTICA DE TU HOMOSEXUALIDAD, pues esto sería traicionar la VOLUNTAD DIVINA , bien clara y explícita en la Sagrada Escritura , en el Magisterio y en la Tradición de los Santos Padres.
-Amigo católico gay, comprendo que esto que te escribo, te resulte duro y exigente.
A NINGÙN CATÒLICO LE RESULTA FÀCIL Y CÒMODO EL SER COHERENTE CON SU FE Y LLEVAR LA CRUZ QUE ENCONTRAMOS EN LA VIDA. La sociedad permisiva en que vives, trata de LEGALIZAR Y HASTA JUSTIFICAR tu comportamiento, sea el que sea. TÚ, LIBREMENTE, DEBES OPTAR -COMO VERDADERO CATÒLICO-ENTRE TU OBEDIENCIA A DIOS O TU OBEDIENCIA A LOS HOMBRES. Esta y no otra, es la verdadera cuestión. La verdad se hace cuesta arriba muchas veces, pero según dijo Cristo, nos hace verdaderamente libres.
Cuenta siempre con mi comprensión y ayuda de hermano en la fe que quiere vivir y morir fiel a la Verdad revelada en la Biblia y al Magisterio y Autoridad de la santa Madre Iglesia.
Escrito por: MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN
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