El nuevo sistema de canalización de las aguas depuradas tendrá una capacidad de desagüe de, en su tramo final en Cabo de Palos, 1.555 litros por segundo. En consecuencia, la moderna red de colectores, bombas de impulsión y tanques de tormentas que proyecta la Confederación Hidrográfica del Segura tendrá un potencial de evacuación de 49 hectómetros cúbicos al año. «Es una cifra muy por encima de la capacidad de depuración de las estaciones depuradoras conectadas, pero puede haber alguna situación excepcional y hay que dimensionar la actuación por encima de la cifra prevista», explican en la CHS. Si bien los alcantarillados o colectores pluviales de los municipios ribereños van a parar, en algunos casos, a depuradoras, el objetivo principal del proyecto es abordar el problema de las aguas residuales ya depuradas. Distintos diagnósticos de expertos han coincidido en la necesidad de evitar que el agua depurada siga llegando al Mar Menor, porque incorpora nutrientes y eso favorece, por ejemplo, la reproducción desproporcionada de algas o medusas.
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