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martes, 2 de julio de 2013

Un esqueleto con traje de buzo | Política | EL PAÍS


Un esqueleto con traje de buzo

Podría ser el inicio de una novela de misterio: la tripulación del velero Yaiza descubre flotando en el mar un cadáver equipado con traje de neopreno y aletas, y con una misteriosa mochila que contenía un pasaporte, un fajo de dinero y un teléfono móvil. Todo un misterio que la Guardia Civil intenta desentrañar.
Los tripulantes del velero avisaron a la Guardia Civil, a la que indicaron la situación exacta del cadáver (latitud 38º 27 35 norte; longitud 00 40 06 este), en el canal de Ibiza, a unas 40 millas de Calpe (Alicante).
Una embarcación del instituto armado navegó hasta el punto indicado y se hizo cargo de la víctima. Esta iba equipada con un traje de neopreno, de color negro y gris, de la marca Tecnomar, unas aletas y una mochila Koep Moving. Ni rastro de botellas de oxígeno. El buceador estaba esqueletizado. No conservaba ni un gramo de tejido blando, posiblemente por efecto de la acción del agua y de los ataques de la fauna marina. Los restos mortales fueron trasladados a Calpe y posteriormente al Instituto de Medicina Legal de Alicante, cuyos forenses realizaron ayer la autopsia. Aunque se desconoce su resultado, es probable que los médicos no hayan podido determinar las causas del fallecimiento, según fuentes de la investigación.
La Comandancia de la Guardia Civil de Alicante se ha hecho cargo de las indagaciones para aclarar quién es la víctima y las circunstancias en que encontró la muerte. Al registrar la mochila, los agentes descubrieron un hatillo con 540 euros, un teléfono móvil y un pasaporte marroquí expedido a nombre de Abdelaziz Elfayafi, nacido el 8 de enero de 1989 en Imzouren, una ciudad de 100.000 vecinos, en la región del Rif, en el norte de Marruecos, próxima a Alhucemas.
En el interior de la mochila había también ropas perfectamente embaladas para lograr su impermeabilización. Eso induce a pensar que el buceador se había preparado a conciencia para que estas prendas no estuvieran mojadas cuando llegara el momento de ponérselas.

La víctima portaba 540 euros, un teléfono móvil y un pasaporte
Fuentes de la Guardia Civil barajan la hipótesis de que la víctima sea un inmigrante que intentó cruzar por el mar desde Marruecos a territorio español y acabó siendo arrastrado por las corrientes. De ser así, este hombre sufrió el percance hace tiempo, ya que su cuerpo posiblemente se hundió en el fondo del mar y fue devorado por la fauna marina. Posteriormente, el esqueleto acabó saliendo a flote.
Miles de rifeños de Imzouren han emigrado a lo largo de los últimos años, preferentemente a Francia y Holanda, en busca de un trabajo y una vida mejor. ¿Decidió el buceador misterioso seguir el mismo camino que otros convecinos? Si fue así, ¿optó por hacerlo por un método tan arriesgado como cruzar a nado el estrecho de Gibraltar para intentar llegar a la Europa de promisión? Hay indicios de que pudo ser así, ya que hay fuertes corrientes del Estrecho que empujan hacia el canal de Ibiza, precisamente el punto donde fue localizado el cadáver.
En internet figura el nombre y la biografía de un joven llamado Abdelaziz Elfayafi, nacido el mismo día, el mismo mes y el mismo año que el titular del pasaporte que llevaba consigo el esqueleto del buceador. Lo que no significa necesariamente que sea esta la identidad del difunto.

Hay indicios de que sea un joven que intentó cruzar a nado el Estrecho
Elfayafi, según consta en varias webs, hizo bachillerato y más tarde se graduó en contabilidad y en gestión informática en 2011. Durante sus estudios, trabajó en la empresa Bipan, especializada en la fabricación de pastas, bizcochos y gofres, y más tarde en Biscmao, otra firma de pastelería y bollería de Tánger.
"Durante mi formación académica y profesional, me ocupé de otras tareas y responsabilidades, aparte de la contabilidad y la gestión. Con mi formación actual y gracias a mis habilidades sociales, también estuve a cargo de las relaciones con instituciones financieras", escribía en su perfil de Linkedin. Ahí mismo asegura que habla y escribe correctamente árabe, francés, inglés y holandés. Y en otra página personal revela que sus aficiones son viajar, la música, los deportes y la natación.
Abdelaziz Elfayafi sembró su currículo en diversas webs, con la esperanza de que hubiera alguien que leyese sus méritos y le ofreciera trabajo. Su rastro en Internet data de hace un mes, cuando retocó una de estas páginas personales. ¿Qué ocurrió después? Es este joven el que, tal vez desesperado de no hallar empleo, decidió embutirse en un traje de neopreno e intentar llegar a nado a Europa?
La Guardia Civil no ha encontrado rastro de este muchacho marroquí en sus bases de datos, es decir, jamás había sido fichado ni detenido. Dado que no existe otra forma de cotejar si el misterioso esqueleto pertenece a este chico, los investigadores tendrán que solicitar la colaboración de las autoridades marroquíes para contactar con su familia. Y aclarar el misterio.


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Dimiten dos altos cargos del banco del Vaticano | Internacional | EL PAÍS


Dimiten dos altos cargos del banco del Vaticano

El papa Francisco parece dispuesto a terminar de una vez y por la vía de urgencia con los escándalos del banco del Vaticano. Solo unas horas después de la detención de monseñor Nunzio Scarano, el alto prelado que junto a un exagente de los servicios secretos italianos y a un bróker intentó fletar un jet desde Suiza con 20 millones de euros, Jorge Mario Bergoglio ha decidido descabezar el banco del Vaticano para, de facto, ponerlo bajo sus órdenes. La Santa Sede ha anunciado la dimisión del director general del Instituto para las Obras de Religión (IOR), Paolo Cipriani, y del vicedirector, Massimo Tulli. Según una comunicación oficial del Vaticano, "tras muchos años de servicio, los dos han tomado esa decisión en el mejor interés del instituto y de la Santa Sede".
"El Consejo Superior", añadía la nota, "y la Comisión de Cardenales han aceptado las dimisiones y han pedido al presidente del IOR, Ernst von Freyberg, que asuma de manera interina las funciones de director general con efecto inmediato". El comunicado también precisa que tanto la Autoridad de Información Financiera (AIF) –el organismo creado en 2010 para vigilar la transparencia financiera de la Santa Sede—como la comisión de investigación creada por el Papa el pasado miércoles ya habían sido informadas. El alemán Von Freyberg –nombrado por Benedicto XVI en sustitución del anterior presidente, Ettore Gotti Tedeschi, unas horas antes de dejar de ser Papa—estará ayudado por Rolando Marranci, que asumirá provisionalmente la vicedirección, y Antonio Montaresi como responsable de proyectos especiales. Ambos tienen experiencia en bancos de Estados Unidos e Inglaterra.
Se cierra así, según fuentes de la Santa Sede, unas horas especialmente duras en el Vaticano en general y en el IOR en particular. Sobre todo al comprobar que, tras la detención por parte de la Guardia de Finanzas (la policía fiscal italiana) de un alto miembro de la Curia, el Vaticano no solo no intentaba rescatarlo sino que, de forma explícita, se ponía a disposición de las autoridades italianas. Esa declaración del portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, suponía de hecho un cambio de época. Los corruptos con sotana no solo irían al infierno, sino también a la cárcel. Porque, además, la historia de la detención de Scarana no es la de la típica manzana podrida que, una vez apartada, deja de contaminar a las demás. De la investigación de las fiscalías de Roma y de Salerno se desprende que Monseñor 500 –así llamaban a monseñor Scarano por su disponibilidad de billetes púrpuras—manejaba gran cantidad de dinero, de inmuebles, de acciones y de títulos gracias en gran medida a la opacidad mítica del IOR, un banco que, tras los muros del Vaticano, sigue ofreciendo a sus clientes la misma confidencialidad que el más oscuro de los paraísos fiscales. Y solo con cruzar el Tíber.
Los escándalos del banco del Vaticano centraron buena parte de las congregaciones generales, las reuniones que celebran los cardenales antes del cónclave. Durante aquellos días que siguieron a la renuncia de Benedicto XVI –marcada por el robo de su documentación secreta y las peleas de poder entre distintas facciones de la Curia—los cardenales estadounidenses y el propio Bergoglio protagonizaron intervenciones muy claras a favor de limpiar la Iglesia. Y el IOR, estaba claro, era de los lugares donde con más urgencia había que meter la escoba, el pozo oscuro que en las últimas décadas había venido emponzoñando la labor de la Iglesia. Pero, entre los riesgos de emprender una operación tan arriesgada y la proverbial lentitud eclesiástica, nadie pensó que aquellos buenos propósitos se pusieran en marcha tan pronto.
Pero entre el discurso recurrente del papa Francisco –"deseo una Iglesia pobre y para los pobres que salga de los palacios y vaya a las periferias"—y las continuas sospechas de corrupción lograron el milagro. Un terremoto en el IOR. Ya el miércoles de la semana pasada, Francisco lanzó un mensaje muy claro al nombrar una comisión de investigación sobre el banco del Vaticano. La orden del Papa era tajante. No solo reformar el IOR para que "los principios del Evangelio impregnen también las actividades de carácter económico y financiero". Pero no menos tajante era la composición de sus investigadores. Bajo la dirección del cardenal salesiano Raffaele Farina trabajarían un cardenal francés, Jean-Louis Touran, una mujer laica, la profesora estadounidense, Mary Ann Glendon, el arzobispo español Juan Ignacio Arrieta y el teólogo estadounidense Peter Bryan Wells. La consigna, mano dura. Hechos, en vez de palabras. El Papa que vino del fin del mundo no parece dispuesto a que le tomen el pelo.


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