¿Lío con el recibo de luz? Las tres opciones de pago del nuevo sistema
Un nuevo sistema que contemplará distintas opciones de facturación y diferenciará al consumidor según si dispone de un contador inteligente o si, por contra, tiene un contador analógico.
La principal medida anunciada por el Ministerio de Industria es la posibilidad de facturar por horas a los clientes que cuenten con un contador inteligente, poco más de un millón de consumidores. Eso sí, todos los contadores analógicos tendrán que ser retirados antes de que concluya 2018.
Este 19 de febrero de 2014, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha detallado las distintas opciones durante su comparecencia en la Sesión de Control en el Pleno del Congreso:
- Contratos bilaterales: los consumidores domésticos podrán firmar contratos bilaterales con las empresas comercializadoras, una opción que ya existe actualmente aunque es utilizada "por muy pocos" ciudadanos.
Según ha explicado Soria, este tipo de contrato bilateral entre consumidores y eléctricas para determinar el precio de la luz ya existe, pero apenas se utiliza, al menos por parte del pequeño consumidor doméstico, ya que algunas empresas sí recurren a esta fórmula.
- Contrato estándar: los consumidores también podrán acogerse a un "contrato estándar" con una tarifa fija para un periodo establecido, probablemente de un año. Las eléctricas estarán obligadas a tenerlo a partir del 1 de abril para todos aquellos consumidores que quieran acogerse al mismo.
- A precio de mercado: la tercera posibilidad es pagar "estrictamente" la energía consumida a precio de mercado. En caso de tener un contador inteligente, que discrimina por horas, se aplicaría el precio de cada momento a la energía consumida a lo largo de un mes. De alguna manera tendrán una tarifa diferente cada hora.
Si no se cuenta con uno de estos aparatos la facturación seguirá siendo bimensual y el precio se calculará en función del promedio durante ese tiempo.
Si se elige el sistema de facturación por horas, Soria ha indicado que, como el precio de la electricidad varía cada hora, habrá días por los que se pague más y otros por los que se pague menos, pero ha insistido en que lo importante es que, sumando todas las facturas del año, el coste para el consumidor será inferior.
De esta forma, el ministro ha explicado habrá tres modalidades distintas para facturar la luz que evitarán la volatilidad de las subastas, que han supuesto un coste para los consumidores de unos 1.100 millones de euros desde 2009, a razón de unos 270 millones de euros anuales.
Al no existir subasta, el coste de intermediación se eliminará, por lo que los consumidores no tendrán que asumirlo.
Sobre las quejas de las eléctricas ante este nuevo modelo, el ministro considera que es "comprensible" que no les guste, pues la eliminación de la subasta eléctrica les supondrá menos ingresos, pero a cambio los consumidores verán reducidos sus recibos.
La crítica de las eléctricas
Desde la patronal eléctrica Unesa se critica el nuevo sistema porque, en su opinión, contraviene la Ley del Sector Eléctrico y la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
Piensan que los consumidores deben ser suministrados a unos precios fácil y claramente comparables, transparentes y no discriminatorios, y opinan que con el nuevo sistema no será el caso.
También Facua formula una critica parecida y denuncia el hecho de que vaya a haber usuarios que para su recibo cuenten con 1.500 precios distintos, los que dispongan de contador inteligente, y otros con 60, los que mantengan el analógico, algo que supone "sembrar el caos sobre el caos" y hará "imposible entender el recibo de la luz".
¿Cambiará la factura?
Soria, que asegura que el Gobierno está trabajando en una disposición para clarificar la factura de la luz y hacerla más accesible, e insiste en que en la factura figurará "de forma sencilla" cuánto se consume, a qué precio, en qué periodo y el importe total, incluidos los impuestos.
Y ¿a quién afectará el nuevo sistema de facturar la luz? Los cambios tan sólo serán aplicados a los consumidores domésticos y pequeñas empresas, con potencias inferiores a 10 kilovatios, que aún están en el mercado regulado. En total, 16 millones de usuarios.
No le afectarán los nuevos precios si ha cambiado de suministrador en los últimos años para acogerse a las ofertas que las compañías ofrecen en el mercado libre con o sin servicios de mantenimiento y descuentos en luz y gas. Los consumidores del mercado liberalizado ascienden ya a 9 millones.
Tampoco le afectarán si está acogido al bono social (tarifa protegida para los más desfavorecidos, potencias inferiores a 3 kilovatios o familias numerosas) cuyos precios están congelados desde 2009.
stagduran
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