ACOSO, AMENAZAS Y AGRESIONES
El polémico imán de Lérida, perteneciente a una de las corrientes más fundamentalistas del islam, quiere extender su policía islamista a otras ciudades. Sus agentes amonestan, aíslan y agreden a aquellos musulmanes que no cumplen su interpretación de las enseñanzas de Mahoma.
LIBERTAD DIGITAL
El polémico imán de Lérida, Abdelwahab Houzy, conocido por su radicalismo y por la campaña que se ha desatado por su actitud en la ciudad, pretende expandir a otras ciudades sus tácticas fundamentalistas. Según informa el diario ABC, quiere desplegar su policía islamista a diversos municipios, como Olot.
El objetivo del clérigo musulmán es que sus "agentes" amonesten, aíslen y si es necesario agredan a aquellos fieles del islam que no cumplan la interpretación religiosa que defiende Houzy. Y es que el imán pertenece a la corriente wahabista, una de las más radicales y cuyo origen está en Arabia Saudí. De este modo, la policía religiosa está compuesta por media docena de personas que reciben órdenes directas del clérigo.
Abdelwahabab Houzy ha utilizado la mezquita de Lérida para lanzar sus proclamas fundamentalistas y desde allí llevar a su causa a los fieles musulmanes. Actualmente, el ayuntamiento leridano ha precintado el recinto por motivos de seguridad puesto que en él se reunían hasta mil personas cuando apenas tiene capacidad para 200. Sin embargo, el imán ya ha avisado que construirá otra mezquita gracias a los fondos de Arabia Saudí y de Marruecos.
Las autoridades están preocupadas con la expansión de este clérigo puesto que es difícil investigar las prácticas de esta policía islamista puesto que los represaliados se niegan a presentar una denuncia ante las Fuerzas de Seguridad.
El manual de estos "policías religiosos" es claro. En un primer momento amonestan en la vía pública a los musulmanes que consideran que no cumplen con el islam. De hecho, se van conociendo más casos en los que un grupo de hombres increpa a una musulmana por no llevar velo. Si no obedece a estas amonestaciones, se le aísla y se hace boicot a su negocio. Y si su actitud no cambia se opta por la agresión física.
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