Jesús en Nazaret
Antonio Garrido Duran14 de abril de 2014, 9:26
El Profeta Isaías, al referirse a Jesucristo en esta profecía y por la gracia del Hijo del Hombre se hace extensible dichas palabras a la Iglesia y cada uno de sus miembros sin distinción entre clérigos y laicos, sin distinción entre católicos y ortodoxos, sin distinción entre evangelistas y coptos, etc. La profecía de Isaías va dirigida a los Hijos de Dios; es decir, a los que recibieron La Palabra en su corazón y creen en su nombre.
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Luego hay otras fuentes importantes para nuestra formación como cristianos como pueden ser la vida de los santos, los tratados de los Padres de la Iglesia, el propio catecismo, etc. Pero lo que nos hace libres y auténticos Hijos de Dios, es La Palabra de Dios y la fe en Jesucristo.
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Cuando leyendo este evangelio de San Lucas, decimos: El Espíritu del Señor está sobre mí, no estamos afirmando otra cosa diferente a lo que leemos. ¿Sobre quien está el Espíritu del Señor? Está sobre mí. ¿A quien ha ungido el Espíritu del Señor?. Me ha ungido a mí.
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Y por lo tanto me da autoridad para proclamar su Palabra y llevar la Buena Nueva a los pobres, me da autoridad puesto que he sido enviado a proclamar la liberación a los cautivos, a dar la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Y ¿a quien le está dando esa autoridad el Espíritu del Señor?, me la está dando a mí.
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Por lo tanto la autoridad para expulsar demonios me la da el Espíritu del Señor que está sobre mi y me ha ungido, me la da Jesucristo porque creo en su nombre y he recibido y ha calado en mi corazón la Palabra de Dios y me la da La Santa Madre Iglesia como no puede ser de otra manera porque he sido bautizado por ella.
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Si por todo el mundo hubiera un clérigo o laico, católico o no, que estuviera en desacuerdo con mis palabras, ruego me lo diga, pero, eso si, antes de responder le pido que lo piense. Yo ya se quien está en desacuerdo conmigo, Satanás está en desacuerdo y el mismo lo dice; cuando en las sesiones de liberación y/o de exorcismo, les pido a mis pacientes que repitan esta misma profecía de Isaías, porque en ella se está hablando de ellos mismos, el diablo les dice que no me crean pero se le ve el plumero porque le rechinan los dientes.
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