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viernes, 7 de febrero de 2014

¿Cómo actúa Satanás? - ReL


¿Cómo actúa Satanás?

Reproduzco a continuación un artículo que he escrito en otro lugar a propósito de una pregunta que me han formulado, puesto que lo considero un tema suficientemente interesante y actual como para conocerlo.


Pregunta: Tengo muchas dudas respecto a Satanás, ¿cómo se manifiesta?, ¿a quiénes elige para que le sirvan y por qué?, ¿qué les ofrece que ni con el paso del tiempo son capaces de ver lo que el Señor ha escrito antes en su corazón?, ¿puede llegar su influencia a desaparecer del todo de una persona?, ¿puede desaparecer del mundo?, ¿puede poseer a una persona algunos ratos y no otros?, ¿el Espíritu Santo no nos preserva de su influencia para que seamos totalmente libres?, ¿son varios, o es sólo  uno con muchas caras?... pero sobre todo, puesto que le atribuyo bastante inteligencia además de su ya conocida astucia, no entiendo por qué no llega a la siguiente conclusión: si se destruyera todo el bien del mundo y solo existiera el mal, se autodestruiría en muy poco tiempo, entonces, ¿por qué tiene tantas ganas de reinar en un mundo que no existiría, condenado a su total destrucción?

Nuestro ávido preguntador hace alusión a un tema que ciertamente despierta la curiosidad de nuestra generación, pero muchas veces desde una mirada espectacularista, mítica o escéptica, y es sin embargo un tema suficientemente profundo para tomárselo en serio. No es este el sitio donde elaborar un tratado de demonología, si bien al final del artículo ofreceré alguna referencia sobre dónde encontrarlo. Trataré de resumir la doctrina de la Iglesia al respecto y desde ahí responder a las preguntas formuladas.
1. La Revelación nos transmite el conocimiento de que "antes" de la creación material, hubo una creación de seres inmateriales que llamamos ángeles. Éstos ángeles fueron creados para vivir en comunión con Dios y para vivir en su alabanza; y además, Dios tenía preparado un designio secreto para ellos: servir al hombre y ayudarle a alcanzar su destino. Como seres personales, tienen racionalidad y libertad, si bien su racionalidad es mucho más perfecta que la nuestra al ser seres espirituales. De entre estos ángeles hubo algunos que concibieron envidia del hombre (Sab 2, 24) y en lugar se servirle, le tentaron para hacerle caer; éstos ángeles, al usar su libertad para desobedecer a Dios, se corrompieron a sí mismos y se "convirtieron" en demonios.
2. Por tanto, los demonios no son mitos ni metáforas ni personificaciones del mal. No es cierto que el Señor hablase de los demonios adaptándose a la mentalidad de su época, puesto que en muchísimas cosas Jesús se salta la mentalidad de su época e introduce conocimientos nuevos. No es cierto que las manifestaciones diabólicas del Evangelio sean simbólicas ni casos de enfermedades que en la época se asociaban con el demonio, puesto que las acciones exorcísticas de Jesús en esos casos con claras, y Jesús no "finge" echar demonios, puesto que entonces nos estaría engañando y haciendo creer cosas que no son ciertas. Además, la existencia del demonio y su actuación están patentes en la vida de la Iglesia, que tiene un ministerio propio para erradicar la actuación del mal, que cuenta con muchísima experiencia, y no sólo en el cristianismo.
3. Los demonios son seres espirituales, en cierto sentido superiores a nosotros, pues no están atados al tiempo y al espacio ni a sus leyes como lo estamos nosotros, y además son más inteligentes que nosotros. Existen verdaderamente y actúan en el mundo. Dios, que es bueno y no retira el ser a las criaturas, les mantiene en la existencia por amor, puesto que no se arrepiente de nada de lo que ha creado (Sab 11, 24). Al estar en esta creación, pueden influir en el mundo, y Dios permite su acción porque no puede frustrar su plan de amor, e incluso contribuye a manifestar de un modo más pleno su amor y su gloria.
4. Parece haber un demonio superior, al que la Escritura llama Satanás, que significaría "el acusador", pero no es el único. No sabemos el número de demonios que existen, si bien la Escritura menciona a algunos como Azazel, Asmodeo o  Legión. Del mundo demoníaco en sí muchos demonólogos tratan de enseñar, pero en el mundo del enemigo es difícil adquirir certezas, puesto que es el padre de la mentira (Jn 8, 44).
5. El enemigo tiene tres modos de influir en la realidad.
a. Tentación. La Sagrada Escritura nos cuenta que la tentación en el hombre puede provenir del demonio, que le sugiere y le influye para hacerle desobedecer la voluntad de Dios, como vemos en el relato de Adán y Eva (Gn 3, 1), y aún más claro en las tentaciones de Jesús en el desierto (Mt 4, 1). Sin embargo, la Tradición cristiana nos enseña que la tentación no proviene sólo del demonio. También puede provenir de uno mismo, o de otros seres humanos. Efectivamente, Satanás no fue tentado por nadie, sino por sí mismo; del mismo modo nosotros podemos ser tentados por él, por nosotros mismos y por los demás. La tentación se vence con la ayuda de la gracia; y si se lleva a cabo y deviene en pecado, se erradica a través del Sacramento de la Confesión.
b. Posesión. Uno o varios demonios pueden enraizarse en el cuerpo de una persona, "poseyéndola". Sobre este tema las películas han hecho más daño que bien. En principio, para que un demonio entre, es necesario "abrirle la puerta" mediante el satanismo o algún tipo de magia o invocación de fuerzas [1]. Si una persona queda poseída, no va por la calle dando gritos y mordiendo a la gente; puede vivir una vida normal, y no es en nada diferente a las demás, pero puede comenzar a experimentar fenómenos extraños o una serie de sensaciones que le hacen sospechar que algo pasa. El único modo de conocer si una persona está poseída es realizando un exorcismo, en el cual sí que pueden darse signos de la presencia del mal en la persona. La posesión se erradica, pues, con una o varias sesiones de exorcismos.
c. Influjo. El enemigo puede influir en cosas, personas, animales o lugares, manifestando de algún modo su presencia a través de presencias, ruidos, olores, movimientos, etc. Su objetivo es inquietar, infundir temor y alejar de Dios, pero habitualmente consigue lo contrario.
i. Infestación. El enemigo puede poseer o habitar un lugar, o un animal. A través de una bendición, o en casos más graves de un exorcismo puede ahuyentarse su presencia.
ii. Opresión. El enemigo influye en la persona, o a su alrededor, haciendo cosas "extraordinarias".
iii. Obsesión. El enemigo puede influir en los pensamientos introduciendo pensamientos negativos para causar mal a la persona o hacerla pecar.
El influjo se puede erradicar también con el exorcismo, pero una oración de liberación puede liberar perfectamente a una persona de un influjo; en la oración de liberación, que puede hacer un sacerdote o incluso un laico, el ministro jamás puede dirigirse al demonio (cosa que está reservada al exorcismo), sino que debe dirigirse a Dios para que en el nombre de Jesús libere a la persona afectada.
La más peligrosa de las tres maneras de actuar no es la posesión, como puede parecer de primeras, sino que es la tentación, porque ella nos puede llevar a pecar, a desobedecer a Dios y si no nos convertimos, a la infelicidad y la condenación. La posesión no conduce al infierno, ni siquiera al pecado, al igual que la opresión. A mi me gusta decir que son fuegos artificiales, cosas que el enemigo en su rabia hace para quitarle el protagonismo a Dios y para meternos miedo, de modo que nos alejemos de Dios. Pero la mayor parte de las veces su actuación lo que produce es precisamente que nos acerquemos a Dios.
6. El demonio no es igual a Dios, es una criatura suya. Los cristianos no creemos en dos fuerzas iguales enfrentadas. Jesucristo derrotó absolutamente al demonio, y nos da el poder de vencerle a nosotros, si creemos en él. El demonio tiene el poder que nosotros le damos, y la victoria está en nuestras manos. La manifestación de su poder sólo sirve para que nos acerquemos más a Dios y para que comprobemos su poder absoluto sobre el mal, que no puede resistir el Nombre de Jesús y tiene que someterse, estremecerse y huir.
7. Pero entonces, si el Enemigo sabe que su actuación contribuye al plan de salvación de Dios y a manifestar su poder, ¿por qué actúa? ¿por qué no permanece oculto? Tenemos que recordar que es un ser que se ha corrompido en su esencia, y por lo tanto, está a mereced de sus pasiones, y su inteligencia está nublada por su odio. Por lo tanto, no puede evitar entrar cuando ve una puerta abierta y hacer daño, aunque sepa que a la larga le va a hacer sufrir y va a contribuir al bien del hombre; es como un niño caprichoso o un hombre dejado a sus pasiones, que simplemente se deja arrastrar sin importarle las consecuencias de sus actos.
Desde aquí podemos responder a las preguntas que se han formulado.
- Se manifiesta, como hemos dicho, a través de la tentación, la posesión o el influjo.
- Él no elige gente que le sirva, sino que hay personas que se ponen a su servicio para conseguir algún tipo de beneficio que él les pueda conseguir, puesto que es el príncipe de este mundo (Jn 12, 31; Jn 14, 30; Jn 16, 11). Son las personas que se introducen en el satanismo o venden su alma al diablo; pueden conseguir algún beneficio durante un tiempo, pero al final el enemigo les arrebatará todo lo que pueda, puesto que no hay compasión en su corazón.
- Sí que hay personas que reconocen el daño que les ha hecho recurrir a Satanás y se arrepienten, más de las que creemos. Esas personas acaban en un exorcista y muchas veces convertidas. Hay muchísimos casos, pero no son públicos. Al final la experiencia del mal te lleva a Dios, y la del odio a la del amor. El demonio no puede borrar el deseo de Dios del corazón de nadie.
- Respecto a si su influencia puede llegar a desaparecer, para ser exactos hemos de decir que sólo con el paso a la vida verdadera del cielo desaparecerá la influencia del demonio sobre nosotros, cuando será encadenado y arrojado al abismo (Ap 20 y 21). Un persona poseída puede liberarse de esa posesión por un exorcismo, pero debe llevar después una vida de fe, para evitar que el enemigo vuelva a entrar (Mt 12, 43).
- No puede desaparecer del mundo, puesto que el Señor no odia nada de lo que ha creado: "Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado. Y ¿cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido? ¿Cómo conservarían su existencia, si tú no las hubieses llamado?" (Sab 11, 24 - 25).
- No es que pueda poseer a una persona a ratos, sino que si está dentro, lo está, aunque no siempre se manifieste; y una vez que ha salido, en principio si la persona lleva una vida de gracia, no puede volver a entrar.
- Dios no nos preserva de su acción porque sabe que contribuye a nuestra salvación. La acción del demonio no nos quita libertad, son nuestros actos los que nos quitan libertad. La tentación además, como hemos visto, puede provenir de nosotros mismo o de los demás.
- Son varios, aunque no sabemos cuántos.
- Él no quiere reinar, "sabe que le queda poco tiempo" (Ap 12, 12). Él sabe que está condenado, no busca reinar, no es feliz, ha elegido la tiniebla, el odio y la tristeza. Él no piensa que el mundo se autodestruiría, porque sabe perfectamente que Dios ya le ha vencido y que su victoria se manifestará plenamente tarde o temprano; simplemente, no puede resistirse en su odio y desesperación, y por eso hace el mal, aunque sepa que al final su actuación contribuirá a la salvación del hombre y a la gloria de Dios.
Hablo del demonio porque me han preguntado, pero no pretendo hacerle publicidad. Dios es quien merecer ser anunciado, alabado y adorado, y sólo Dios es el centro. Si hablo del enemigo, es para que conozcamos su existencia y su modo de actuación; para que seamos conscientes de que tenemos un enemigo y conozcamos las estrategias para vencerle.
En  este link encontraréis un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la demonología: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19750626_fede-cristiana-demonologia_sp.html .
En el libro Jesús está vivo de el Padre Emiliano Tardif se habla sobre el carisma de sanación y el de liberación: http://www.reinadelcielo.org/estructura.asp?intSec=5&intId=58 .
En este link encontraréis una artículo al final del cual están los números de introducción al ritual de exorcismos, que explican la naturaleza de este fenómeno: http://www.corazones.org/diccionario/exorcismo.htm .
Aquí encontraréis otro documento de la Congregación para la Doctrina de la fe sobre las oraciones de liberación: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19850924_exorcism_sp.html .
Y aquí encontraréis una carta escrita por los obispos norteamericanos sobre el fenómeno del Reiki: http://info-ries.blogspot.com.es/2009/05/documento-de-los-obispos-de-eeuu-sobre.html?m=1 .

[1] El recurso a la magia, hechicería, brujería, conjuros, curandería, maleficios, quiromancia, horóscopos, médiums, güija, adivinación, esoterismo, energías, reiki, piedras energéticas, y otras muchas invocaciones de fuerzas que no son Dios constituyen una puerta abierta al enemigo, y está causando cada vez más problemas de tipo demoníaco.


stagduran
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ALMORTAS JAREÑAS para THERMOMIX./ MERLUZA CON PATATAS EN SALSA para THERMOMIX.

Recetas para THERMOMIX en www.clubcocinafacil.com


Posted: 05 Feb 2014 08:00 PM PST
Ingredientess:
- 100 gr aceite de oliva - 3 lonchas de panceta en trozos - 2 chorizos en trozos - 3 dientes de ajo - 1 cayena - 1 cucharada de pimenton dulce - 100 gr de harina de almortas - 1 cdita de cominos y otra de pimienta - 700 gr de agua - 2 cucharadas de sal - 2 patatas medianas cortadas en panadera 
Consulte la preparación haciendo click en el título.
Posted: 05 Feb 2014 08:00 PM PST
Ingredientess:
-1 cebolla -1diente de ajo -30gr de aceite oliva -filetes de merluza o de cualquier pescado -Sal, pimienta negra -vino blanco -patatas peladas y cortadas a rodajas El pescado va en el cestillo y las patatas en el varoma
Consulte la preparación haciendo click en el título.

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La sal de la tierra.



Lecturas del 9-2-14 (Domingo de la Quinta Semana)










SANTORAL: Santa Apolonia
Lectura del libro del profeta Isaías 58, 7-10
 Así habla el Señor:
 Compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne.
 Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor.
 Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: «¡Aquí estoy!»
 Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 111, 4. 5. 6-7. 8a-9 (R.: 4a)
R. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas.
 Para los buenos brilla una luz en las tinieblas:
 es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.
 Dichoso el que se compadece y da prestado,
 y administra sus negocios con rectitud.
R. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas.
 El justo no vacilará jamás,
 su recuerdo permanecerá para siempre.
 No tendrá que temer malas noticias:
 su corazón está firme, confiado en el Señor.
R. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas.
 Su ánimo está seguro, y no temerá.
 El da abundantemente a los pobres:
 su generosidad permanecerá para siempre,
 y alzará su frente con dignidad.
R. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 2, 1-5
 Hermanos, cuando los visité para anunciarles el misterio de Dios, no llegué con el prestigio de la elocuencia o de la sabiduría. Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado.
 Por eso, me presenté ante ustedes débil, temeroso y vacilante.
 Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del Espíritu, para que ustedes no basaran su fe en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Palabra de Dios.
X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16
 Jesús dijo a sus discípulos:
 « Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
 Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. 
 Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.» 
Palabra del Señor.

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Hoy Cocinas Tú: Migas con jamón, huevo frito y espárragos


Hoy Cocinas Tú: Migas con jamón, huevo frito y espárragos


Hoy Cocinas Tú:

La receta de Migas con jamón, huevo frito y espárragos que comparte en vuestra sección Hoy Cocinas Tú la autora del blog El Fogón Ilustrado, Mª Jesús, lleva un rato haciéndonos salivar. Es uno de esos platos de los que se disfruta en cualquier ocasión, y no sólo en los fríos días de invierno. Las migas se suelen relacionar con el invierno por ser energéticas y contundentes, pero todo depende de cómo se cocinen.
En este caso veréis que no se abusa de las grasas, por lo que resulta un plato más ligero y más fácil de digerir. Mª Jesús prepara cada elemento de las Migas con jamón y espárragos por separado y después los mezcla en el plato, recomendando lo que os comentamos, controlar el aceite de oliva virgen extra que se utiliza para que no quede grasiento. Y para culminar, un huevo frito, que también se podría hacer a la plancha. Si queréis convertir este plato en una tapa o aperitivo, podéis sustituir el huevo de gallina por huevo de codorniz.

Ingredientes (2 comensales)

1 manojo de espárragos verdes, 150-200 gramos de pan del día anterior, 4 lonchas de jamón serrano, 1 cebolla tierna, 2 huevos, aceite de oliva virgen extra, aceite de perejil y albahaca, sal.

Elaboración

Prepara el aceite de perejil y albahaca, lava y seca las hojas de las hierbas aromáticas y ponlas en el vaso de la batidora con aceite de oliva virgen extra, tritura y reserva.
Cortar el pan en migas (como se corta la patata para tortilla) y remójalo con unas gotas de agua, mezclalo bien para que la humedad se reparta por todo el pan y reserva, no debe quedar muy húmedo. Cortar el jamón en tiras, la cebolla en brunoise. Pela los espárragos eliminando la parte dura del extremo inferior y reserva.
En una olla pequeña pon agua a hervir y escalda los espárragos durante 3 minutos, ponlos en agua fría para cortar la cocción y que no pierdan su vivo color verde. Corta los espárragos en trozos reservando las puntas para adornar.
Pon el aceite en una sartén y rehoga la cebolla, y cuando haya cogido un poco de color dorado añadir los espárragos, saltearlos un minuto más y reservar. En la misma sartén añade aceite de oliva y fríe el jamón, añade al salteado de cebolla y espárragos y reserva.
En una sartén más grande pondremos aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente añadiremos las migas de pan removiendo para que se frían de manera uniforme y evitando chafarlas con la rasera, deben quedar crujientes, reserva.
Calienta de nuevo aceite de oliva virgen extra en la sartén y fríe los huevos, salpimenta al gusto.

Emplatado

Sirve en el fondo del plato las migas mezcladas con la cebolla, los espárragos verdes y el jamón, corona el plato con el huevo frito y salsea con un poco de aceite de albahaca y perejil.
Mª Jesús
El Fogón Ilustrado


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Pesto de cilantro y avellanas


Pesto de cilantro y avellanas


Receta de pesto

En nuestro recetario de salsas podéis encontrar variadas elaboraciones de pesto, además del tradicional pesto genovés, con albahaca, piñones, ajo, queso pecorino o parmesano, aceite de oliva virgen extra… las variantes que se realizan de esta salsa también se pueden llamar pesto, dado que el término procede de 'pestare', es decir, machacar o moler en mortero, la técnica tradicional de la elaboración de esta y de la mayoría de salsas, mojos, picadas… aunque ahora por comodidad recurramos a menudo a las picadoras eléctricas.
Hoy os hemos preparado un Pesto de cilantro y avellanas para que suméis a vuestro recetario de salsas y pestos, tan fácil y rápido de hacer como el resto, y muy versátil. A nosotros nos encanta con los pescados, con las verduras a la parrilla y con algunas carnes. Por supuesto, esta salsa pesto también es ideal para cualquier plato de pasta.

Ingredientes

40-50 gramos de cilantro fresco, 10 gramos de zumo de limón recién exprimido, 6 gramos de ajo, 50 gramos de avellanas tostadas, 70 gramos de parmesano, 75 gramos de aceite de oliva virgen extra, 2-3 gramos de sal, 6 gotas de salsa Perrins (opcional), 1 guindilla (opcional).

Elaboración

Lava y seca el cilantro, no hace falta desechar los tallos, también se pueden añadir a la salsa. Pícalos para que no se enreden en las cuchillas si trituras con la picadora eléctrica.
Exprime el zumo de limón, pela los dientes de ajo, trocea el queso parmesano para que sea más fácil picarlo después. Y si utilizas la guindilla, lávala, despepítala y trocéala.
Pon en el vaso de la picadora el cilantro, el zumo de limón, el ajo, las avellanas, el parmesano, el aceite de oliva virgen extra y la sal, pon un poco menos de la indicada, pues el queso es salado, y después pruebas y rectificas si es necesario.
Pica todos los ingredientes hasta obtener el pesto, pruébalo y rectifica. Añade si lo deseas la salsa Perrins, que lo hará más sabroso, y la guindilla para aportarle un punto picante, pero como indicamos, es opcional.

Emplatado

Sirve el pesto de cilantro en una salsera para que los comensales se sirvan al gusto o utilízalo directamente sobre la receta para la que lo has elaborado. ¡Buen provecho!


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Una madre narra desde Chile su dramática experiencia con el demonio y la ouija: La víctima fue su bebé


Una madre narra desde Chile su dramática experiencia con el demonio y la ouija: La víctima fue su bebé

Foto referencial: Photodune.net
Foto referencial: Photodune.net
SANTIAGO, 06 Feb. 14 / 06:51 am (ACI/EWTN Noticias).- Una madre de familia chilena narró la dramática y dolorosa experiencia que le tocó vivir al tener que enfrentar la posesión demoniaca de uno de sus hijos cuando era bebé, luego que sus hijas jugaran a la ouija.
El relato fue publicado originalmente en el sitio web Portaluz.org y lo presentamos a continuación:
Con su esposo habían optado por sentar las bases de su matrimonio y familia en una cotidiana vida de fe, señala Teresa B. a Portaluz. Los sacramentos, las actividades pastorales y espirituales que compartían les daban una base, "que creíamos sólida para nuestras dificultades personales, las alegrías y debilidades, como pareja y familia". Teresa y Roberto tenían tres hijas y anhelaban concebir un varón.
"Vivimos la noticia como un regalo de Dios que todos celebraban, cuando se supo que estaba embarazada esperando a Miguel. Fue tan deseado, querido y bienvenido este niño… que incluso los vecinos de mi sector enviaban saludos y regalos por montones".
Ya en los primeros meses de gestación Teresa sintió que este era un niño especial, porque sin buscarlo empezaron las bendiciones. Estaba en su tercer mes de embarazo cuando el Papa Juan Pablo II llegó a Chile y por el vínculo activo que ella mantenía en la Iglesia, tuvo la oportunidad de estar físicamente muy cerca de él.
"Recuerdo que en un determinado momento el Papa me miró la barriga, sonrió, y me dio una bendición. Me estremecí de emoción, fue muy impactante. Ese mismo año además, dos obispos visitaron mi parroquia. Cada uno de ellos, en fechas distintas, nada más llegar, también me bendijeron el vientre. En algún momento me dije, ¡qué extraño esto!, tantas bendiciones para este bebé…".
Una agresión oculta e inesperada
Miguel, confiesa esta madre, "era un niño que emanaba paz" y su bautizo fue celebrado, comenzando así su camino como hijo de la Iglesia… "Disfruto ir a misa cada día y por eso siempre llevaba al niño conmigo. Cierto día del año mil novecientos ochenta y nueve me comprometí para colaborar un par de horas en un retiro de oración guiado por unos sacerdotes amigos de nuestro cura párroco. Miguel tenía poco más de un año y como era una salida breve, no vi inconveniente en dejarle junto a sus hermanas al cuidado de una tía, hermana de mi padre, que me ofreció recibirlos aquella tarde".
Cuando pasó a recogerlos Teresa notó a su hijo muy extraño. "Estaba inquieto, lloraba y lloraba". Pensó que pronto se calmaría, pero la intranquilidad del pequeño continuó. Pasaban los días y el niño seguía muy llorón y casi no dormía por la noche. Los médicos no encontraban explicación, pero Teresa, por su sensibilidad espiritual captó que "algo" grave ocurría… "Comenzó a ponerse agresivo, especialmente cuando iba con él a misa. Luego de comulgar, teniéndolo en mis brazos… me agredía, mordía mi cara, me arañaba. Violento casi, todo era muy extraño. Me angustiaba no saber cómo ayudarlo, oraba más por él y continuaba llevándolo a misa conmigo. Pero lejos de variar su conducta se iba poniendo más agresivo y más llorón. Entonces yo decía, ¿qué pasa aquí?"
Fue su cura párroco quien después de la misa se me acercó. ¡Él también se había dado cuenta del cambio repentino de Miguel! y al saber que tampoco los médicos tenían explicación le refirió el nombre y dirección de dos sacerdotes que tal vez podrían ayudarles.
Suplicando al cielo
"Las distancias en Chile son bastante grandes y aunque estos sacerdotes vivían aproximadamente a tres horas de mi casa, decidí ir a conversar con ellos, el Padre Carlos Aldunate y el Padre Agustín Sánchez. Nada más llegar el Padre Carlos llamó al Padre Agustín y en ese momento el niño, cuando vio a este sacerdote, se puso llorón, llorón, ¡tremendo!, sin control. Me sentí horrible. Sereno, el Padre Agustín me hizo un gesto con la mano para que me acercase, al tiempo que se alejaba un poco; así es que le entregué a mi esposo el niño y fui con él… «Mira, yo no puedo ayudar en este momento a tu hijo», me dijo. «¿Pero Padre por qué, qué pasa?», repliqué. Y agrega… «Hay algo dentro de tu hijo, pero yo no lo puedo ayudar aún. Piensa Teresa, ¿con quién se quedó tu hijo, a cargo de quién, qué ha pasado en este tiempo? Mira, trata de averiguar y a la hora que sea, el día que tú te enteres, me llamas y lo traes»".
Con el corazón apretado, muy triste, el matrimonio regresó a su hogar. Al llegar sus hijas estaban esperándolos en la puerta. Apenas se bajaron del auto les preguntaron cómo había ido todo con su hermano. Teresa les contó lo que el sacerdote Agustín Sánchez les había dicho…
"Ese día decidimos acostarnos temprano, tipo nueve y media. Estaba entrando el invierno, ya estaba frío y comenzábamos a dormirnos cuando escuchamos un par de golpes suaves en la puerta de nuestra pieza. Eran dos de nuestras hijas, las mayores… «Mamá, Papá, nosotras sabemos lo que pasó con mi hermano», fue lo primero que dijeron al entrar"...
El secreto
Teresa y su esposo se incorporaron en un segundo pidiéndoles que se explicaran…
"Nerviosa, una de ellas hizo el relato: «Bueno, ocurre que… ¿te acuerdas ese día cuando ustedes nos dejaron en la casa de la tía porque tenían un retiro y tú nos permitiste invitar a unas compañeras para hacer juntas las tareas?». Asentí, intentando mantener la calma. «Bueno –continuó narrando mi hija-  cuando terminamos los deberes nosotras nos pusimos a jugar… Es que una de nuestras amigas llevaba la tabla de la Ouija, esa con las letras, con el vasito, para hablar con los espíritus… y empezamos a ver si nos resultaba. Estábamos en el comedor, abajo, y pusimos todo ahí en el piso, al lado del calefactor que tiene la tía…». Poco a poco, algo temerosas, casi arrepentidas diría, fueron narrándome su secreto. Nos dijeron que llevaban pocos minutos con lo de la Ouija y a su parecer todo iba bien, alguien o algo estaba allí, afirmaban. Pero repentinamente, sin darse apenas cuenta por lo concentradas que estaban en sus preguntas como en las respuestas que iban surgiendo, apareció su hermanito y sin tiempo de reacción para detenerlo, el niño con la inocencia propia de la edad, pasó corriendo por encima del tablero, que estaba en el suelo, desbaratándolo todo. Nuestras hijas nos miraban acongojadas mientras terminaban el relato confesándonos que en un primer instante sintieron mucha rabia con su hermanito por lo sucedido. «¿Pasó algo más hijas?», pregunté. Y me aseguraron que eso era todo.
Sin demora el matrimonio llamó al sacerdote Sánchez quien les indicó que la familia completa fuera de inmediato a verlo. "Partimos todos y nuevamente, nada más entrar al jardín de la casa de los sacerdotes, mi hijo se puso a llorar, se revolvía en mis brazos, estaba claro que no quería entrar allí, el corazón me dio un vuelco".
Liberación
El Padre Agustín –cuenta Teresa- conversó con cada una de las niñas, las confesó, luego las ungió y con firmeza como lo haría cualquier papá, las reprendió por su imprudencia. En eso estaban, dice,  cuando apareció también el Padre Carlos y el Padre Agustín tomando de los brazos de Teresa a su hijo se lo entregó al recién llegado… "Miguel lloraba a todo pulmón cuando ambos sacerdotes ingresaron en la capilla del recinto llevando a mi hijo. Yo, instintivamente les seguí para entrar con ellos, pero el Padre Agustín me detuvo y dijo… «No hija, tú te quedas fuera»".
La angustia, los nervios, pero también la esperanza de que todo se resolviera por fin, formaban un torbellino en la mente de la atribulada madre, padre y hermanas. "Yo lo único que sentía era la voz fuerte del Padre Agustín adentro exorcizando a mi hijo y como no conocía del tema la inquietud me aguijoneaba pensando… ¿pero qué le están haciendo a mi hijo?".
Cuando Teresa estaba al límite de estas emociones "¡salieron de la capilla y traían a mi hijo, dormido, con ese rostro plácido que siempre había sido tan característico en él y que en las últimas semanas había perdido!".
Al entregarle –dice la madre- al pequeño Miguel, el sacerdote Agustín Sánchez se dirigió nuevamente a las niñas, al tiempo que acariciaba sus cabezas, diciéndoles: «¡Y ustedes no jueguen más con tonteras… ¡porque miren lo que pasó con su hermano, se le había metido un 'espíritu inmundo!».
Aún tuvieron que llevar al niño nuevamente en varias ocasiones con el sacerdote, según él mismo se los indicara. "En esos momentos el padre Carlos lo ungía con aceite –que supe era para exorcizar- en la frente, en sus manitos y otros lugares del cuerpo. Luego oraba por el niño pidiendo a la Virgen María que lo protegiera. Aún recuerdo que sería luego de la tercera o cuarta de esas liberaciones que mi hijo comenzó a estar envuelto en un aroma a flores, que se podía percibir en los lugares donde había estado y esto siguió ocurriendo varios días después que terminó todo el ciclo de unción y oraciones. Yo también rezaba cada día con ahínco por mi hijo y al finalizar, este buen sacerdote me enseñó una oración de protección que hasta hoy es una de mis devociones cotidianas; es la conocida Coraza de San Patricio, pero en versión adaptada por este exorcista."
Con el paso del tiempo, agradecida de Dios, esta experiencia llevó a Teresa a participar hasta hoy en un pequeño grupo de laicos que colaboran con sacerdotes para liberar a otros que son atormentados por el demonio. "En un comienzo me provocaba algo de temor el saber que estaba decidiendo servir a Nuestro Señor Jesucristo enfrentando a su enemigo. Pero Jesús gracias a la vida sacramental me da su gracia y ya no temo. Si Cristo está contigo ¿quién contra ti? La clave está en mantener una vida coherente con la fe. Miguel, mi hijo, volvió a ser el mismo de siempre. Cuando comenzó a hablar, sin proponérselo nosotros, pedía él mismo ir a misa e incluso prepararse para la Primera Comunión. La hizo a los siete años y el Padre Carlos se la dio. El quería recibir a Jesús. Continuamos orando juntos por su protección. Es importante que él y todos quienes han vivido algo semejante tengan conciencia que si una vez te pasó, puedes ser vulnerable a que te ocurra de nuevo si olvidas estar en comunión con Dios… Padre, Hijo, Espíritu Santo y como mediadora poderosa la Virgen María, Madre, que siempre acude en nuestra ayuda".
Nota del editor: Por expresa solicitud de la madre al editor de Portaluz, a quien entregó su testimonio (el cual se encuentra debidamente registrado), hemos cambiado los nombres de las personas señaladas en el relato, con excepción de los nombres de ambos sacerdotes. Los sacerdotes Carlos Aldunate y Agustín Sanchez, efectivamente atendieron y acompañaron en Chile a las personas que el relato refiere, en los hechos que se narran.
Puede leer el artículo original en http://portaluz.org/una-madre-narra-desde-chile-su-dramatica-experiencia-con-el-demonio-423.htm
Etiquetas: Exorcismo, Chile, Bebé


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