Mosén Manuel Pousa, muy activo en labor social, va camino de la excomunión por cooperar en dos abortos
El sacerdote barcelonés en vías de excomunión por haber financiado dos abortos desempeña una intensa labor social que la propia Iglesia católica, que estudia castigarle, considera ejemplar. Manuel Pousa Engroñat, más conocido como el Pare Manel, tiene su parroquia en el socialmente difícil Turó de la Trinitat, en el distrito barcelonés de Nou Barris, y su labor social se extiende a niños y presos a través de la fundación que lleva su nombre. En el 2009 recibió por ello la Creu de Sant Jordi que otorga la Generalitat.
Ahora, un libro recién publicado, Pare Manel, més a prop de la terra que del cel (Angle), obra del periodista Francesc Buxeda, ha precipitado el conflicto. En el libro –que “no es una biografía, sino un reflejo de la vida pasada por su filtro, un resumen de su pensamiento eclesial y social”, aclara Buxeda– se relata cómo Pousa pagó el aborto de dos menores para evitar posibles muertes por desangramiento, al constatar que iban a abortar igual, y de forma clandestina. El asunto era conocido –trascendió en el 2008–, pero el Pare Manel se declaróantiabortista, y adujo que los medios de comunicación habían sacado el caso de contexto.
Así las cosas, el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, abrió el pasado martes diligencias para excomulgar a Pousa, porque, según el Código de Derecho Canónico, “el hecho de cooperar en un aborto comporta la pena de excomunión latae sententiae” (es decir, automática). Con todo, la nota del arzobispado especificaba que para verificar los hechos se abre el correspondiente procedimiento administrativo eclesial. Pousa ha anunciado que no hará declaraciones mientras la investigación esté en marcha, pero dice Buxeda que “está tranquilo y sereno, es un sacerdote que cree mucho en la Iglesia, la quiere grande, plural, democrática y moderna”.
El anuncio de la posible excomunión del Pare Manel incluyó el reconocimiento del arzobispado a su trabajo social “al servicio de los grupos más necesitados de nuestra sociedad”. Explica Buxeda que la entrevista que Sistach y sus colaboradores tuvieron el pasado lunes con Pousa “fue cordial; aunque es una voz muy diferente a la de la jerarquía, que está más cerca de los cristianos de base, eso no excluye su labor social, que Sistach valora mucho”.
En el libro, Manuel Pousa (Granada, 1945) desgrana reflexiones sobre moral sexual de complejo encaje en la doctrina católica. Admite tener “una amiga”, pero aclara que no mantiene con ella relaciones sexuales. Ese se perfilaba como un motivo de fricción añadido. Sin embargo, no ha sido así. Será quizá porque en el libro Luz del mundo (Herder), del periodista alemán Peter Seewald, Benedicto XVI afirma que “cuando un sacerdote cohabita con una mujer, hay que verificar si existe una verdadera voluntad matrimonial y si podrían formar un buen matrimonio”. Si así fuese, deben casarse, razona el Papa. Se desconoce la opción del Pare Manel.
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