La palabra doxología –del griego doxa (gloria) y logos (palabra) es una palabra de gloria, de alabanza y bendición, por lo general trinitariaque suele usarse como remate de una oración o himno.
En la Eucaristía la doxología principal es con la que concluye la Plegaria eucarística: “Por Cristo, con Él y en Él a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del espíritu santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”, respondiendo el pueblo con un AMEN. Si hay concelebrantes también lo recitan junto con el presidente, no así los demás ministros ni el pueblo.
La otra gran doxología que hay en la Misa es el himno del Gloria, en los ritos iniciales.
Con la palabra «gloria» comienzan dos de las doxologías de alabanza más clásicas para los cristianos: en la misa el himno «Gloria a Dios en el cielo», y en la oración en general, y en la salmodia en particular, el «Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo».
El himno Gloria a Dios en el cielo «es un antiquísimo y venerable himno con que la Iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios y al Cordero y le presenta sus súplicas» (OGMR 53). Se le llama también “himno angélico”, porque el evangelista Lucas pone su inicio en boca de los ángeles en la noche del nacimiento de Jesús (Lc2,14).
Es uno de los pocos himnos no bíblicos que nos han llegado de las primeras comunidades, junto con el “Te Deum” y el “Oh luz gozosa”. Parece ser que fue en el siglo IV cuando pasó a la misa, primero sólo para la Navidad y luego para las fiestas y domingos en las misas presididas por el obispo. Actualmente su uso se reserva para los domingos, solemnidades, fiestas y en ocasiones especialmente solemnes. En los tiempos de Adviento y Cuaresma no se dice. Como himno que es debería cantarse siempre, bien al unísono por el pueblo o alternando con un coro. También puede decirse en todas las misas del tiempo pascual aunque el Misal no lo proponga, si se las solemniza de alguna manera.
El Gloria está colocado normalmente en los ritos de entrada en los días festivos, inmediatamente antes de la oración colecta. Pero en laVigilia Pascual se encuentra en medio de la liturgia de la Palabra, precisamente para subrayar el paso de las lecturas del AT a las del NT, acompañado con signos festivos tales como música, campanas y flores. También es solemne su canto en la Eucaristía vespertina del Jueves Santo y debería serlo sobre todo en la noche de Navidad (la llamada Misa del Gallo). Su contenido es un buen resumen de la Historia de la Salvación: la gloria a Dios y la paz a los hombres. Se alaba al Padre, Señor y Rey del universo; se alaba también a Cristo, Señor, Cordero, Hijo, el que quita el pecado del mundo, el único Santo; todo ello concluido con la doxología: “Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre”.
1 comentario:
Doxología Bíblica:
“A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén” (2 Timoteo 4:18).
“Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén” (2 Pedro 3:18).
“Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (1 Timoteo 1:17).
“Al Dios y Padre nuestro sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén” (Filipenses 4:20).
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