LO QUE TIENE Y NO TIENE SOLUCION…
El ser humano vive en constante búsqueda, su interior es insaciable,
siempre está añorando aquello que no tiene, indagando salidas y
soluciones, dependiendo de ello su felicidad y aún sus reacciones…
Es más fácil pensar en lo que no tenemos o nos hace falta, así sea
poco; centramos la atención en los vacíos y carencias,
convirtiéndolos en indispensables para sentirnos realizados, dejando
todo lo demás que poseemos a un lado…
Muchas veces en esa búsqueda angustiosa, dejamos ir lo valioso que
ya teníamos, porque se nos va la vida buscando quizás una solución
donde no la hay, queriendo encontrar algo que tal vez no está;
esperando lo que posiblemente nunca vendrá…
Y nos echamos a morir estando vivos, se nos van los mejores años y
nos perdemos de mil cosas por no valorar y cuidar lo precioso que
poseíamos, tan solo porque fijamos toda nuestra atención en aquello
que carecíamos…
Es bueno tener sueños y luchar por ellos; pero no podemos
desgastarnos y olvidarnos de lo que poseemos, hay que aprender a ser
feliz con lo grande y lo pequeño…
Si las cosas tienen solución, no hay porque angustiarse y perder la
paz; trabajemos con ahínco por poderlo arreglar… Pero si aquello no
tiene otra salida o no se puede solucionar; tampoco hemos de echar
todo por la borda y renunciar a nuestra felicidad; hay todavía mucho
por hacer y por soñar… construyamos nuevas ilusiones, busquemos
nuestra realización personal…
Hay que aprender a aceptar que tenemos limitaciones y no
convertirlas en bloqueos mentales y frustraciones; todos los seres
en el mundo tienen cosas que pueden y no pueden hacer y/o tener,
Dios a todos sus hijos les ha colmado de muchas bendiciones; hay
simplemente que reconocerlas y cultivarlas; para así no vivir
alimentando vacíos, traumas, amarguras y decepciones…
Si eso que nos hace falta, nos impide ser feliz… pensemos en todo lo
grande y bello que poseemos y en lo que sentiríamos si de repente
por centrar la atención en las carencias y limitaciones, perdemos…
Hay muchos que desearían tener una mínima parte de lo que tenemos;
valorémoslo y disfrutémoslo, demos gracias a Dios, superémoslo,
¡Claro que podemos!... Sigamos viviendo y gozando, no dejemos de
soñar, quizás cuando menos lo pensemos eso que anhelamos tanto nos
llegará…
Si las cosas tienen solución no nos angustiemos, en paz busquémosla…
y si no tienen, ¿por qué nos hemos de inquietar?... la vida sigue,
hay que continuar…
KARY ROJAS
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