Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor,
hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento,
a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.
Colosenses 2:2.
hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento,
a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.
Colosenses 2:2.
Ayer leímos cómo Walter Montano puso en duda su ateísmo. «Como último recurso fui a consultar a un misionero, diciéndole: –Durante años busqué la paz y la salvación. Sólo hallé desilusión y engaño. Ahora he venido a preguntarle si usted tiene la paz en su corazón. Dígame la verdad, le suplico, para que no sea decepcionado una vez más.
Con emoción, el misionero contestó: –Hace muchos años acudí a Jesucristo con el corazón cargado de inquietud y le confesé mis faltas. Me las perdonó todas y ahora tengo la paz y la seguridad de la salvación. Él puede hacer lo mismo por usted.
Entonces oramos al Señor Jesús. Noté que él estaba acostumbrado a conversar con su Señor, y yo, vacilante, estaba orando realmente por primera vez. Descubrí repentinamente esa libertad de una relación directa con Dios, y la luz empezó a penetrar en todo mi ser. Mis pecados me parecían muy reales, pero al mismo tiempo tenía la certeza de que Jesús los había quitado todos por su muerte en la cruz. Pasé a ser un hombre nuevo que puede dar testimonio de la victoria de Cristo, un Cristo vivo que me llenó de una paz y un gozo desconocidos. Hallé lo que buscaba desde hacía muchos años».
“Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo… todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:9-13).
1 comentario:
Señor Jesús, ta acepto como mi único Dueño, Señor y Salvador de mi vida y te doy gracias por que me encontraste perdido y sin rumbo, ahora te siento como lo que eres, un Dios vivo lleno de misericordia dispuesto siempre a venir en mi ayuda; me correspondes con creces.
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