Unos días antes de la Asamblea General de otoño de la Conferencia Episcopal USA, losobispos han patrocinado un Congreso sobre la práctica litúrgica y pastoral del exorcismo, 12 y 13 de noviembre. Motivados por el interés del rito y la escasez de exorcistas. Se han inscrito 56 obispos y 66 sacerdotes,
Thomas J. Paprocki, Obispo de Sringfield y responsable del asunto, contaba que sólo hay cinco o seis exorcistas en Estados Unidos y no dan abasto. Señala que cada diócesis debería tener al menos uno,
Cosas que vuelven y no deberían haberse ido, digo yo.
Está bien que se actualicen los protocolos. Por lo que sé, la mayoría de los exorcistas prefieren el antiguo ritual. Está mejorando el diagnóstico y la separación de casos patológicos de las verdaderas posesiones. Y en ese proceso se sigue constatando que todavía haberlas haylas.
En la entrevista concedida a The Catholic Herald , Paprocki subraya la doctrina de siempre: es un sacramental alejado de las truculencias de Hollywood, pueden ser procesos largos y sin espectáculo. Y constata el crecimiento de las posesiones en Europa.
Me ha gustado la referencia al exorcismo como sacramental, no suele ser normal, ni tampoco ligarlo a otros sacramentales también eficaces como el agua bendita, los santos óleos, reliquias de los santos. Y ya para nota cuando recuerda que «el sacramento de la penitenciaes mucho más poderoso que un exorcismo», al fin y al cabo, la posesión no significa la pérdida de la gracia y el pecado mortal sí. La posesión puede estar permitida por Dios para la santificación, el pecado nunca. La posesión no implica actos de la voluntad, y por tanto responsabilidad mientras se está poseído, el pecado sí. La posesión no es condenación eterna, el pecado mortal sí.
Lo siento, es noviembre, buena época para hablar del tema. De todas formas, como está cercanoel estreno de la película The Rite, protagonizada por Anthony Hopkins, la actualidad volverá a brindarnos la ocasión de hablar del tema. Por cierto, mucho más interesante que la película es la historia del guionista, Matt Baglio. Un periodista que se pega como una lapa a un sacerdote enviado a Roma para formarse como exorcista. La experiencia, aparte de servirle para escribir un libro, sirvió para que experimentase una profunda conversión.
A las buenas iniciativas no hay que ponerles ‘peros’, no me toméis así las siguientes reflexiones acerca de uno de los motivos del congreso: la falta de exorcistas. Supongo que no bastan unas buenas charlas.
¿Por qué tan pocos candidatos sacerdotes? Habiendo sólo 5-6 exorcistas en USA, 56 obispos y 66 sacerdotes parece el ejército de coroneles de Napoleón retirándose de Rusia. Es un buen paso, pero hay dos aspectos importantes que habría que afrontar:
- Que los sacerdotes y teólogos hablen del demonio a los fieles. Sí, del demonio. ¿En cuántas homilías habéis oído mencionarlo? ¿Ha desaparecido? ¿Nunca existió? ¿Ahora es el mal en general? A algunos les da miedo hablar del demonio, ¡qué curioso!
- Y que para ello, los sacerdotes y teólogos crean en la doctrina católica de la existencia del demonio. Y no me estoy refiriendo a los Higinios Fernández, ese nuevo fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, que nos descubre Bruno. Me refiero a buenos sacerdotes, que por respetos humanos terminan mundanizándose y callando el tema, no los vayan a considerar unos preconciliares. Nadie da lo que no tiene.
El diagnóstico no es nuevo, en una entrevista el Padre Amorth, exorcista, respondía:
—Vd combate, diariamente, con el demonio ¿Cuál es el mayor éxito de Satanás?—Amorth: Que consigue hacer creer que no existe. Y casi lo ha conseguido. Incluso dentro de la Iglesia. Tenemos un clero y un episcopado que han dejado de creer en el demonio, en los exorcismos, en los males extraordinarios que puede causar el diablo, y ni siquiera en el poder, que nos ha dado Jesús, de expulsar a los demonios. Desde hace tres siglos, la Iglesia Latina —al contrario de la Ortodoxa y de varias denominaciones Protestantes— ha abandonado casi, completamente, el ministerio del exorcismo. Al no practicar los exorcismos, al no estudiarlos y no haberlos visto nunca, el clero ya no cree en ellos
Al menos en USA, y en otras partes del mundo, empiezan a poner remedio.
2 comentarios:
Me alegra que por lo menos en EEUU se pongan las pilas en esta materia. En cada diócesis debería haber como mínimo un exorcista, pero uno de verdad, de los que entran al cuerpo a cuerpo con el demonio, igualmente en las ciudades importantes.
Bajo mi punto de vista llega un poco tarde, pero mas vale tarde que nunca, espero que no haya que volver al pasado, a la Inquisición.
Y espero que cuando vaya un poseído pidiendo ayuda sea atendido como conviene, y no enviado al psiquiatra como lo están haciendo ahora en la mayoría de los casos. porque si siguen de esta forma sin atender a los que piden ayuda en esta materia, ¿para que quieren tanto exorcista? Ah por cierto, también lo podrán emplear en el caso de clérigos pederastas. Así por lo menos estabilizarán la inversión.
Bastaría conque les enseñara a distinguir una posesión (problema espiritual) de una enfermedad psiquiátrica. La mayoría de los fracasos les llegarán por este punto.
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