Losantos se cachondea de Mas: "con la independencia, a Don Jordi-Benjamin Button-Pujol le volverá a crecer el pelo"
De un modo u otro, algo que suponemos se mantendrá como poco hasta las elecciones autonómicas, Cataluña sigue ocupando la mayor parte del espacio opinativo de la prensa en papel.
Por fortuna, en ocasiones los políticos ofrecen a los ciudadanos alguna ocurrencia que da pie a artículos más de cachondeo que de análisis serio (o que se dedican a esto último a través de la guasa, lo cual se agradece).
Es lo que ocurre este 31 de octubre de 2012, donde varios columnistas de la prensa en Madrid se mofa de las predicciones de Artur Mas.
Ya sabe usted, querido lector, esas promesa de que un "Estado propio" para Cataluña supondría de forma automática un aumento de la esperanza de vida, un descenso en la mortalidad del cáncer y un caída drástica del número de muertes en accidentes de carretera.
El análisis a través del aparente cachondeo, la crítica seria mediante el humor, es un género en el que se crece Federico Jiménez Losantos. Buena prueba de ello es el artículo Mas y los inmortales:
Sin independencia, la gente se moriría y se mataría como siempre, pero no creo que vayan a perder la ocasión. Sin la ocupación militar invisible del Estado español, los catalanes de Mas emprenderán con paso firme el camino a la inmortalidad.
Añade:
El proceso será pacífico y democrático: la ralentización del envejecimiento dará paso al rejuvenecimiento y es seguro que a Don Jordi-Benjamin Button-Pujol le volverán a crecer el pelo y los votos, si es que hay gente capaz de someter a votación la Eternidad.
El articulo del turolense continúa:
Esto no es, pues, simple electoralismo sino Revelación; y se basa en un vertiginoso avance científico cuya pista nos da también Mas: tres universidades catalanas, dice, estarán entre las 200 mejores del mundo. ¿Biotecnología? ¿Celulas madre y madre-madre, o sea, abuelas? Sí, pero no sólo.
Se ríe de las previsiones económicas, y no sólo nombra a Mas, también al candidato de ERC:
¿Y la deuda regional más alta de Europa, 44.000 millones de euros? ¡Bah! Cuando sea deuda nacional catalana desaparecerá. Lo dijo ayer Junqueras, de ERC, socia de CiU en la búsqueda de la eterna juventud: «con la independencia, Cataluña tendrá el mayor superávit de Occidente». Así, cualquiera.
Manuel Jabois no escribe sobre Cataluña, lo hace sobre una de las noticias que más interés despertó en los medios de comunicación la jornada anterior, la boda que acabó en batalla campal entre los de "gora ETA" y el "viva España" --La boda que casi acaba en funeral: a golpes entre los del 'viva España' y del 'gora ETA'--. En Ecos de sociedad dice:
Cuando en el futuro se hable de héroes románticos será imposible dejar de citar la historia de dos novios que se casaron delante de familias de Valladolid y Hernani y las pusieron a brindar como en Viridiana.
Termina en un tono más serio:
Lo cierto es que los procesos de secesión con los que se entretiene España mientras pasa la crisis empiezan a ser dramáticos. Cataluña ha querido colar lo del Maine con pesqueros amenazados por la Armada y cazas sobrevolando la Sagrada Familia, a donde subirá Mas para tumbarlos como King Kong. En el País Vasco, mientras tanto, ya se empiezan a organizar bodas étnicas. Tiene su importancia: todavía hay quien cree que la independencia no se publicará como eco de sociedad.
En La Vanguardia Pilar Rahola, tras el brillante artículo que reseñábamos 24 horas antes --Salvador Sostres: "Los catalanistas han vivido de escandalizarse con Federico o con Interconomía"--, vuelve por sus fueros. Esto es, retoma el discurso nacionalista para justificar todo lo que salga de la Generalitat y criticar a quienes no aplauden a Mas.
En esta ocasión escribe sobre El spot de la discordia. Se refiere, por supuesto, al anuncio institucional de la Generalitat para animar a ir a votar en el que, entre otros personajes, aparece alguien diciendo que acudió a la manifestación independentista del 11 de septiembre de 2012. Arranca Rahola mostrándose suspicaz frente al gobierno catalán:
Mi primera reacción ha sido de alerta. Como ocurre tan a menudo en tiempo electoral, la fina línea entre lo institucional y lo partidista podría haberse quebrado de nuevo, y repetirse la tentación de usar dinero público para hacer campaña privada. En este sentido, el partido que esté libre de culpa, que tire la primera piedra. Con esa alerta, pues, he mirado el spot institucional para pedir el voto. ¿Se les habrá ido la mano?
Pero enseguida se le pasa, y dice: "A quienes se les ha ido la mano y la boca ha sido a los tres partidos que han montado en cólera".
Y las cosas ahí están claras: PP y partido satélite en la primera opción, y PSC en la segunda. Porque mirado con lupa y papel de fumar, la crítica al spot no se aguanta por ningún lado, y hay que tener muchas ganas de montar escándalos para justificar este sarao.
Justifica el vídeo diciendo:
Es decir, en un relato que entrelaza los momentos más culminantes de Catalunya, la Diada es el último de ellos. ¿Cuál es el problema?
Tras insistir en que al PP y "sus amigos" --curioso, en varias ocasiones se refiere a Ciudadanos pero nunca por su nombre, sino como una extensión o algo parecido del PP-- la senyera les produce urticaria, añade:
El eje central es masivamente catalanista, y ello incluye al PSC. ¿Por qué se monta en el carro del flanco españolista? ¿Tan despistado, tan perdido, tan alucinado está?
Concluye:
En cualquier caso, perdonen, pero el único escándalo que veo en todo este asunto es la escandalera que han montado los del escándalo. Me temo que ellos, y no el spot, son el problema.
Ese "ellos", como ha dejado claro Rahola, son el PP, Ciudadanos y ahora también el PSC. La columnista, tan firme que es contra los totalitarismos de todo tipo, debería ser consciente de lo peligroso que resulta señalar a sectores completos de una población, cuyos miembros no ejercen la violencia, como "el problema". Suponemos que no reflexionó sobre ello antes de escribir esa frase.
Volvemos a Madrid, para leer El País. Parece que los de PRISA han decidido dar una pequeña tregua a la crisis interna del PSOE, pues no encontramos artículos sobre el asuro. Muy sosa está la Opinión en el diario de Cebrián.
Nos quedamos con un artículo de la contrapartida, en este caso a cargo de Elvira Lindo y titulado No, gracias. Es uno de esos ejemplos en los que se ofrece una justificación previa, en forma de 'yo soy muy moderada', antes de presentar una crítica muy edulcorada al nacionalismo.
Creo que muchos españoles (que no españolistas ni españolazos) estamos observando el independentismo creciente en Cataluña sin ese enconamiento que a algunos les vendría de perlas, con distancia emocional. No hay apasionamiento con respecto a este asunto, sí cierto estupor, ¿será verdad que una mayoría de catalanes se quieren independizar de nosotros?
Claro que no todos son tan tolerantes y comprensivos como ella. Están esa minoría "que defendería la patria española hasta no se sabe qué últimas consecuencias" y también quienes "defienden la nación catalana". Pero esos son minoría, Elvira Lindo se erige en portadora del común de los españoles:
Pero la calle no es ya el reflejo de una tertulia política radiofónica o televisiva, no puede serlo, porque las penurias personales se imponen en la mayoría de los hogares, y también por un cansancio que padecen todos los sures, el sur de Europa, el sur de España, de ser continuamente tachados como los saqueadores de todos los nortes,del norte de Europa, del norte de España.
Y ahora la crítica a Mas y CiU, pero sin citar ni al político ni a su partido:
Pero, sobre todo, vamos a ver, ¿de qué estamos hablando? De un partido político que después de elevar conscientemente la temperatura de la independencia y provocar una suerte de delirio social ahora no tiene el valor de pronunciar el nombre de aquello que reclama y plantea un referéndum con una pregunta cobardona. Después de la que han montado. Para que luego nos exijan apasionamiento a favor o en contra. No, gracias.
Terminamos este resumen diario a las columnas de opinión en La Gaceta, con un artículos también dedicados al nacionalismo catalán. En 'Un Camelot de paja', Xavier Horcajo arranca:
Parece que los de CiU se han tomado un 'tripi' (una dosis alucinógena). Decían hace 20 años que querían ser el "pal de paller" (pilar del pajar) del catalanismo político, ahora ofrecer a quien les vote el Edén y la eternidad en píldoras cuatribarradas. En fin, un Camelot de paja en manos de un Artur desnortado.
Los convergentes presentan un programa que ofrece aumentar la supervivencia al cáncer en un 5%. Eso se lo encargarán a Josep Prat, el dimitido presidente de Institut Catalán de la Salud por favorecer a empresarios de CiU. Dicen que reducirán a la mitad los muertos en carretera. Esto se lo encargarán a los empresarios favorecidos en el caso de las ITV (los amigos de Oriol Pujol). Si impiden que circulen el 50% de los vehículos habrá la mitad de accidentes, ¿no?
Tras varios argumentos similares referidos al empleo o a los vuelos intercontinentales con destino a Cataluña concluye:
Por último, para los ultranacionalistas es clave que la mitad de los hogares de la "Catalunya independent" tenga banda ancha ultrarrápida. Claro, para que puedan acceder a la prensa en libertad. Ya no será necesario cercenarla, como han hecho en los últimos 33 años. No puedo imaginar paraíso Mas apetecible.
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